El sur de EE UU se vuelve m¨¢s urbano, m¨¢s negro y m¨¢s latino
El cambio demogr¨¢fico amenaza la hegemon¨ªa republicana en Georgia
Desean Ceasar, un afroamericano de 31 a?os, es un ejemplo del llamado Nuevo Sur de Estados Unidos: m¨¢s urbano, m¨¢s negro y latino, con m¨¢s j¨®venes blancos muy cualificados. Nacido en Los ?ngeles, se mud¨® hace ocho a?os a Atlanta, donde tiene familiares. Refleja la tendencia a regresar al Sur de la poblaci¨®n negra que emigr¨® tras el fin de la segregaci¨®n racial en los sesenta y que ha vuelto en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas.
Ceasar trabaja de camarero en el restaurante Paschal's, icono del Viejo Sur, pero tambi¨¦n del Nuevo. Ubicado al suroeste del centro de Atlanta (Georgia), era un lugar de encuentro en los sesenta para los l¨ªderes del movimiento de los derechos civiles, entre ellos, el reverendo negro Martin Luther King. Hace diez a?os se traslad¨® un par de bloque al sur: hoy es un restaurante multiracial en un ¨¢rea en auge, con hoteles, nuevos edficios residenciales y un estadio de f¨²tbol en construcci¨®n a su alrededor. La zona es un poco desangelada, pero muy distinta a lo que era. ¡°Hace seis a?os hab¨ªa viviendas para gente de bajos recursos. El Ayuntamiento las derrib¨® y construy¨® nuevos edificios. Ha mejorado mucho¡±, explica Ceasar. Los residentes eran afroamericanos, que fueron desplazados a las afueras. ¡°Ahora el barrio es mayoritariamente de afroamericanos de clase media¡±.
El Nuevo Sur es menos pobre que antes. Un paisaje m¨¢s heterog¨¦neo en el sur de EE UU beneficia al Partido Dem¨®crata. Si logra movilizar a estos colectivos en las elecciones legislativas del pr¨®ximo martes, amenaza con mermar la hegemon¨ªa del Partido Republicano en los viejos Estados de la Confederaci¨®n. En 2010, el ¨²ltimo a?o con datos, un 57% de la poblaci¨®n sure?a era negra, el nivel m¨¢s alto desde 1960 pero a¨²n lejos del 90% de principios del siglo pasado. Tres cuartas partes del incremento de poblaci¨®n negra en EE UU entre 2000 y 2010 ocurri¨® en el sur. Atlanta ha superado a Chicago como la segunda ¨¢rea metropolitana m¨¢s negra.
La transformaci¨®n demogr¨¢fica ha beneficiado en los ¨²ltimos a?os -y todo apunta que en las elecciones legislativas tambi¨¦n- a los dem¨®cratas en Virginia y Carolina del Norte, hasta hace poco feudos conservadores. Y ahora puede hacerlo en Georgia, un Estado clave para determinar si los dem¨®cratas mantienen su mayor¨ªa en el Senado, porque los pron¨®sticos coinciden en que los republicanos son favoritos para arrebatarles el control. Les basta incrementar en seis su n¨²mero de esca?os.
En el sur, los republicanos tienen muchas opciones de arrebatar a los dem¨®cratas dos esca?os: Luisiana y Arkansas. En Georgia sucede lo contrario: es donde la disputa est¨¢ m¨¢s re?ida y riesgo de p¨¦rdida de un esca?o conservador. La candidata dem¨®crata Michelle Nunn y el republicano David Perdue est¨¢n pr¨¢cticamente empatados en los sondeos. Y cabe la posibilidad de que, por la irrupci¨®n de un independiente, ninguno de los dos logre el 50% de los votos y sea necesaria una segunda vuelta en enero. Igual de apretada est¨¢ la carrera por ser el gobernador del Estado, puesto al que se presenta para los dem¨®cratas Jason Carter, nieto del expresidente norteamericano.
En la ¨²ltima d¨¦cada, Georgia ha sido un s¨®lido dominio republicano. La mayor¨ªa de Estados del Sur lo son desde antes: la ley del fin de la segregaci¨®n racial en 1964 -impulsada por un presidente sure?o, el dem¨®crata Lyndon Johnson- propici¨® un giro gradual hacia la derecha de los 11? Estados esclavistas que perdieron la Guerra Civil en 1865. En las elecciones presidenciales de 2008, el dem¨®crata Barack Obama solo gan¨® en tres estados del Sur: Carolina del Norte, Virginia y Florida. Cuatro a?os despu¨¦s, repiti¨® en los dos ¨²ltimos. De los 11 Estados de la Confederaci¨®n, nueve est¨¢n gobernados por el Partido Republicano. Tambi¨¦n controla 16 de los 22 esca?os sure?os del Senado.
El sur de Estados Unidos es m¨¢s negro y latino, con m¨¢s j¨®venes blancos muy cualificados y m¨¢s urbano. Todo ello puede mermar la hegemon¨ªa del Partido Republicano
En Georgia el martes puede iniciarse un cambio de largo recorrido. ¡°Si vot¨¢is, ganamos¡±, proclam¨® el viernes el expresidente de EE UU Bill Clinton -tambi¨¦n sure?o- en un mit¨ªn en el Paschal's junto a Nunn y Carter. Las estad¨ªsticas juegan a favor de los dem¨®cratas, pero para traducirlas en votos necesitan mantener a su electorado y movilizar al Nuevo Sur.
Entre 1980 y 2013, seg¨²n datos oficiales, la poblaci¨®n blanca en Georgia pas¨® de suponer el 72% del total al 55%, la negra del 26% al 31% y la latina del 1% al 9%. En paralelo, entre 2000 y 2010 se dispar¨® un 51% el n¨²mero de familias blancas j¨®venes -un 16% con ingresos superiores a 200.000 d¨®lares anuales- viviendo en Atlanta. La ciudad resisti¨® bien la recesi¨®n gracias al despunte de sectores como las telecomunicaciones y el transporte.
Los dem¨®cratas han multiplicado en las ¨²ltimas semanas sus esfuerzos en movilizar a los negros, que suelen votar m¨¢s en elecciones presidenciales y fueron claves en las victorias de Obama. Tambi¨¦n a los inmigrantes latinos y asi¨¢ticos. La mayor¨ªa viven en suburbios en el norte de Atlanta, que experimenta desde hace m¨¢s de una d¨¦cada un auge inmobiliario.
Un poco m¨¢s al norte, tambi¨¦n hay casas nuevas pero menos inmigrantes. La mayor¨ªa de residentes son blancos y la atracci¨®n dem¨®crata es menor. ¡°Me sorprende que sean unas elecciones disputadas¡±, dice Tom Clearman, blanco de unos 50 a?os, en su casa en White, un suburbio rural a 40 minutos en coche de Atlanta.
Muy cr¨ªtico con Obama, explica que quiere evitar un dominio dem¨®crata. Lamenta la ¡°polarizaci¨®n¡± pol¨ªtica y que los conservadores no logren atraer a las minor¨ªas. En las carreteras de los alrededores, se ven veh¨ªculos con la bandera cruzada de la Confederaci¨®n. Aqu¨ª, el Viejo Sur se resiste a la irrupci¨®n del Nuevo.
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