Mujica impulsa la liberaci¨®n de militares ancianos

El presidente de Uruguay, Jos¨¦ Mujica, ha vuelto a mostrarse favorable a la prisi¨®n domiciliaria para los reos mayores de 70 a?os, lo que incluir¨ªa a los militares condenados por cr¨ªmenes contra la humanidad cometidos durante la dictadura (1973-1985). A menos de cuatro meses de entregar la banda presidencial a un sucesor, que ser¨¢ elegido en segunda vuelta el 30 de noviembre, Mujica ¡ªelecto Senador el pasado 26 de octubre¡ª tiene la intenci¨®n de pedirle a la Corte Suprema que acepte la liberaci¨®n de los presos de edad avanzada. Actualmente, la ley contempla esa medida de clemencia con la excepci¨®n de los cr¨ªmenes "especialmente agravados", como las violaciones de los derechos humanos.

"No quiero tener viejos presos. Viejos de 75, 80 a?os. Pero no s¨®lo militares, ning¨²n preso de esa edad", dijo el exguerrillero recientemente. A inicios de a?o, lleg¨® a declarar: "No pele¨¦ para tener ancianos presos".

No pele¨¦ para tener ancianos presos.?Pero no s¨®lo militares, ning¨²n preso mayor de 70

<span>Jos¨¦ Mujica, presidente de Uruguay</span><br />

De concretarse, la iniciativa beneficiar¨ªa a varios militares que cumplen condena en la c¨¢rcel de Domingo Arena, situada dentro de un cuartel militar donde reciben un trato especial. Entre ellos, el torturador Jos¨¦ Nino Gavazzo, enfermo de c¨¢ncer, el general Miguel Dalmao y el coronel retirado Ernesto Ramas, ambos con problemas de salud.

Destacados pol¨ªticos y dirigentes del Frente Amplio, la formaci¨®n de Mujica, han rechazado la iniciativa, como el diputado Felipe Michelini, hijo de Zelmar, asesinado en Buenos Aires durante la dictadura. Macarena Gelman, reci¨¦n electa diputada y nieta del poeta argentino Juan Gelman e hija de desaparecidos, no quiso dar declaraciones, ya que a¨²n se desconocen los detalles de la propuesta.

No obstante, otros dirigentes de la izquierda, como el diputado Jorge Orrico, defendieron la propuesta. "Desde el punto de vista jur¨ªdico la iniciativa puede prosperar. Una medida de este tipo se justifica por razones humanitarias y es lo correcto con gente octogenaria que tiene problemas salud. En un pa¨ªs civilizado, la pena m¨¢xima es la p¨¦rdida de libertad. Eso puede hacerse en una c¨¢rcel o en casa. Imponer prisi¨®n domiciliaria es una pena muy severa porque el individuo queda marginado a los metros cuadrados que tenga su casa y de ah¨ª no puede moverse. Estamos ante un castigo y ante un castigo civilizado", sostiene.

Entre los beneficiados est¨¢ el torturador Jos¨¦ Nino Gavazzo, enfermo de c¨¢ncer, el general Miguel Dalmao y el coronel retirado Ernesto Ramas

Para el abogado Jorge Pan, veterano defensor de las familias de desaparecidos, "est¨¢ claro que Mujica considera que esta gente no va a hablar m¨¢s". El abogado se refiere al pesado silencio de los militares respecto al paradero de los cerca de 170 desaparecidos de la dictadura. "No son unos pobres viejitos. Cada vez que han tenido que hablar han justificado lo que hicieron y han mostrado una gran soberbia. Para que obtuvieran cualquier beneficio tendr¨ªa primero que pedir perd¨®n a los familiares y luego decir la verdad", a?ade.

Los familiares de los desaparecidos temen no saber nunca el paradero de sus allegados. Ante el silencio de los militares, han promovido excavaciones en predios militares para encontrar restos humanos. En 2011, el hallazgo de los restos del maestro Julio Castro, ejecutado en 1977, generaron una gran conmoci¨®n en el pa¨ªs.

En Uruguay hay precedentes de prisi¨®n domiciliaria para exintegrantes del Gobierno militar. El expresidente de facto Juan Mar¨ªa Bordaberry, padre del candidato presidencial Pedro Bordaberry ¡ªeliminado en primera vuelta¡ª, falleci¨® en su casa en 2011 cumpliendo una parte de su condena de 30 a?os por cr¨ªmenes contra la humanidad.