El Greco hace las Am¨¦ricas
Estados Unidos se une a las celebraciones del 400 aniversario de la muerte del pintor con exposiciones en Washington y Nueva York
Tras Espa?a, tambi¨¦n Estados Unidos quiere celebrar a El Greco, un pintor que ha fascinado a artistas y coleccionistas de este pa¨ªs por igual en el ¨²ltimo siglo. Y lo hace con tres exposiciones que abren a partir de este domingo en Washington y Nueva York y que apuestan por proponer una nueva mirada a un artista m¨¢s presente que nunca, pese a su muerte hace cuatro siglos en la ciudad espa?ola de Toledo.
La National Gallery of Art de Washington abre la serie de homenajes norteamericanos a Domenikos Theotokopoulos, El Greco, (1541-1614) con una exposici¨®n de 11 pinturas acompa?adas de un documental sobre su vida y obra que estar¨¢ abierta al p¨²blico hasta el 16 de febrero de 2015. Dos d¨ªas m¨¢s tarde, el martes 4, abren sus propios homenajes al artista de origen griego la Frick Collection y el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.
Entre las 11 obras expuestas en Washington, la Galer¨ªa se jacta de una joya que prest¨® al Museo del Prado en Madrid durante las celebraciones espa?olas de El Greco y que acaba de regresar del pa¨ªs de adopci¨®n del artista de origen griego: su misterioso Laoconte, la ¨²nica obra mitol¨®gica del pintor.
A diferencia del resto de las pinturas expuestas, el Laoconte cuelga solo en una de las paredes de la sala. Una decisi¨®n tomada por el curador de la muestra, David Alan Brown, debido a que considera que as¨ª se hace patente que este cuadro ¡°desconcertante e inquietante¡± es ¡°¨²nico¡± en la extensa obra del artista.
Y es que la National Gallery of Art ha decidido en esta muestra apostar por una mirada diferente al artista: las obras -procedentes una parte de su propia colecci¨®n y otras prestadas por museos cercanos- han sido ordenadas de forma tem¨¢tica, lo que permite entre otros apreciar su ¡°intensidad espiritual¡± cuando retrata algunos de sus famosos santos en ¡°actitud ferviente¡±, explica Brown.
Otra diferencia: el curador recomienda encarecidamente que los visitantes no se limiten a ver los cuadros expuestos, sino que hagan tiempo para sentarse a ver la media hora de metraje del documental ¡°El Greco, la odisea de un artista¡± que recorre la vida y formaci¨®n del pintor desde su Creta natal hasta su asentamiento en la ciudad espa?ola de Toledo tras una estancia en Italia. Para Brown, la cinta ¡°complementa¡± la exposici¨®n. Pinturas y documental combinados permiten ¡°redescubrir la grandeza¡± de un pintor que, asegura, hoy al igual que hace cuatro siglos, ¡°no deja indiferente a nadie¡±.
Y mucho menos a los coleccionistas de arte estadounidenses de comienzos del Siglo XX, entre los que se desat¨® una verdadera ¡°hambre por El Greco¡±, en palabras de Brown, que hace que hoy en d¨ªa EE UU sea uno de los pa¨ªses con m¨¢s obras del artista.
¡°Su estilo expresivo fascin¨® a los coleccionistas en EE UU, que compet¨ªan por hacerse con una de sus obras¡±, corrobora el director de la Galer¨ªa de Washington, Earl A. Powell.
Uno de ellos fue Henry Clay Frick, que entre 1905 y 1913 viaj¨® dos veces a Espa?a para hacerse con tres obras de El Greco. El museo que lleva su nombre en Nueva York las mostrar¨¢ al mismo tiempo que el Metropolitan las suyas. El Met ha unido fuerzas con la Hispanic Society of America para ¡°proporcionar un panorama de su arte que no tiene rival fuera del Museo del Prado en Madrid¡±.
Las exposiciones de Nueva York ofrecen una mirada completa sobre la evoluci¨®n de un pintor llamado a plasmar iconos bizantinos en Creta, su isla natal, pero que alcanz¨® la plenitud expresionista en Espa?a, inmortalizando el fervor religioso tras aprender en Venecia y Roma de maestros como Tiziano y Tintoretto. ¡°Las pinturas de El Greco en Nueva York son las segundas en n¨²mero e importancia despu¨¦s de las del Prado de Madrid. Las obras que exponemos son un recorrido casi completo por la carrera del artista desde Venecia y Roma hasta Toledo, donde vivi¨® los ¨²ltimos 37 a?os de su vida¡±, explica Walter Liedke, comisario del Met. Las obras m¨¢s importantes son Vista de Toledo, La visi¨®n de San Juan, que tanto influir¨ªa en Las se?oritas de Avignon de Picasso, y el retrato Cardenal Fernando Ni?o de Guevara.
Purificaci¨®n del templo, San Jer¨®nimo y el retrato de Vincenzo Anastagi son las tres obras que expone la colecci¨®n Frick. El hecho de que no puedan observarse junto a las otras 16 responde al testamento del magnate y coleccionista de arte Henry Clay Frick, que estipul¨® que ninguna obra por ¨¦l adquirida pod¨ªa se prestada a otra instituci¨®n.
Genios futuros como Picasso, C¨¦zanne, Manet y los expresionistas alemanes bebieron sin duda de las estiradas figuras de El Greco, de sus intensas escenas mitol¨®gicas y de sus sobrecogedores paisajes. ¡°Muchos de ellos buscaban una justificaci¨®n o un precedente de su propia ruptura con el naturalismo camino de una expresi¨®n m¨¢s emocional¡±, a?ade Liedke.
De la etapa en la que El Greco aprendi¨® con Tiziano en Venecia destaca El milagro de Cristo curando a un ciego. En 1570, El Greco se instala en Roma. All¨ª descubre la esmerada reflexi¨®n anat¨®mica de la Capilla Sixtina de Miguel ?ngel. Ese influencia est¨¢ en la Piedad, una de las obras de la Hispanic Society. Pero es en Toledo donde el pintor logra definir su sentido teatral por el que es tan reconocido y admirado. Dos obras lo ilustran: la citada Vista de Toledo y la inacabada Visi¨®n de San Juan. ¡°El Greco termin¨® en el lugar adecuado¡±, afirma Liedke en referencia a Toledo. ¡°Se fue a un pa¨ªs m¨¢s tradicional, donde la espiritualidad y las pinturas religosas se basaban en visiones de otro mundo¡±, a?ade.
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