El frente sirio radical engulle un pedazo al este de L¨ªbano
Al Nusra y el Estado Isl¨¢mico se parapetan en el enclave liban¨¦s de Ersal
Afiliado y enlace del Frente Al Nusra en L¨ªbano, el jeque Mostaf¨¢ Hujeiri, en la sesentena, tambi¨¦n conocido como Abu Taqiye, est¨¢ buscado por el Ej¨¦rcito liban¨¦s. En su mezquita de Ersal, localidad a escasos kil¨®metros de Siria, varios hombres guardan la entrada. En el s¨®tano se halla el primer hospital de Ersal en cuyas camillas se han atendido tanto a civiles como a rebeldes sirios. Unas escaleras de cemento llevan a la ¨²ltima planta donde Abu Taqiye, vestido con una larga abaya marr¨®n, recibe a un mediador para negociar la liberaci¨®n de los 26 soldados libaneses capturados por el Estado Isl¨¢mico (EI) y el Frente Al Nusra.
Oasis sun¨ª en medio de una regi¨®n mayoritariamente chi¨ª y controlada por la milicia-partido Hezbol¨¢, Ersal es hoy parte de la guerra que se libra en la regi¨®n siria de Calam¨²n y que se extiende a trav¨¦s de la explanada de la Bekaa hasta L¨ªbano. Los milicianos de Hezbol¨¢ combaten junto con el r¨¦gimen sirio. Los de Ersal lo hacen junto a los rebeldes. El pasado 2 de agosto, centenares de yihadistas de Al Nusra y del EI atacaron varias posiciones del Ej¨¦rcito liban¨¦s en Ersal. Tras cinco d¨ªas de duros combates, y m¨¢s de un centenar de muertos, los yihadistas se replegaron a las monta?as llev¨¢ndose consigo a 36 uniformados. Tres de ellos han sido ejecutados y siete liberados.
¡°El mejor acuerdo para Al Nusra vendr¨ªa de la mano de Qatar, que adem¨¢s siempre paga. Pero Qatar nos acaba de decir que se retira porque no hay ni voluntad pol¨ªtica ni Gobierno en L¨ªbano¡±, comenta el jeque. El mediador contabiliza ocho soldados en manos del EI y 18 en las de Al Nusra. Las condiciones de los pol¨ªticos libaneses son las siguientes, seg¨²n ¨¦l: ¡°No deber¨ªa haber ning¨²n combatiente armado en Ersal y el Ej¨¦rcito no deber¨ªa entrar en los campamentos de refugiados¡±.
La conversaci¨®n prosigue en torno a otras demandas de Al Nusra. ¡°Est¨¢ el tema de los hermanos presos en la c¨¢rcel de Roumie. Son 45. Necesitamos tambi¨¦n seguridad para los habitantes de Ersal. B¨¢sicamente volver a la situaci¨®n anterior¡±, prosigue Mostaf¨¢.
Regresar a la era anterior se antoja m¨¢s un sue?o que una realidad. Siria parece haber engullido a este pedazo del L¨ªbano en el que tres de cada cuatro habitantes son refugiados sirios y en cuyo interior se pueden encontrar decenas de combatientes de Al Nusra y yihadistas del EI, pero ni un s¨®lo uniformado liban¨¦s. La ciudad permanece cercada por las tropas libanesas y tan s¨®lo los locales no buscados est¨¢n autorizados a salir y entrar. Cooperantes, periodistas y extranjeros tienen sus puertas prohibidas. Los locales prosiguen su vida en medio de las festividades musulmanas.
¡°Los del Estado (por el EI) son minor¨ªa. Nusra es quien dirige las operaciones y el l¨ªder Abu Malek quien da las ¨®rdenes¡±, asegura el jeque, que est¨¢ en permanente contacto con Abu Malek y le visita en las monta?as fronterizas que sirven de guarida a unos 5.000 combatientes. A diferencia del resto de Siria, en Calam¨²n y en L¨ªbano, el EI y Al Nusra coordinan las operaciones. ¡°En Siria, los combatientes se ven asediados por el Ej¨¦rcito sirio y Hezbol¨¢. En L¨ªbano por el Ej¨¦rcito liban¨¦s y Hezbol¨¢. Abu Malek ha decidido que la uni¨®n servir¨¢ mejor a la lucha que excluir al EI¡±, asevera el jeque.
