Evo Morales cede ante la irreductible Santa Cruz
El l¨ªder boliviano hace concesiones a los dirigentes empresariales para conquistar el basti¨®n opositor
Para un apasionado del f¨²tbol como el presidente boliviano, Evo Morales, estas elecciones no dejan de ser un partido placentero a sabiendas de que se intuye una goleada en el resultado final. Acostumbrado desde hace nueve a?os a no encontrar rival en el terreno electoral, a vencer sin freno, Morales busca ese tanto que redondear¨ªa el marcador electoral. Lo pretende anotar en Santa Cruz, en casa del eterno rival. Aunque sea de penalti, en el descuento y renunciando a su estilo de juego. De lo contrario, supondr¨ªa el gol del honor para una oposici¨®n que se sabe derrotada, pero que quiere evitar la humillaci¨®n.
El departamento de Santa Cruz, en el oriente boliviano, es el motor econ¨®mico del pa¨ªs: concentra el 29% de la actividad empresarial y el pasado a?o contribuy¨® al 28,1% del PIB nacional. Su capital, Santa Cruz de la Sierra, es la m¨¢s poblada ¡ªcon 1.453.549 habitantes, dobla pr¨¢cticamente a La Paz¡ª y la decimocuarta ciudad del mundo con mayor crecimiento. A nivel interno, ha sido el feudo opositor al presidente desde que este alcanz¨® el Palacio Quemado en 2005. Entonces, logr¨® el 33% de los votos. Cuatro a?os despu¨¦s, en los comicios de 2009, el porcentaje aument¨® hasta el 41%. Este domingo, por primera vez, el Movimiento al Socialismo (MAS) parte con una ligera ventaja sobre una oposici¨®n dividida.
"El punto de inflexi¨®n se da en 2009, cuando se consolida la victoria de Evo sobre una propuesta m¨¢s liberal de gesti¨®n como la que quer¨ªa plantear la ¨¦lite de Santa Cruz, un modelo m¨¢s de libre mercado, de democracia occidental", apunta Tuff¨ª Ar¨¦, jefe de redacci¨®n del diario El Deber, uno de los pocos medios independientes que se mantienen en Bolivia. Tras la derrota de 2009, un a?o despu¨¦s del refer¨¦ndum auton¨®mico con el que la conocida como Media Luna (los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija) desafi¨® al Gobierno, muchos de los actores m¨¢s duros de la oposici¨®n cruce?a, como Branko Marinkovic o Manfred Reyes Villa, se vieron obligados a abandonar el pa¨ªs por miedo a ser encarcelados.
Con la oposici¨®n debilitada, sin tensi¨®n en las calles, el siguiente paso era conquistar a la dirigencia empresarial. Durante tres a?os se desarrolla una pol¨ªtica de cesiones y ablandamientos que culmina con una reuni¨®n, en julio de 2013, entre el vicepresidente ?lvaro Garc¨ªa Linera con el sector productivo de Santa Cruz. En el encuentro, el Gobierno hace suya la hoja de ruta que le plantean los empresarios hasta 2025. "Ambos cedemos", concede Demetrio P¨¦rez, presidente de la Asociaci¨®n de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo): "Sin el poder empresarial no se puede salir adelante. Pero el Gobierno tambi¨¦n decide las normas. Quedar estancados no era bueno para ninguno. El beneficiado es el pa¨ªs", a?ade.
Estamos en un momento de totalizaci¨®n de la hegemon¨ªa" Pablo Deheza, analista
"Los sectores radicales consideran que se trata de una claudicaci¨®n. Yo creo que se trata de pragmatismo, a ellos [los empresarios] les interesa preservar su negocio. Los dos han tenido que ganar, pero perdiendo algo. Solo que el Gobierno jam¨¢s va a asumir que pierde nada", opina la periodista Maggy Talavera. El analista Pablo Deheza incide en esta l¨ªnea: "El empresariado, tras la derrota de 2009, se da cuenta de que no aguanta cinco a?os m¨¢s de oposici¨®n. El Gobierno firma la paz con los actores econ¨®micos". Sobre el hecho de que un Ejecutivo con un discurso anticapitalista como el boliviano ceda ante los liberales, Deheza considera: "Estamos en un momento de totalizaci¨®n de la hegemon¨ªa. Tienes que tragarte sapos y culebras porque si no, no la vas a consolidar. El MAS tiene que pasar de ser el partido de unos cuantos al partido de todos. Esto implica reconocer el discurso de los otros e incorporarlo. Est¨¢ consolidando una matriz hegem¨®nica que va a imperar muchos a?os".
Separadas por 850 kil¨®metros y m¨¢s de 20 grados de temperatura estos d¨ªas, La Paz y Santa Cruz resultan dos mundos distintos. Mientras por las calles de la capital se respira ambiente electoral, bien por los carteles y las omnipresentes pintadas en favor de los candidatos, bien por los continuos actos de campa?a, las de Santa Cruz parecen ajenas a los comicios del domingo. "Veo un extra?o clima pol¨ªtico, da la sensaci¨®n de que hay temor por decir a qui¨¦n vas a votar", concede Tuff¨ª Ar¨¦. Uno de los momentos m¨¢s controvertidos de la campa?a se produjo hace unos d¨ªas. El MAS hab¨ªa anunciado que quer¨ªa celebrar su acto final, ayer martes, en el Cristo Redentor, emblema de la lucha por la autonom¨ªa a?os atr¨¢s. Las redes sociales estallaron. La alcald¨ªa asegur¨® que prohibir¨ªa el acto. A muchos les sorprendi¨® que el partido de Evo apenas protestara la decisi¨®n. Quiz¨¢s porque sabe que cualquier movimiento en falso puede suponer un gol en contra.
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