¡°Antes al menos los criminales respetaban a los sacerdotes¡±

En el aeropuerto de la Ciudad de M¨¦xico, reci¨¦n llegado de recibir un premio de una organizaci¨®n de empresarios de Guadalajara, listo para embarcar hacia Huatulco, en Oaxaca, donde lo recoger¨¢n cuatro escoltas del Gobierno para acompa?arlo a su albergue de migrantes, el sacerdote Alejandro Solalinde hace una pausa para responder sobre el problema de violencia que est¨¢ afectando a M¨¦xico. A sus 69 a?os, es un destacado activista por los derechos humanos y, dentro y fuera de su pa¨ªs, un referente de compromiso humanista. Consigo lleva enrrolladas tres mantas de felpa para los usuarios de su hospicio. No se considera un ¡°rebelde¡± de la Iglesia sino un sacerdote ¡°diferente; digamos un misionero a tiempo completo¡±. Esta semana, la c¨²pula de la Iglesia mexicana, la Conferencia del Episcopado, hizo un comunicado sobre la matanza de Iguala: ¡°Los obispos de M¨¦xico decimos: ?Basta ya! No queremos m¨¢s sangre. No queremos m¨¢s muertes. No queremos m¨¢s desaparecidos. No queremos m¨¢s dolor ni m¨¢s verg¨¹enza¡±.

Pregunta. ?Qu¨¦ opini¨®n le merece?

Respuesta. Muy buena. Este pronunciamiento lo he esperado por a?os. El Episcopado ha sido tibio en un M¨¦xico a punto de estallar. Se hab¨ªa mantenido de comparsa del Gobierno. Y este pronunciamiento me llena de esperanza. Me siento orgulloso de que ahora s¨ª lo hayan hecho.

P. ?Cree que las directrices del Papa influyen en estas tomas de posici¨®n?

R. S¨ª, pienso que la presi¨®n de Francisco es contundente y directa. Pero a¨²n queda por ver cu¨¢les son las conclusiones de la Conferencia Episcopal. Est¨¢n reunidos todav¨ªa y veremos si se quedan en las meras palabras o si proponen estrategias concretas para ayudar a M¨¦xico.

P. Seg¨²n una encuesta de Pew Research, uno de cada cinco latinoamericanos ya es protestante, no cat¨®lico.

R. L¨®gico. Nuestra Iglesia ha dejado de evangelizar y se ha limitado a administrar su riqueza y a celebrar misas, mientras que los cristianos evang¨¦licos son activos y est¨¢n llegando a la gente.

P. ?C¨®mo ve la reacci¨®n de la sociedad civil ante el caso Iguala?

La sociedad civil necesita nuevos l¨ªderes,?sobre todo mujeres. Pero m¨¢s que l¨ªderes, la figura debe ser el pueblo

R. Fuerte. La gente siente que con esto ha quedado en claro que el Gobierno no soluciona los problemas, que no lucha por el pueblo. Es un Gobierno que en nada ha respondido a las expectativas de cambio de la poblaci¨®n, y la gente est¨¢ enojada por la desaparici¨®n de los estudiantes. Exigimos que aparezcan los 43 con vida. Eso tenemos que exigir. Aunque parezca imposible.

P. ?Qu¨¦ cambios necesita M¨¦xico para combatir la violencia?

R. Lo primero de todo es hacer justicia, no simular que se hace justicia. Y no ocultar la verdad, ser transparente, escuchar a la gente.

P. ?Cree en la capacidad de cambio de las instituciones?

R. No, para nada. Est¨¢n contaminadas por la corrupci¨®n y por la impunidad.

P. ?Pero hay otra v¨ªa de cambio que no sean las instituciones?

R. No, s¨ª que queremos instituciones y Estado de Derecho. El problema es que el Estado no est¨¢ cumpliendo. Y este Gobierno no va a cambiar. Creo que lo mejor ser¨ªa que permitiesen unas nuevas elecciones.

P. Lleva ocho a?os como activista. ?En este tiempo ha notado alg¨²n avance institucional?

R. No. Las instituciones cada vez son menos eficaces y m¨¢s manipuladas por el poder pol¨ªtico.

P. ?Ni un avance?

R. Pues yo no veo cu¨¢l puede ser, sinceramente.

P. ?En qu¨¦ situaci¨®n est¨¢n los derechos humanos?

R. En situaci¨®n de simulaci¨®n. El Estado mexicano es impecable en la defensa verbal de los derechos humanos, y firma todos los tratados nacionales e internacionales. Pero no los cumple.

P. Usted va a cumplir 70 a?os. Javier Sicilia se ha echado a un lado. ?M¨¦xico necesita nuevos l¨ªderes de la sociedad civil?

R. Absolutamente. Necesita sobre todo mujeres, porque son las m¨¢s honradas, las m¨¢s sensibles, muy inteligentes. Pero m¨¢s que l¨ªderes, la figura debe ser el pueblo. La sociedad civil tiene que reorganizarse desde abajo, en cada estado, en cada municipio, y asumir las responsabilidades del buen funcionamiento de las instituciones, exigir a los gobiernos que cumplan, porque de arriba no podemos esperar mucho.

P. Usted ha sido criticado por su protagonismo durante la crisis de Iguala. ?Ha cometido errores?

R. S¨ª, por ejemplo el error ¨Cinvoluntario?¨C de no haber comunicado primero a las familias de los desaparecidos la informaci¨®n que yo hab¨ªa recabado.

P. Dijo que los estudiantes hab¨ªan sido asesinados e incluso algunos quemados a¨²n vivos. ?Cu¨¢l fue su fuente de informaci¨®n?

R. Tuve cinco fuentes, y se van a ir conmigo a la tumba.

P. Esta ma?ana se ha sabido que un misionero ugand¨¦s fue asesinado este a?o en Guerrero. Su cuerpo ha aparecido en una fosa.

R. Es un horror. Este crimen y el de otros padres manifiesta una situaci¨®n sin l¨ªmites. Antes al menos los criminales respetaban a los sacerdotes. Pero de hace unos a?os para ac¨¢ hemos visto asesinatos de sacerdotes en Veracruz, en Oaxaca, en Guerrero, en Tamaulipas.

P. ?Por qu¨¦ asesinan a sacerdotes?

R. Es muy claro, porque estamos cerca de la gente y estamos defendiendo sus derechos. A un sacerdote de Tampico, en Tamaulipas, le advirtieron por medio de una feligresa: ¡°No te metas con nuestra mercanc¨ªa¡±. Su mercanc¨ªa son los migrantes que pasan hacia Estados Unidos por esa zona del norte. Tambi¨¦n yo he recibido amenazas recientemente. Y s¨¦ que me podr¨ªan matar en cualquier momento, pero estoy tranquilo. Tengo la fe.