El dossier de los soldados capturados aparece hoy como un grano de arena ante una monta?a mucho mayor. Pocas horas antes, se pod¨ªa o¨ªr el tronar de los combates. Combatientes de Al Nusra atacaban de d¨ªa y por sorpresa a varias posiciones de Hezbol¨¢ en la localidad de Britel, en la explanada de la Bekaa. J¨®venes seguidores de Al Nusra apostados a las puertas de la mezquita conversan animadamente intercambi¨¢ndose los m¨®viles. ¡°Est¨¢n subiendo ahora el v¨ªdeo de la operaci¨®n. Ha ca¨ªdo uno de los nuestros [por Al Nusra], de aqu¨ª, de Ersal, y 18 de Hezbol¨¢. Tenemos tres heridos pero el Ej¨¦rcito no los ha dejado entrar al hospital de Ersal¡±, comenta uno de los j¨®venes. Hezbol¨¢ anunciaba la muerte de ocho de sus milicianos mientras que aseguraba haber acabado con una docena de yihadistas. ¡°Ahora L¨ªbano sabr¨¢ que Hezbol¨¢ no es invencible¡±, interrumpe otro. ¡°Pensaban que cercando Ersal matar¨ªan Al Nusra de hambre. Pues ahora se ataca en su propio territorio chi¨ª¡±, a?ade un tercero.
Interrogado sobre el siguiente paso, el negociador barre el aire con un gesto de mano, como rechazando todo escenario optimista: ¡°La guerra ya esta aqu¨ª. Los rebeldes han atacado a Hezbol¨¢ en sus poblados chi¨ªs en L¨ªbano para que se replieguen y retiren sus hombres de Siria. Eso abrir¨ªa el campo para que los rebeldes se acerquen a Damasco y retomen Calam¨²n. Pero ahora, Hezbol¨¢ no va a dar marcha atr¨¢s, y Nusra y el EI van a proseguir los ataques en L¨ªbano¡±.
Los cristianos se unen a Hezbol¨¢
¡°Daesh [Estado Isl¨¢mico de Irak y el Levante por sus siglas en ¨¢rabe] ya esta aqu¨ª, a 20 kil¨®metros¡±, espeta Georges, miembro de la defensa civil de un poblado cercano a Zahle que, pistola al cinto, se?ala hacia la frontera con Siria. La carretera que recorre el valle de la Bekaa se ha convertido en un camino custodiado por todoterrenos de cristales tintados que transportan bien combatientes de Hezbol¨¢, bien milicianos cristianos.
A las dos de la tarde del domingo, combatientes de Al Nusra abandonaban las monta?as que separan Siria del L¨ªbano para atacar varias posiciones de la milicia-partido chi¨ª Hezbol¨¢, aliada del r¨¦gimen de Bachar el Asad. Entre las poblaciones chi¨ªes de la Bekaa se encuentra tambi¨¦n una mir¨ªada de poblados cristianos. El horror sembrado en Irak y Siria por el EI han exacerbado el p¨¢nico entre los cristianos libaneses (40% de la poblaci¨®n) no s¨®lo en la frontera sino tambi¨¦n entre la clase pol¨ªtica de Beirut.
Entre los aliados cristianos de la milicia chi¨ª se encuentran el Partido Social Nacionalista Sirio y el Movimiento Patri¨®tico Libre del general Michel Aun. Otras minor¨ªas como la drusa tambi¨¦n barajan abiertamente una defensa civil armada si el Ej¨¦rcito fracasa en frenar al yihadismo en L¨ªbano.
¡°Patrullamos por las noches para evitar infiltraciones. Si Daesh corta cabezas nosotros cortaremos las suyas. Tenemos 15 a?os de experiencia en la guerra civil [1975-1990]. Pero los terroristas no lograr¨¢n pasar la barrera de Hezbol¨¢ que nos protege¡±, asegura Charbel, otro joven de la patrulla. ¡°Las milicias cristianas no disponen de m¨¢s armas que las personales y hace a?os que no combaten. Hezbol¨¢ est¨¢ entrenando a aquellos que lo solicitan por si tuvieran que defender sus propios pueblos¡±, asegura un cercano a Hezbol¨¢.
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