¡°El derecho a la verdad es una vacuna contra los abusos¡±

El destino tr¨¢gico de los 43 estudiantes de magisterio de Iguala, M¨¦xico, demuestra que las desapariciones forzadas no son algo solo del pasado ni exclusivamente fruto de dictaduras. Y que para reparar una brutal violaci¨®n de los derechos humanos como es la desaparici¨®n forzada -o los asesinatos, o las torturas- no basta con un mea culpa oficial o erigir un monumento a?os m¨¢s tarde.

Los familiares de las v¨ªctimas, pero tambi¨¦n el resto de la sociedad, quieren y deben saber qu¨¦ pas¨®, qui¨¦nes fueron los responsables y ver que responden ante la justicia. Ese es el fundamento del Derecho a la Verdad, un principio internacional que nace en buena parte de la experiencia con las dictaduras de Am¨¦rica Latina y que la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) analiza ahora extensamente en un informe.

¡°El Derecho a la Verdad es una garant¨ªa, una vacuna contra el abuso y contra las violaciones graves a los derechos humanos¡±, resume para EL PA?S el secretario ejecutivo de la CIDH, Emilio ?lvarez Icaza. Es adem¨¢s ¡°uno de los logros m¨¢s importantes del movimiento de derechos humanos de Am¨¦rica Latina¡±.

¡°Este concepto casi no exist¨ªa antes de la nefasta era de las dictaduras y gobiernos autoritarios que asolaron nuestra regi¨®n. La construcci¨®n del Derecho a la Verdad es un triunfo cultural y pol¨ªtico del movimiento de derechos humanos de Am¨¦rica Latina¡±, celebra.

En su nuevo informe, ¡°El Derecho a la Verdad en las Am¨¦ricas¡±, publicado este jueves, la CIDH trata de ¡°divulgar los est¨¢ndares¡± sobre este derecho y constituirse en una ¡°herramienta¡± o ¡°gu¨ªa¡± para que los Estados puedan ¡°consolidar y mejorar la legislaci¨®n, pol¨ªticas y pr¨¢cticas¡± en esta materia.

Seg¨²n Erick Acu?a, especialista en derechos humanos de la CIDH, el Derecho a la Verdad se basa en tres ejes: el establecimiento de Comisiones de la Verdad, la realizaci¨®n de actos de ¡°reparaci¨®n¡± y, sobre todo, aplicaci¨®n correcta de la justicia.

Aparte este ¨²ltimo que implica la necesidad de una revisi¨®n -y correcci¨®n- de las ¡°incompatibles¡± leyes de amnist¨ªa vigentes a¨²n en varios pa¨ªses de la regi¨®n como Chile, Brasil, Guatemala o El Salvador, se?ala el experto.

Algo similar ocurre con la jurisdicci¨®n penal militar en casos de derechos humanos que se da a¨²n en algunos pa¨ªses. Y urge tambi¨¦n, subraya, garantizar el derecho a la informaci¨®n, entre otros mediante la desclasificaci¨®n de documentos como archivos militares o de dictaduras cuyo acceso sigue en algunos pa¨ªses cerrado a v¨ªctimas o jueces.

Pese a que la regi¨®n ha realizado grandes avances en materia de Derecho a la Verdad, todav¨ªa queda camino por recorrer, subraya Acu?a, que ha prestado apoyo t¨¦cnico en la elaboraci¨®n del nuevo informe.

¡°Aunque se han encontrado aspectos positivos en relaci¨®n con el trabajo de Comisiones de la Verdad y otras iniciativas no judiciales, todav¨ªa existen retos y desaf¨ªos en materia de justicia¡±, advierte.

Algunos de los aspectos ¡°m¨¢s preocupantes¡± para la CIDH se refieren a la continuada aplicaci¨®n de las leyes de amnist¨ªa o a la ¡°falta de una investigaci¨®n adecuada¡± en desapariciones forzadas, ejecuciones o actos de tortura. Sobre todo cuando se sigue usando para ello, en algunos pa¨ªses, la jurisdicci¨®n penal militar, algo que la CIDH califica de ¡°incompatible¡± con el Derecho a la Verdad e incluso ¡°ileg¨ªtimo¡±.

Con todo, la Comisi¨®n se cuida mucho de hacer acusaciones muy espec¨ªficas en su informe, consciente quiz¨¢s de las ampollas que suelen provocar sus reportes en algunos gobiernos m¨¢s que sensibles a tirones de orejas en materia de derechos humanos.

¡°No hay un se?alamiento espec¨ªfico diciendo ¡®este Estado ha cumplido menos que ese otro Estado¡¯, pero s¨ª se hace una referencia a cu¨¢l es el saldo pendiente de muchos Estados, sobre todo en materia de justicia¡±, resume Acu?a.

Porque por muchos monumentos o reconocimientos p¨²blicos que hagan los Estados, ¡°si no existe el ¨¢mbito de justicia, de investigar, esclarecer los hechos y de juzgar a los responsables, el Derecho a la Verdad se ve truncado¡±, alerta. Algo especialmente peligroso porque, recuerda, ¡°no hay democracia sin verdad¡±.