Un sindicato policial se opone a la convenci¨®n dem¨®crata en Brooklyn
La Sergeants Benevolent Association ataca a De Blasio con una carta en la que describe una Nueva York peligrosa e inundada de vagabundos
El caso Garner, la muerte de un afroamericano en Nueva York cuando era detenido por la polic¨ªa, ha abandonado la calle para introducirse en los despachos y la pol¨ªtica. El segundo sindicato policial de la ciudad, la Sergeants Benevolent Association, ha publicado en los peri¨®dicos una carta dirigida al Comit¨¦ Nacional del Partido Dem¨®crata en la que se opone a la celebraci¨®n en Brooklyn de la convenci¨®n que, con toda probabilidad, elegir¨¢ a Hillary Clinton en 2016 como candidata presidencial. El motivo utilizado por el presidente del sindicato, Edward D. Mullins, es que la ciudad ¡°ha vuelto a los tiempos de elevada delincuencia, espacios p¨²blicos peligrosos y familias que caminan por nuestras calles preocupadas por su seguridad¡±.
La maniobra es un torpedo en la l¨ªnea de flotaci¨®n de uno de los proyectos personales de De Blasio, en el que ha depositado buena parte de su capital pol¨ªtico y para el que hab¨ªa recibido el apoyo de la propia Clinton. La celebraci¨®n de la convenci¨®n dem¨®crata en Nueva York y en un barrio como Brooklyn, con una gran presencia hispana, no s¨®lo colocar¨ªa al alcalde en una envidiable posici¨®n dentro de su partido, sino que reforzar¨ªa la imagen de este ante posibles nuevos votantes. Sin embargo, los sindicatos policiales no perdonan a De Blasio su actitud en el caso Garner. No solo porque consideran que no defendi¨® como deb¨ªa al cuerpo, y en particular al agente que aplic¨® al detenido la llave de estrangulamiento que caus¨® su muerte, sino, sobre todo, por el protagonismo otorgado al reverendo de Harlem Al Sharpton.
El alcalde De Blasio no se ha ganado el derecho a ser el anfitri¨®n de un evento tan importante¡±
El conocido agitador y activista se convirti¨® en interlocutor privilegiado del caso cuando el alcalde lo coloc¨® a su izquierda en una comparecencia en el Ayuntamiento. A su derecha, al mismo nivel, situ¨® al jefe de polic¨ªa, Williams J. Bratton. La escena indign¨® a buena parte de los 35.000 polic¨ªas de Nueva York. Aunque la carta no cita al reverendo por su nombre, s¨ª critica a De Blasio por ofrecer ¡°una plataforma p¨²blica a los m¨¢s ruidosos agitadores contra la polic¨ªa¡±.
En el documento, dirigido a un comit¨¦ organizador dem¨®crata al que De Blasio lleva tiempo cortejando, la Sergeants Benevolent Association describe Nueva York como una ciudad invadida por pordioseros, en la que los tiroteos en las calles aumentan mientras disminuye la moral de los agentes encargados de evitarlos. ¡°Mendigos agresivos y estafadores pueblan el metro y Times Square¡±, a?ade Mullins. ¡°La convenci¨®n dem¨®crata debe buscar otro sito donde celebrarse¡±, afirma el escrito. ¡°El alcalde De Blasio no se ha ganado el derecho a ser el anfitri¨®n de un evento tan importante¡±, sentencia.
La respuesta del alcalde no ha hecho esperar. En una comparecencia el martes en Brooklyn, calific¨® de ¡°oportunista e irresponsable¡± el escrito del sindicato, que considera una maniobra de presi¨®n en la actual negociaci¨®n de las condiciones laborales y salariales de los agentes. ¡°Es puro alarmismo para intentar tener una posici¨®n de fuerza en las negociaciones. No avivemos el miedo en la ciudad que todos amamos¡±, pidi¨® el pol¨ªtico dem¨®crata.
No es la primera vez que la asociaci¨®n, que agrupa a unos 5.000 sargentos en activo de la polic¨ªa, intenta llamar la atenci¨®n en plena negociaci¨®n laboral. Lo hizo con el anterior alcalde, Michael Bloomberg, en 2005, en pleno a?o electoral. Sin embargo, en aquella ocasi¨®n, los motivos eran puramente contractuales. En este caso sobrevuela el enfrentamiento por la muerte de Garner y la actitud contraria de De Blasio a determinadas pol¨ªticas de seguridad aplicadas durante dos d¨¦cadas de Administraciones republicanas.
No avivemos el miedo en la ciudad que todos amamos¡±, pidi¨® el pol¨ªtico dem¨®crata.
El nuevo regidor no es partidario de los stop-and-frisk (detener y registrar) aleatorios, que castigan sobre todo a las minor¨ªas hispana y afroamericana, y defiende una actitud intolerante hacia los peque?os delitos en la calle, otra de las pr¨¢cticas defendidas por Bloomberg, siempre y cuando nos castiguen en exceso a determinados segmentos de la poblaci¨®n y no supongan una violaci¨®n de derechos civiles. Esta, fue, adem¨¢s, una de sus promesas electorales. Garner muri¨® cuando iba ser detenido por vender cigarrillos sueltos en la calle.
Pese a todo, De Blasio maneja algunos datos para contrarrestar las duras denuncias del sindicato. Si bien es cierto que los tiroteos han aumentado en la ciudad ligeramente, los homicidios han descendido un 12,3% despu¨¦s caer el 20% el pasado a?o, cuando hubo 335 muertos. Seg¨²n los datos municipales, la criminalidad en general ha bajado un 3,6% en 2014. Otro detalle a favor del alcalde es que el sindicato mayoritario del cuerpo, la Patrolmen¡¯s Benevolent Association, no aparece como firmante del escrito.
El jefe de la polic¨ªa tambi¨¦n consider¨® la carta ¡°desafortunada¡± y se?al¨® que los agentes deben valorar ¡°lo mucho que se hace por ellos¡±, en respuesta a la denuncia del sindicato de que el departamento sufre ¡°exceso de trabajo¡± y est¨¢ ¡°mal pagado¡±. Sin llegar a dar la raz¨®n al sindicato, el jefe Bratton s¨ª admiti¨® que la moral de la polic¨ªa ha bajado tras los ¨²ltimos acontecimientos y las ¡°historias negativas en los medios de comunicaci¨®n¡±.
Los ciudadanos est¨¢n divididos sobre la gesti¨®n que De Blasio hace de las cuestiones policiales. Seg¨²n una encuesta de la Universidad Quinnipiac de Connecticut divulgada por The New York Times, el 46% por ciento de los votantes aprueba su gesti¨®n y el 44% la desaprueba en el cap¨ªtulo de las relaciones entre la polic¨ªa y la ciudadan¨ªa. Una mayor¨ªa del 55% valora bien la forma en que De Blasio maneja las relaciones entre blancos y negros. Los matices llegan cuando se analiza la raza de los sondeados. Hispanos y afroamericamos son, con mucha distancia, quienes mejor valoran el trabajo de su alcalde.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.