Colombia viene

A principios de siglo M¨¦xico ten¨ªa un ¨ªndice de menos de 10 homicidios por 100.000 habitantes y a?o y Colombia a¨²n contabilizaba alrededor de 50. Hoy M¨¦xico pasa largamente de 20 y Colombia pugna por bajar de los 30. Si la historia no cambia de signo la gr¨¢fica podr¨ªa un d¨ªa cruzarse, los unos empeorando, los otros ara?ando cada punto de alivio. Es lo que podr¨ªa haberse llamado la colombianizaci¨®n de M¨¦xico y que hoy desmiente el proceso de paz con las FARC. Y la reciente desaparici¨®n de 43 estudiantes de Magisterio en Iguala (Guerrero), que ha provocado la violenta protesta de sus compa?eros contra una Polic¨ªa Municipal responsable de lo que muchos ya temen que sea la muerte de todos ellos, recuerda al presidente Enrique Pe?a Nieto que su ambicioso plan de modernizaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica deber¨ªa comenzar con la recuperaci¨®n por parte del Estado del monopolio de la violencia.

M¨¦xico ha estado hist¨®ricamente mal servido de fuerza p¨²blica, si no en su n¨²mero, s¨ª al menos en su eficacia. Y una polic¨ªa inoperante y mal pagada constitu¨ªa un vac¨ªo extraordinariamente apetecible para el narco, que ya en los a?os noventa desbordaba el marco exclusivamente colombiano, para instalarse con especial virulencia en Guerrero, Michoac¨¢n y Tamaulipas. El jefe de Guerreros Unidos, la banda m¨¢s activa de narcotraficantes en la zona, que hoy est¨¢ detenido, era quien pagaba la n¨®mina de la fuerza p¨²blica municipal. El narco era ya, mucho m¨¢s que una fuerza dedicada a la explotaci¨®n del negocio de la droga, un aspirante a orde?ar la riqueza local que cobraba directamente los tributos de la ciudadan¨ªa. La prensa mexicana ha publicado que en Michoac¨¢n se apropiaba del 30% del presupuesto anual de obra p¨²blica, y del 20%, como coima regularizada, de la n¨®mina de la burocracia estatal.

No se trata tan solo de contaminaci¨®n de las estructuras del poder, sino de la ocupaci¨®n por el crimen organizado de ese territorio, con la necesaria complicidad de todos sus paniaguados. Y eso explica el porqu¨¦ de la matanza o desaparici¨®n de los 43 estudiantes: lo que libra el narco es una guerra preventiva, un aviso a la sociedad de que cuando cuerpos ciudadanos con alguna articulaci¨®n societaria como los alumnos de la Escuela Normal tratan de disputarles la cancha, la reacci¨®n es particularmente brutal para que tome nota el pa¨ªs; lo que en la extorsi¨®n sistem¨¢tica de comerciantes, que tambi¨¦n practican, se llama el derecho de piso.

As¨ª, mientras Pe?a Nieto lucha por aplicar su m¨²ltiple reforma ¡ªenerg¨¦tica, pol¨ªtica, fiscal, de telecomunicaciones y educativa¡ª ve c¨®mo le estalla Guerrero, como hace 20 a?os, en 1994, estallaba la revuelta zapatista de Chiapas, momento a partir del cual cabr¨ªa datar la cuesta abajo del Estado mexicano.

El escritor H¨¦ctor Aguilar Cam¨ªn ha escrito que urge una redefinici¨®n del papel del Estado frente a esa tentacular amenaza, o, posiblemente mejor, una refundaci¨®n, como la que el propio presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha presentado como objetivo del proceso de paz, y est¨¢ frecuentemente en boca de los bolivarianos: Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, y Nicol¨¢s Maduro en Venezuela. M¨¦xico es por ello cada d¨ªa m¨¢s un pa¨ªs latinoamericano.