EE UU abre la v¨ªa a nuevas sanciones contra Venezuela

Estados Unidos y Venezuela no van a acabar el a?o en buenos t¨¦rminos. Frustrado por lo que considera una ¡°falta de cambios¡± necesarios en el frente econ¨®mico, pero sobre todo en el pol¨ªtico, por parte del Gobierno de Nicol¨¢s Maduro, Washington parece renunciar a cualquier intento de acercamiento y el presidente, Barack Obama, ya no se opondr¨¢ a imponer sanciones m¨¢s duras a altos funcionarios venezolanos.

El camino para ello acaba de ser allanado: la C¨¢mara de Representantes ratific¨® la noche del mi¨¦rcoles la propuesta de ley al respecto ya sancionada por el Senado el lunes. De este modo, el texto est¨¢ listo para que Obama lo convierta en legislaci¨®n del pa¨ªs con su firma, un gesto que tras meses de reticencias ya no eludir¨¢.

¡°No nos oponemos a medidas adicionales propuestas por el Congreso¡±, se?alan fuentes oficiales bajo condici¨®n de anonimato. ¡°Si la C¨¢mara de Representantes y el Senado aprueban nuevas sanciones (tal como ha sucedido ahora), nos coordinaremos con miembros relevantes de este proceso de implementaci¨®n y seguimiento¡±, aseguran.

El proyecto de ley aprobado permite congelar los activos y bienes en territorio estadounidense de alrededor de medio centenar de altos cargos venezolanos se?alados como responsables de la represi¨®n de las protestas antigubernamentales que comenzaron en febrero o con el arresto o enjuiciamiento de los manifestantes. Adem¨¢s, impide su entrada a EE UU.

¡°El pueblo de Venezuela ha pedido a EE UU y a todas las naciones responsables ayuda para protegerle de la brutalidad del r¨¦gimen de Maduro, la marioneta de Cuba¡±, dijo la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, impulsora del proyecto legislativo. ¡°EE UU no puede ignorar sus responsabilidades, debemos ser la voz de los silenciados por los reg¨ªmenes opresores¡±, subray¨® la legisladora al pedir la ratificaci¨®n de su iniciativa, con la que, asegur¨®, Washington env¨ªa una ¡°fuerte se?al¡± a Caracas.

EE UU no puede ignorar sus responsabilidades" Congresista Ros-Lehtinen

Maduro, por su parte, ha advertido a Washington de que, de aprobar las sanciones, los responsables estadounidenses ¡°van a salir muy mal parados¡±.

"Quieren retar a Venezuela con sanciones y amenazas. Creo que si se impone la locura de la v¨ªa de las sanciones, van a salir muy mal parados, porque quien toca la tecla de la moral del amor patrio a los venezolanos est¨¢ jugando con la historia", dijo esta semana el presidente venezolano. "No aceptamos sanciones imponentes imperialistas, es la patria de Bol¨ªvar que ustedes deben aprender a respetar¡±, agreg¨®.

Pero a Washington se le ha acabado la paciencia. Durante meses, la Administraci¨®n de Obama, que tras la muerte de Hugo Ch¨¢vez crey¨® avistar una posibilidad de di¨¢logo con Caracas, resisti¨® las fuertes presiones de influyentes legisladores republicanos, pero tambi¨¦n de dem¨®cratas como el senador Bob Men¨¦ndez, que exig¨ªan sanciones ejemplarizantes contra el Gobierno de Maduro. Incluso cuando arreciaron las protestas sociales en Venezuela, que dejaron al menos 43 muertos y muchos m¨¢s detenidos, entre ellos altos dirigentes de la oposici¨®n como Leopoldo L¨®pez, el Gobierno de Obama se resisti¨® a endurecer su pol¨ªtica.

El argumento oficial norteamericano era que cualquier sanci¨®n corr¨ªa el riesgo de ser ¡°contraproducente¡±. Su razonamiento: complicar m¨¢s a¨²n las relaciones bilaterales con este tipo de medida punitiva pod¨ªa constituir una ¡°distracci¨®n¡± del verdadero problema, que es interno de Venezuela y debe ser resuelto por los propios venezolanos. Adem¨¢s, Washington tem¨ªa que pudiera poner en peligro los esfuerzos regionales para buscar una soluci¨®n negociada a ese conflicto dom¨¦stico venezolano, especialmente el intento de mediaci¨®n de Unasur entre Gobierno y oposici¨®n.

Todav¨ªa a comienzos de julio, los dos pa¨ªses hac¨ªan un t¨ªmido intento por ¡°elevar¡±, si no recomponer, sus maltrechas relaciones, con el env¨ªo de nuevos encargados de negocios a Caracas -Lee McClenny- y Washington, Maximilien S¨¢nchez Arvel¨¢iz.

Con todo, el Gobierno de Obama nunca cerr¨® del todo la puerta a las sanciones. De hecho, a finales de ese mismo mes de julio, anunciaba la revocaci¨®n o denegaci¨®n de visados a ¡°un grupo¡± de altos funcionarios venezolanos considerados ¡°responsables o c¨®mplices¡± de las violaciones de derechos humanos en las protestas de comienzos de a?o en el pa¨ªs sudamericano.

La medida se quedaba por detr¨¢s de las sanciones que se exig¨ªan desde el Capitolio y que ahora han sido aprobadas, pero era ya un claro s¨ªntoma de la creciente impaciencia del Gobierno de Obama con la falta de los avances democr¨¢ticos esperados por parte de Venezuela.

Una impaciencia que ya no se esconde

Una preocupaci¨®n compartida

¡°El Gobierno comparte la preocupaci¨®n del Congreso, y de otros actores regionales e internacionales, sobre la situaci¨®n en Venezuela¡±, se?al¨® a EL PA?S un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

¡°No hemos guardado silencio, ni lo vamos a hacer, frente a las acciones del Gobierno venezolano que violen derechos humanos, libertades fundamentales y normas democr¨¢ticas¡±, agreg¨® en declaraciones por correo electr¨®nico.

El Gobierno estadounidense subraya que esta ¡°frustraci¨®n¡± creciente no es exclusiva de Washington.

¡°Nadie comprende por qu¨¦ no est¨¢ cambiando la pol¨ªtica en Venezuela¡±, aseguraba recientemente una alta funcionaria del Departamento de Estado en conversaci¨®n con periodistas bajo condici¨®n de anonimato.

¡°Nadie cree que no deber¨ªa cambiar, todos los pa¨ªses con los que hemos hablado, independientemente de su lineamiento pol¨ªtico, creen que debe cambiar. Pero nada cambia, y eso es muy, muy preocupante¡±, insisti¨®.