El califato lleva el terror a Bagdad

Tres coches bomba mataron ayer a 27 personas en un barrio de Bagdad habitado principalmente por chi¨ªes, seg¨²n fuentes hospitalarias y policiales citadas por las agencias de noticias. Con ellas se elevan a dos centenares los fallecidos durante los ¨²ltimos diez d¨ªas en atentados dirigidos contra esa comunidad. De la mayor¨ªa se ha responsabilizado el grupo Estado Isl¨¢mico (EI) que, tras hacerse con el control de amplias zonas del norte de Irak y de la vecina Siria, est¨¢ aumentando su presi¨®n sobre la capital iraqu¨ª y poniendo contra las cuerdas al Gobierno de Haider al Abadi.

Al menos 18 personas murieron en Talbiyah, al noreste de Bagdad, cuando dos coches bomba estallaron en la entrada y el aparcamiento de un restaurante. Un tercer veh¨ªculo explot¨® poco despu¨¦s al paso de una patrulla policial, inform¨® France Presse. Ese mismo barrio ya sufri¨® un atentado similar cuando un suicida empotr¨® su veh¨ªculo contra un puesto de control el pasado jueves y mat¨® a siete polic¨ªas y cinco civiles. Adem¨¢s, otras nueve personas perecieron ayer en tres explosiones en las proximidades de otras tantas casas de comidas en la zona de Sheij Omar y en el sur de la ciudad, seg¨²n Reuters.

El acoso a la ciudad desgasta al nuevo primer ministro Al Abadi

Los atentados, que tambi¨¦n dejaron medio centenar de heridos, parecen enviar un mensaje a la comunidad chi¨ª, que suma dos tercios de la poblaci¨®n de Irak. En todos los casos, se produjeron en barriadas donde viven casi en exclusiva seguidores de esa rama del islam. Adem¨¢s, su cadencia ha aumentado a medida que se acerca la cita m¨¢s importante de su calendario religioso, la Ashura. Desde que el derrocamiento de Saddam Husein en 2003 permiti¨® su celebraci¨®n con libertad, esa festividad, que conmemora el martirio del imam Husein, ha sido objeto de algunos de los ataques m¨¢s sangrientos de los extremistas sun¨ªes.

La ¨²ltima encarnaci¨®n de esos radicales, el EI, ha lanzado un ¨®rdago al Gobierno de Bagdad desde el pasado junio, cuando tom¨® Mosul explotando la desafecci¨®n de la comunidad ¨¢rabe sun¨ª. Ahora, la creciente violencia, que ha desatado el temor a una nueva guerra sectaria como la que sacudi¨® Irak a mediados de la d¨¦cada pasada, se produce tras los nuevos avances de ese grupo en la provincia de Al Anbar. En las ¨²ltimas semanas, sus milicianos se han hecho con el control de Hit y consolidado su control de la regi¨®n sun¨ª que se extiende por el noroeste, entre la provincia de Bagdad y las fronteras de Siria, Jordania y Arabia Saud¨ª.

Su proximidad a la capital ha hecho temer por la seguridad de ¨¦sta. Aunque no parece que tengan capacidad para asaltarla, ya que se encuentra mejor defendida y su poblaci¨®n no les es favorable, sus acciones desgastan al nuevo primer ministro, Al Abadi, que est¨¢ tratando de poner en marcha un Gobierno incluyente que represente a todas las comunidades. En las pasadas semanas han logrado disparar varias granadas de mortero contra la Zona Verde, donde se sit¨²an la Embajada de EEUU y varios ministerios.