Nicol¨¢s Maduro, privatizador
El chavismo, que nacionaliz¨® hasta la producci¨®n de arroz y frijoles, ahora se encamina a privatizar el activo estrat¨¦gico m¨¢s importante del pa¨ªs
Se trata de Citgo, empresa gasolinera. Es propietaria de seis mil estaciones de servicio y tres refiner¨ªas ¡ªen Illinois, Texas y Luisiana¡ª y da empleo a cuatro mil personas. Las refiner¨ªas son de alta tecnolog¨ªa, de las pocas con capacidad para procesar crudos pesados. Es una empresa importante, parte del paisaje carretero de toda la costa Este del pa¨ªs. Ello incluye el legendario Fenway Park, hogar de los Red Sox de Boston, donde no hay home run que no est¨¦ ligado a Citgo, all¨ª desde 1965 gracias a un gigantesco aviso publicitario detr¨¢s de las gradas. Esa presencia le ha permitido a la gasolinera ingresar en el propio coraz¨®n de los fan¨¢ticos bostonianos, tanto que han llegado a protestar cada vez que se intent¨® remover el cartel del lugar.
Una de esas ocasiones fue en 2006, luego que Hugo Ch¨¢vez se refiriera a George W. Bush como ¡°el diablo¡±. Es que el due?o de Citgo es PDVSA, la compa?¨ªa estatal de petr¨®leos venezolanos, y en aquella ocasi¨®n un concejal municipal propuso reparar el orgullo de su presidente reemplazando el anuncio por la bandera de Estados Unidos. Los fan¨¢ticos estuvieron del lado de su memoria deportiva ¡ªes decir, del lado de Citgo¡ª y all¨ª sigue hoy, sin bandera alguna.
Venezuela est¨¢ hoy a punto de perder tan extraordinario recurso comercial, y no por culpa de Boston sino porque Citgo est¨¢ en venta. No es la primera vez que el tema aparece en la agenda. De hecho, la empresa ya hab¨ªa vendido dos refiner¨ªas y tres oleoductos en el pasado. Ch¨¢vez mismo sol¨ªa quejarse de Citgo con frecuencia e indicaba que se la sacar¨ªa de encima. Ahora, sin embargo, es m¨¢s que ret¨®rica. La crisis de las finanzas p¨²blicas ha llegado a niveles sin precedentes, y el gobierno parece haber formalizado un acuerdo con el banco de inversi¨®n Lazard para que se haga cargo de las negociaciones de venta de la totalidad de la firma.
La racionalidad de esta decisi¨®n no ser¨ªa inconsistente con tantos otros errores de pol¨ªtica econ¨®mica acumulados durante quince a?os, pero este caso supera todo lo anterior. Cuesta pensar que un pa¨ªs petrolero renuncie voluntariamente a la ventaja comparativa otorgada por la integraci¨®n vertical de su activo. Citgo convirti¨® a Venezuela en un productor y exportador que tambi¨¦n controla aut¨®nomamente el proceso de refinamiento, distribuci¨®n y venta en el mercado m¨¢s importante del planeta. ?Por qu¨¦ regalarles a sus competidores los tanques de gasolina de millones de autom¨®viles estadounidenses?
?Y por qu¨¦ adem¨¢s introducir incertidumbre futura en el proceso de refinamiento, dado el limitado n¨²mero de plantas capaces de tratar crudos pesados como el venezolano? Nadie puede asegurar que esas plantas, con otros due?os, no prefieran procesar un crudo m¨¢s liviano en el futuro, por ejemplo mexicano o canadiense. El gobierno de Maduro no solo desconoce la importancia de la demanda ¡ªen el petr¨®leo y en cualquier negocio¡ª, sino que tambi¨¦n crea problemas del lado de la oferta.
La privatizaci¨®n de Citgo tampoco tiene sentido desde el punto de vista estrat¨¦gico, como pol¨ªtica exterior. Si es verdad que Estados Unidos es una potencia hostil, el imperio que conspira y fomenta la desestabilizaci¨®n del gobierno revolucionario, ?no ser¨ªa esa raz¨®n m¨¢s que importante para conservar herramientas de poder en propio suelo estadounidense? ?Por qu¨¦ renunciar tambi¨¦n a sentarse a la mesa grande de la discusi¨®n sobre la pol¨ªtica energ¨¦tica estadounidense y, por a?adidura, del resto del hemisferio? De M¨¦xico a Noruega y el golfo P¨¦rsico, y sin olvidarnos de Rusia, es dif¨ªcil imaginar a otro pa¨ªs petrolero tomando decisiones para reducir su capacidad estructural de negociaci¨®n frente a Estados Unidos.
Para algunos la ¡°racionalidad¡± de esta venta, entonces, tendr¨ªa que ver con las urgencias de financiamiento de corto plazo ¡ªla dram¨¢tica crisis fiscal¡ª y la rapacidad del chavismo, es decir, su innata propensi¨®n a las pr¨¢cticas corruptas en lo que ser¨¢ un negocio millonario para todos los involucrados. Otros, a su vez, han se?alado la necesidad de eliminar activos que podr¨ªan ser embargables en caso de sentencias adversas por las demandas de Exxon Mobil y ConocoPhillips contra PDVSA.
El caso en cuesti¨®n es otro ejemplo que ilustra, una vez m¨¢s, que los hechos no importan y la realidad no existe, que todo es reducible al relato, a una narrativa esot¨¦rica que viola cualquier posibilidad de objetividad. Los bolivarianos pontifican sobre la econom¨ªa estatal, pero destruyen el estado. Son v¨ªctimas de las conspiraciones del imperio, pero renuncian a conservar poder en el propio territorio del mismo. Son humildes socialistas, pero poseen cuentas en bancos internacionales con una inimaginable cantidad de ceros en sus saldos.
As¨ª las cosas, la supuesta revoluci¨®n hace un c¨ªrculo completo, constituy¨¦ndose ahora en privatizador, como aquellos neoliberales que siempre critica, solo que lo hace de manera m¨¢s incomprensible. Pinochet, por ejemplo, el h¨ªper privatizador, conserv¨® el recurso estrat¨¦gico del cobre ¡ªque hab¨ªa sido nacionalizado por Allende¡ª en manos del estado.
El chavismo, que ha expropiado hasta el suministro de arroz y frijoles, ahora se encamina a privatizar el activo estrat¨¦gico m¨¢s importante del pa¨ªs. Finalmente, se entiende porque hablan de socialismo del siglo XXI. El socialismo del siglo XX lo hac¨ªa exactamente el rev¨¦s.
Twitter: @hectorschamis
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- PSUV
- Citgo
- Boston
- Privatizaciones
- Venezuela
- Gasolina
- Massachusetts
- Carburantes
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- Partidos pol¨ªticos
- Petr¨®leo
- Estados Unidos
- Sudam¨¦rica
- Latinoam¨¦rica
- Empresas
- Combustibles f¨®siles
- Norteam¨¦rica
- Am¨¦rica
- Econom¨ªa
- Combustibles
- Pol¨ªtica
- Energ¨ªa no renovable
- Fuentes energ¨ªa
- Energ¨ªa
- Nicol¨¢s Maduro