Caracas no controla a sus cachorros
El asesinato del l¨ªder de un grupo armado chavista en un enfrentamiento con la polic¨ªa reabre el debate sobre las organizaciones populares que apoyan al Gobierno
A las cinco de la ma?ana del martes la polic¨ªa cient¨ªfica venezolana bloque¨® una de las calles c¨¦ntricas de Caracas para registrar la sede del colectivo Escudo de la Revoluci¨®n. El colectivo es una organizaci¨®n social de vieja data en el sector 23 de enero de la capital de Venezuela, pero en los ¨²ltimos a?os se han creado r¨¦plicas en todo el pa¨ªs, y sus integrantes son depositarios de una fama inc¨®moda. Muchos son solo promotores de actividades culturales y deportivas, pero otros han mutado en bandas armadas que han sustituido al Estado en labores de orden p¨²blico y seguridad. La pregunta que se hace la opini¨®n p¨²blica es si el monstruo que aliment¨® el Gobierno como modo de control social se le escapa de las manos.
Esa certeza ha resurgido tras el operativo policial del martes, que dur¨® ocho horas y tuvo dos fases muy diferentes: durante la primera falleci¨® Carmelo Gonz¨¢lez, el l¨ªder de Escudo de la Revoluci¨®n, quien a esa hora dorm¨ªa junto a su mujer. M¨¢s tarde, a media ma?ana, al enterarse de lo que hab¨ªa ocurrido, Jos¨¦ Odrem¨¢n, l¨ªder del colectivo 5 de marzo, se present¨® en el lugar y declar¨® dos veces a la prensa: en la primera comparecencia mostr¨® a una televisi¨®n local c¨®mo la polic¨ªa habr¨ªa alterado las evidencias tras matar a su camarada Gonz¨¢lez. En la segunda responsabiliz¨® al ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodr¨ªguez Torres, de lo que pudiera ocurrirle y prometi¨® que al d¨ªa siguiente convocar¨ªa una manifestaci¨®n de todos los colectivos en rechazo a la actuaci¨®n policial. No tuvo tiempo de organizarla. Dos horas despu¨¦s la versi¨®n policial indica que Odrem¨¢n secuestr¨® a tres agentes que apoyaban las operaciones y falleci¨® durante su rescate. Sus familiares, en cambio, afirman que fue asesinado con 20 balazos de armas largas y cortas. Otros tres miembros de las organizaciones chavistas tambi¨¦n fallecieron.
Los periodistas que cubrieron el enfrentamiento ¡ªque dur¨® ocho horas¡ª pensaban que el registro de la sede del colectivo ten¨ªa que ver con las pesquisas por el asesinato el 1 de octubre de Robert Serra, diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela, y su asistente Mar¨ªa Herrera. Con el paso de las horas el director de la polic¨ªa cient¨ªfica, Jos¨¦ Gregorio Sierralta, desminti¨® esa versi¨®n y dijo que se trataba de un operativo relacionado con otro caso. En realidad, agreg¨® Sierralta, la polic¨ªa hab¨ªa desarticulado una banda de hampones comandada por Odrem¨¢n, a quien acusaban de homicida y ladr¨®n de veh¨ªculos.
No son las primeras muertes de l¨ªderes de estos grupos. El 12 de febrero pasado, al finalizar una manifestaci¨®n opositora en el centro de Caracas, asesinaron a Juan Montoya, l¨ªder del Secretariado Revolucionario de Venezuela. Aunque el Gobierno trat¨® de responsabilizar a la oposici¨®n de la muerte, las investigaciones se?alan a uno de sus lugartenientes, Hermes Barrera.
Que se calificara a Odrem¨¢n como un delincuente fue una sorpresa para propios y extra?os. En su cuenta de Twitter colgaba fotograf¨ªas que probaban su cercan¨ªa con el Gobierno: hay im¨¢genes con la primera dama Cilia Flores, con el malogrado parlamentario Serra, con el comandante Hugo Ch¨¢vez y con el exvicepresidente Jos¨¦ Vicente Rangel. Odrem¨¢n declaraba a la prensa desde el b¨²nker de la antigua sede de la comandancia de la Polic¨ªa Metropolitana de Caracas, que funciona como un centro de operaciones de m¨¢s de 100 colectivos, de acuerdo con un reportaje publicado por el diario El Nacional. En estos tiempos de cr¨®nica escasez de toda clase de bienes y servicios en Caracas, esta pieza cuenta c¨®mo los colectivos evitan que los vecinos se l¨ªen a golpes cuando llegan los alimentos a los supermercados, pero tambi¨¦n revela c¨®mo atracan en masa a los vecinos y extorsionan a los comerciantes.
El enfrentamiento entre la polic¨ªa cient¨ªfica y los grupos armados del chavismo reabre el debate sobre la evidente p¨¦rdida de la hegemon¨ªa de la violencia por parte del Estado. En esa discusi¨®n sobresale una pregunta: ?no es pertinente hablar de la actuaci¨®n a cara descubierta de bandas paramilitares en Venezuela? La abogada Roc¨ªo San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano, cree que s¨ª: ¡°Cabe usar esa definici¨®n, considerando la f¨®rmula, la actuaci¨®n, el control territorial, la capacidad de ejecutar acciones sostenidas y concertadas y de tener mandos y l¨ªderes identificables. El Estado perdi¨® control sobre esos grupos¡±, dijo. El Gobierno no hace el mismo diagn¨®stico. Cree que la base organizada que le apoya es v¨ªctima de una campa?a de la prensa opositora.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.