Muere Ben Bradlee, el director que encumbr¨® ¡®The Washington Post¡¯
El periodista dirigi¨® la cobertura del 'caso Watergate', que forz¨® la dimisi¨®n de Nixon
El mundo del periodismo acaba de despedir a una de sus m¨¢s grandes figuras. Ben Bradlee, director del diario The Washington Post y responsable de la investigaci¨®n del ¡®caso Watergate¡¯ que acabar¨ªa forzando la dimisi¨®n del presidente Richard Nixon, falleci¨® este martes en su residencia de la capital a los 93 a?os. Washington ha quedado as¨ª hu¨¦rfana de una de las haza?as period¨ªsticas que marcaron la trayectoria de un peri¨®dico, de una ciudad y de todo un pa¨ªs.
Ning¨²n otro periodista estadounidense ha logrado igualar desde entonces esa carta de presentaci¨®n: el director del diario que destap¨® un esc¨¢ndalo de tal magnitud como para provocar la dimisi¨®n de un presidente. En Estados Unidos. La ¨²nica vez que ha ocurrido en la historia. A Bradlee, director del Post desde 1968 hasta 1991, tambi¨¦n se le atribuye haber convertido el diario en una de las tres cabeceras m¨¢s le¨ªdas y respetadas del pa¨ªs. El reto era inalcanzable hasta ese momento, a pesar de que la redacci¨®n se encuentra a pocas manzanas de la Casa Blanca, en el coraz¨®n de la ciudad, en la capital de la naci¨®n m¨¢s poderosa del mundo.
Desde entonces, entrar en la redacci¨®n del Post es pisar los pasillos en los que Bradlee conjuraba con Katharine Graham, entonces presidenta de la compa?¨ªa due?a del diario, hasta provocar la ca¨ªda de Nixon. Es caminar entre las mesas en las que dos uno y otro repart¨ªan avances de la investigaci¨®n entre dos periodistas cuyas carreras tambi¨¦n quedar¨ªan vinculadas para siempre a este triunfo del periodismo sobre el poder y la corrupci¨®n: Bob Woodward y Carl Bernstein.
¡°La historia del Washington Post moderno comienza el d¨ªa en que Kay Graham le nombr¨® director. ?l era el mejor¡±, declar¨® este martes Donald Graham, expresidente de la compa?¨ªa due?a del diario hasta su venta a Jeff Bezos hace un a?o. ¡°Presion¨® tanto como se pudo presionar para publicar los ¡®Papeles del Pent¨¢gono, lider¨® al equipo del ¡®caso Watergate¡¯. E hizo mucho m¨¢s. Su ambici¨®n para mejorar el peri¨®dico todav¨ªa se respira en cada rinc¨®n de la redacci¨®n¡±.
Hace tiempo que el Post no cosecha los ¨¦xitos de aquella ¨¦poca, pero ninguna otra cabecera cuenta con las mismas credenciales, nadie m¨¢s puede presumir de haber cumplido el sue?o que comparten periodistas de todo el mundo, sacudiendo las esferas del poder como cuando ellos airearon la corrupci¨®n de la campa?a electoral de Nixon. S¨ª se hizo realidad para Bradlee, convertido para siempre, junto a Nixon, en nombre propio de una exclusiva que inspirar¨ªa a generaciones de reporteros durante d¨¦cadas.
Bradlee lleg¨® hasta lo m¨¢s alto despu¨¦s de trabajar como repartidor de peri¨®dicos en Beverly, su ciudad natal, en el Estado de Massachusetts. El a?o pasado fue condecorado con la Medalla de la Libertad, el m¨¢s alto m¨¦rito civil reconocido en EE UU. El presidente Obama entregaba los honores a un veterano de la Segunda Guerra Mundial que, al regresar a casa, ¡°sigui¨® luchando por las libertades¡±. ¡°Su pasi¨®n por la veracidad y su incansable b¨²squeda de la verdad siguen estableciendo las bases del periodismo¡±, reconoci¨® entonces el presidente ante uno de los periodistas m¨¢s respetados de su generaci¨®n.
