Los hospitales entran a urgencias
Las cl¨ªnicas privadas en Venezuela sufren escasez de equipos m¨¦dicos y sus empleados piden declarar una emergencia humanitaria en el pa¨ªs
La medicina privada en Venezuela parece estar bajo estado de sitio. Hace una semana que una de las cl¨ªnicas m¨¢s costosas y reputadas de Caracas, al noroeste de la capital venezolana, no puede hacer pruebas hematol¨®gicas. El hospital no tiene los tubos para recolectar las muestras de sangre. Como ocurre con otros sectores, el Estado le regatea las divisas y autorizaciones de importaci¨®n. Gasas y suturas, pa?ales desechables para adultos y bombas para las m¨¢quinas dispensadoras de medicamentos intravenosos, cat¨¦teres y radiof¨¢rmacos; desde lo m¨¢s elemental a lo m¨¢s especializado, el rango de lo que falta es muy amplio.
Alrededor de 350.000 venezolanos esperan a que llegue el equipo m¨¦dico necesario para someterse a intervenciones que ten¨ªan programadas.
En otro centro, no hay reactivos para las pruebas serol¨®gicas. Las provisiones de anest¨¦sicos para inhalar escasean y se reservan solo para intervenciones quir¨²rgicas con car¨¢cter de urgencia. En algunos establecimientos los servicios ambulatorios y los quir¨®fanos han cerrado.
La situaci¨®n est¨¢ cerca de ser desesperada. La medicina en Venezuela corre el riesgo de retornar a un estado premoderno.
Los representantes del sector privado ¡ªaunque las carencias tambi¨¦n afectan a hospitales p¨²blicos¡ª solicitaron este martes al Gobierno de Nicol¨¢s Maduro declarar una emergencia humanitaria en el pa¨ªs ¡°ante la agudizaci¨®n de la escasez y el suministro irregular de insumos, medicinas, material m¨¦dico-quir¨²rgico, equipos m¨¦dicos y sus repuestos¡±.
Carlos Rosales y Cristino Garc¨ªa, en nombre de la Asociaci¨®n Venezolana de Cl¨ªnicas y Hospitales (AVCH), advirtieron de que el cuadro actual pone en peligro a pacientes cr¨®nicos de enfermedades cardiovasculares y oncol¨®gicas. Una veintena de especialidades est¨¢n siendo afectadas, entre ellas ortopedia, pediatr¨ªa, neurocirug¨ªa y gineco-obstreticia.
La respuesta del Gobierno fue negativa. Una de las voceras que expres¨® este rechazo fue la defensora del pueblo, Gabriela Ram¨ªrez, una exdiputada del gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Un d¨ªa despu¨¦s de las declaraciones de los representantes de las cl¨ªnicas, Ram¨ªrez tild¨® de ¡°desproporcionados¡± sus argumentos, y les remiti¨® a un proceso de di¨¢logo con las autoridades del Poder Ejecutivo. ¡°Todo esto se ha venido dialogando, los espacios han estado abiertos¡±, sostuvo en una entrevista televisada en la que, adem¨¢s, pidi¨® evitar la politizaci¨®n del tema: ¡°El estado de emergencia no puede sustituir el di¨¢logo permanente, ni la informaci¨®n sobre los medicamentos que afecten a distintos sectores, especialmente a los pacientes cr¨®nicos¡±.
Rosales y Garc¨ªa, los directivos de la AVCH, reconocieron en la rueda de prensa del martes la disposici¨®n del ministro de Salud, Francisco Armada, en aceptar la existencia de esta crisis sanitaria. Las cifras que expusieron hablan por s¨ª solas. Cerca del 90% de sus insumos son importados. El inventario regular de un hospital incluye alrededor de 45.000 art¨ªculos m¨¦dicos; hoy escasean 35.000 de ellos. Los distribuidores de equipos sanitarios ya no cuentan con el cr¨¦dito de los proveedores de otros pa¨ªses.
Los representantes de los establecimientos privados sostienen que la declaraci¨®n oficial de un estado de emergencia permitir¨ªa agilizar los tr¨¢mites de desembolso de divisas e importaci¨®n.
En general, el r¨¦gimen chavista percibe al gremio m¨¦dico como un adversario de la revoluci¨®n y al sector privado, al que c¨ªclicamente amenaza con la expropiaci¨®n, como una mera manifestaci¨®n de usura.
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