En defensa del periodismo
No son pocas las personas que acusan a la prensa brasile?a de golpista. Seg¨²n ¨¦stas, los medios de comunicaci¨®n se dedican a hacer campa?a contra el Gobierno, idea que deviene de una d¨¦cada de ret¨®rica sistem¨¢tica del Estado contra la labor de la prensa. A fin de cuentas, se trata de un ataque al periodismo, es decir, a los periodistas que realizan su labor, la cual siempre es fiscalizar al poder.
En el caso brasile?o, el PT que se encuentra a cargo de la presidencia hace 12 a?os. En Argentina, los Kirchner est¨¢n en el poder hace m¨¢s de una d¨¦cada, y en Venezuela el chavismo se perpet¨²a en el poder desde 1998. Aun as¨ª, es com¨²n a esos Gobiernos presentarse como v¨ªctimas constantes de golpistas, incluso cuando tienen un control extendido sobre el Gobierno y aumentan constantemente su influencia sobre la sociedad. Es una estrategia poderosa. El discurso de la fragilidad les permite acumular cada vez m¨¢s poder.?
En Brasil, la divisoria de aguas en este sentido fue el discurso del expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva proferido en Quixada, Estado de Cear¨¢, en agosto de 2005. En aquel momento, el Gobierno enfrentaba el inicio de la crisis del ¡°mensal?o¡± ¡ª la trama de compra de apoyo pol¨ªtico en el Congreso ¡ª que acab¨® siendo condenado por el Supremo Tribunal Federal a?os m¨¢s tarde. Por primera vez y de forma sistem¨¢tica, Lula atac¨® el trabajo de la prensa, llamando a los periodistas ¡°p¨¢jaros de mal ag¨¹ero¡±, en una referencia a los cr¨ªticos de otro presidente brasile?o, Get¨²lio Vargas. "Hay p¨¢jaros de mal ag¨¹ero que no quieren ver el dedo que est¨¢ frente a sus narices. Igualmente voy a continuar hablando y ser¨¦ ¡®radio pe¨®n¡¯ para daros a vosotros informaciones¡±, discurs¨® el entonces primer mandatario.?
Los l¨ªderes pol¨ªticos de Venezuela y Argentina se presentan como v¨ªctimas?constantes de golpistas, incluso cuando tienen un control extendido sobre el Gobierno
Ahora, d¨ªas antes del segunda vuelta, la prensa inform¨® que Lula y la presidente Dilma Rousseff sab¨ªan sobre los millonarios desv¨ªos de recursos de Petrobras, la empresa estatal petrol¨ªfera brasile?a. Dilma fue a la televisi¨®n a atacar a la revista que brind¨® primero la informaci¨®n. Como resultado, v¨¢ndalos atacaron la sede de la editora.?
Los que suscriben de la tesis del golpismo deber¨ªan observar los nombres de los periodistas que firman las notas. En el caso m¨¢s reciente, la materia de la revista VEJA fue profundizada por algunos de los m¨¢s experimentados y renombrados periodistas de investigaci¨®n del pa¨ªs. Por su parte, en el peri¨®dico Folha de S?o Paulo, Mario Cesar Carvalho trajo nuevos detalles sobre el tema, as¨ª como Fausto Macedo en O Estado de S?o Paulo. Ambos poseen d¨¦cadas de carrera profesional, habiendo publicando incontables primicias, independientemente del color partidario de los mismos.?
Ahora bien, ?por qu¨¦ las informaciones fueron publicadas d¨ªas antes de la elecci¨®n? Por una simple cuesti¨®n temporal. El testimonio que revel¨® las acusaciones fue dado el martes de esa semana y, por lo tanto, habr¨ªa sido imposible conocer sobre el tema antes del martes. La primera publicaci¨®n es solo un paso de la investigaci¨®n que se prolonga en la prensa.?
La tesis que los periodistas tienen como objetivo perjudicar al Gobierno es de inter¨¦s solo de los propios Gobiernos
Producir buen periodismo requiere t¨¦cnica y paciencia. El trabajo de los hombres de prensa no es nada f¨¢cil. Descubrir esas informaciones incluye conversar con decenas de personas que tuvieron acceso a las mismas, cruzar datos y afirmaciones y buscar documentos. Ello no se hace de un d¨ªa para el otro. Adem¨¢s, la constante presi¨®n pol¨ªtica contra el supuesto golpismo y las constantes amenazas sobre las fuentes hace que las mismas tengan cada vez m¨¢s recelo de hablar con la prensa. Muchos creen que tienen sus tel¨¦fonos intervenidos y/o que son seguidos en sus desplazamientos.?
La tesis que los periodistas tienen como objetivo perjudicar al Gobierno es de inter¨¦s solo de los propios Gobiernos. Recientemente, en el encuentro de periodismo de investigaci¨®n latinoamericano realizado en M¨¦xico, fueron expuestos impresionantes trabajos sobre diversas investigaciones llevadas a cabo por la prensa. En Argentina, por ejemplo, el Gobierno acus¨® a algunos periodistas de intentar desestabilizar a la presidente del pa¨ªs. No casualmente, son los mismos periodistas que revelaron que los Kirchner recibieron pagos millonarios en sus hoteles con dinero originado en uno de los mayores proveedores del gobierno.?
Por su parte, en El Salvador, los ¡°golpistas¡± revelaron que un ex presidente se enriqueci¨® mientras estaba en el cargo y construy¨® durante sus a?os en el Gobierno una de las mayores mansiones del pa¨ªs. En Per¨², otro periodista supuestamente contrario al oficialismo dio a conocer que la familia de un tambi¨¦n ex mandatario aument¨® su patrimonio inmobiliario de forma sospechosa.?
Es com¨²n, adem¨¢s de la corrupci¨®n, la respuesta oficial, un supuesto intento de golpe. Tambi¨¦n es com¨²n el hecho que los periodistas dedicaron meses y a?os de sus vidas a esas investigaciones. Muchos enfrentaron amenazas y presiones oficiales, adem¨¢s del riesgo de ser procesados y condenados por errores e informaciones no ver¨ªdicas. Son los hombres y mujeres de prensa que corren peligros por ir detr¨¢s de esas historias y son ellos quienes tienen algo muy valioso para perder: la reputaci¨®n de su nombre, sino su propia vida. De hecho, en 2013 Brasil se convirti¨® en el pa¨ªs con mayor n¨²mero de periodistas muertos, sobrepasando a M¨¦xico.?
Antes de hacerse parte de las acusaciones de golpismo, hay que saber qui¨¦n es el periodista. Es que, como dijo George Orwell, periodismo es publicar lo que los poderosos de turno no quieren ver publicado. El resto es publicidad.?
Fernando Mello es periodista y estudiante de maestr¨ªa en la Universidad Georgetown. En 2013, gan¨® el Premio de Reportaje en Profundidad de la Sociedad Interamericana de Prensa. En 2014, gan¨® uno de los Premios Latinoamericanos de Periodismo Investigativo.
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