El alcalde musulm¨¢n de Rotterdam insta a los yihadistas a no regresar
El socialdem¨®crata Abutaleb contradice al Gobierno, empe?ado en evitar que viajen a Siria
Ahmed Aboutaleb, alcalde de Rotterdam, que emigr¨® de Marruecos a Holanda en la adolescencia, fue noticia mundial al convertirse en 2009 en el primer regidor musulm¨¢n de Europa. En una ciudad con 175 nacionalidades y medio centenar de credos, el pol¨ªtico socialdem¨®crata ha vuelto a romper moldes. Esta vez, porque contradice la pol¨ªtica del Gobierno de centro izquierda sobre la lucha contra la radicalizaci¨®n de los holandeses de cualquier origen. "?Hay gente que quiere ir a Siria porque nuestra sociedad les parece depravada? Que se vayan, pero sin posibilidad de regresar", ha declarado al rotativo Algemeen Dagblad. Su postura choca con el empe?o oficial de buscar al yihadista en potencia para que no abandone el pa¨ªs.
Hijo de un imam bereber, Aboutaleb aprendi¨® holand¨¦s a los 15 a?os en un tiempo r¨¦cord. Ingeniero electr¨®nico de formaci¨®n, trabaj¨® como periodista de radio y televisi¨®n, fue portavoz del ministerio de Sanidad y concejal del Ayuntamiento de Amsterdam. Sol¨ªa ser presentado como el paradigma de la integraci¨®n de los inmigrantes en Holanda, cuando le nombraron Secretario de Estado de Asuntos Sociales en 2007. Dos a?os despu¨¦s, lleg¨® a la alcald¨ªa de Rotterdam, desde donde ha intentado acercarse al ciudadano de la forma m¨¢s directa: anima a que le escriban contando sus problemas. Con la misma llaneza, asegura hoy no entender a los que quieren ser yihadistas.
"?Qui¨¦nes son? ?Por qu¨¦ dan semejante paso? ?Porque se sienten discriminados y apartados de la sociedad? ?Porque est¨¢n en paro? Todos necesitamos apoyo, pero hay algo m¨¢s. Cadenas televisivas como Al Yazira presentan la imagen de gente arrastrada por el ideal de un pa¨ªs nuevo y puro regido por normas divinas. Un territorio donde no cabe nada que pueda desviarse de su interpretaci¨®n de los libros sagrados. Ese ideal no se reconduce con un empleo y nuevas leyes. Est¨¢ en su mente", se?ala. Por eso propone que se impida el regreso de los que marcharon a Siria u otro enclaves yihadistas.
En apariencia, su propuesta no solo contradice la l¨ªnea oficial de evitar que los holandeses se metan en grupos violentos como el autodenominado Estado Isl¨¢mico (EI). Va incluso m¨¢s lejos que los planteamientos del l¨ªder antimusulm¨¢n, Geert Wilders, que pide c¨¢rcel y la retirada del pasaporte holand¨¦s a los que regresen de un "periplo yihadista". La diferencia es que la postura de Aboutaleb es radical, pero tambi¨¦n conciliadora. Lo que de verdad intenta es mostrar a los posibles viajeros de la yihad la realidad del paso que pretenden dar. "Los j¨®venes que tienen problemas de identidad, y de indentidad religiosa, deber¨ªan ser ayudados por el Estado. Si se marchan, ?con una sola vez basta para morir? ?Es eso lo que quieren? Aparte de las consecuencias para sus familias", subraya. Y ah¨ª aparecen las misivas que pide a sus conciudadanos.
"Busquen ayuda, por favor. Si no saben a qui¨¦n dirigirse, dejen una carta en el Ayuntamiento. En media hora est¨¢ sobre mi mesa", asegura Aboutaleb. Horas antes de la publicaci¨®n de la entrevista, sali¨® en libertad provisional Aicha, la joven holandesa de 19 a?os que escap¨® a Siria para casarse con un compatriota yihadista de origen turco. Sigue siendo sospechosa de haber pertenecido a una organizaci¨®n terrorista, pero podr¨¢ estar en su casa de Maastricht (sur del pa¨ªs) mientras avanzan las investigaciones. Sin pasaporte, debe estar localizable en todo momento. Omar Yilmaz, su ex marido, ha asegurado desde Siria que la chica "era feliz cocinando para los yihadistas y haciendo cosas de mujeres", pero no se entendieron como pareja. Ella habr¨ªa dicho al regresar que fue tratada "como una esclava".
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