El periodismo estadounidense, de luto este martes, es un coro de voces de admiraci¨®n y reconocimiento de la labor de Bradlee. Tras su paso por el frente en el Pac¨ªfico durante la guerra de Vietnam, Bradlee ser¨ªa corresponsal de la revista Newsweek en Europa. De regreso a Washington ayud¨® a la familia Graham a hacerse con el Post. Su presidenta, Kay Graham -hija del primer due?o- le nombr¨® director. El legado de Bradlee, m¨¢s all¨¢ del premio Pulitzer que le vali¨® la cobertura del ¡®caso Watergate¡¯, es el de un director al que se atribuye haber contagiado a toda la redacci¨®n con la ambici¨®n de contar historias y convertir as¨ª un peri¨®dico en una instituci¨®n, un oficio en un pilar de la democracia.
Para Woodward, el fallecimiento de Bradlee es el hecho que verdaderamente marca el final del siglo XX. ¡°No hay comparaci¨®n, ¨¦l fue el editor del siglo XX¡±, declar¨® a POLITICO. Su compa?ero en el 'caso Watergate', Bernstein, le acredita con la responsabilidad de haber cambiado no s¨®lo el peri¨®dico, sino c¨®mo se entiende y define el periodismo desde entonces. ¡°Construy¨® una instituci¨®n¡±, recuerda hoy David Remnick, periodista en pr¨¢cticas durante el verano en que Bradlee destap¨®, junto a Woodward y Bernstein, el esc¨¢ndalo del caso Watergate. ¡°Ese peri¨®dico no era nada antes de que ¨¦l llegara. Ni siquiera era el mejor peri¨®dico en Washington. Se convirti¨® en el segundo diario de la naci¨®n. Le dio toda su ambici¨®n¡±.
Siempre al lado de Katharine Graham, el legado de Bradlee es tambi¨¦n el de una disputa legal con el gobierno estadounidense que transformar¨ªa para siempre la relaci¨®n entre los medios y el poder. Director y presidenta derrocharon determinaci¨®n al publicar los ¡®Papeles del Pent¨¢gono¡¯, la exclusiva que destapar¨ªa junto a The New York Times la historia secreta de la guerra de Vietnam. A pesar de las amenazas de la Administraci¨®n Nixon, ambas publicaciones defendieron su caso hasta el Tribunal Supremo. Su victoria reforz¨® a¨²n m¨¢s los ya poderosos pilares de la libertad de prensa estadounidense.
Bradlee logr¨® duplicar las cifras de circulaci¨®n del peri¨®dico en los 26 a?os que fue su director y lo convirti¨® en un diario con delegaciones en buena parte del mundo, algo a lo que no hab¨ªa podido aspirar hasta entonces. Su figura representa adem¨¢s la poderosa influencia que ejerci¨® el peri¨®dico cuando ¨¦l era su director y coincidiendo tambi¨¦n con la presidencia de Kay Graham al frente de la compa?¨ªa. El Post marcaba la actualidad informativa de la ciudad de la misma manera que dictaba el ritmo de su vida social. Graham nunca escondi¨® sus conversaciones con el presidente Lyndon B. Johnson y Bradlee conserv¨® su amistad con John F. Kennedy.
La familia de Bradlee inform¨® este martes de su fallecimiento por causas naturales. Su esposa revel¨® este verano que Bradlee sufr¨ªa demencia, que estaba ingresado y no le quedaba mucho tiempo. El diagn¨®stico hab¨ªa llegado recientemente, pero ella describi¨® la detecci¨®n de los primeros s¨ªntomas como ¡°la experiencia m¨¢s horrible que he tenido hasta ahora¡±. Bradlee contrajo matrimonio en tres ocasiones y tuvo cuatro hijos. El primog¨¦nito, Ben Bradlee Jr. llegar¨ªa a ser director del diario The Boston Globe.
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