Obama ser¨¢ recordado como un gran ocupante de la Casa Blanca

Pudo haber sido un mero canje de prisioneros, como los que epis¨®dicamente se daban en la guerra fr¨ªa. Aunque algo de eso hubo, lo trascendente fueron los mensajes p¨²blicos de Obama y de Ra¨²l Castro el mismo d¨ªa anunciando una nueva pol¨ªtica estadounidense hacia Cuba.

Eran varias las se?ales visibles del deshielo

Eran varias las se?ales visibles del deshielo. Luego de conocerse la semana pasada que Castro asistir¨ªa a la Cumbre de las Am¨¦ricas en Panam¨¢ (abril) y la previsible presencia en ella de Obama y los dem¨¢s jefes de Estado de Am¨¦rica, se daba una se?al. Pero quedaban en el camino obst¨¢culos grandes como el embargo de m¨¢s de 50 a?os, el mantenimiento de Cuba en la lista de pa¨ªses que ¡°promueven el terrorismo¡± y la falta de relaciones diplom¨¢ticas para poder manejar asuntos de inter¨¦s com¨²n.

Los anuncios de anteayer han tirado al trasto una pol¨ªtica obsoleta ¡ªy solitaria¡ª resolviendo los ¨²ltimos dos temas. Queda pendiente el arcaico embargo, para cuya plena finalizaci¨®n se requiere decisi¨®n del Congreso. Pero del mensaje de Obama se desprende la decisi¨®n de hacer pleno uso de sus facultades ejecutivas para ampliar el comercio, el flujo de informaci¨®n y el funcionamiento de bancos estadounidenses en la isla. No tiene facultades legales para acabar con el embargo, pero s¨ª puede flexibilizarlo al m¨¢ximo. Obama ¡ªexprofesor de derecho constitucional en Harvard¡ª habr¨¢ de encontrar los resquicios adecuados. Lo cierto es que los vientos soplaban en direcci¨®n del cambio desde hace rato.

Eso es bueno para Cuba, Estados Unidos y para la regi¨®n, en general. Si lo del Canal de Panam¨¢ se resolvi¨® en 1977 con el tratado Torrijos¨CCarter y lo de las Malvinas se ve como una aspiraci¨®n de escurridiza viabilidad, el fin del ostracismo estadounidense contra Cuba es una aspiraci¨®n regional en cuya direcci¨®n se acaba de dar un paso importante.

Queda pendiente el arcaico embargo, para cuya finalizaci¨®n se requiere decisi¨®n del Congreso

Hay al menos tres consideraciones que explican este aggiornamento. La primera es la rentabilidad pol¨ªtica cero del embargo. No s¨®lo el New York Times o el Economist, sino altas esferas pol¨ªticas y empresariales estadounidenses ven¨ªan planteando un cambio.

Una encuesta nacional del Atlantic Council a principios de este a?o comprob¨® que el 56% de los encuestados favorec¨ªa mejorar las relaciones con Cuba lo que aumenta al 60% cuando respond¨ªan residentes latinos en Florida.

La segunda es que est¨¢n en marcha en Cuba flexibilizaciones nada desde?ables en la previa ortodoxia estatista paralizante e ineficiente. Hoy m¨¢s de un mill¨®n de cubanos se desenvuelve y opera en un sector privado que no exist¨ªa hace menos de un lustro. Eso genera nuevas expectativas y necesidades; de capital, informaci¨®n y dem¨¢s.

La incertidumbre sobre lo que ocurrir¨¢ en Venezuela no ha hecho m¨¢s que acelerar la urgencia de resultados de esta nueva din¨¢mica.

Para las empresas y el comercio norteamericano, por su lado, se abre un espacio por el que ven¨ªan pugnando. Por ejemplo, la inversi¨®n de m¨¢s de 8.000 millones de d¨®lares en el inmenso proyecto de Mariel lo convertir¨¢ en el principal puerto frente a las costas estadounidenses y el ¨²nico en la zona capaz de recibir los enormes buques post-panamax que pasar¨¢n por el nuevo canal de Panam¨¢ a inaugurarse el 2015.

Con bloqueos o sanciones no se promueven los derechos humanos?

En tercer lugar, que con bloqueos o sanciones no se promueven los derechos humanos o la democracia. Si bien la flexibilizaci¨®n en reglas econ¨®micas en Cuba no arrastra autom¨¢ticamente movimientos iguales en lo pol¨ªtico, s¨ª se han dado algunos pasos que trastocan el inmovilismo. La liberalizaci¨®n de reglas para salir del pa¨ªs o que una bloguera de oposici¨®n, como Yoani S¨¢nchez, siga actuando desde La Habana, no hubiera ocurrido hace cinco a?os. Dif¨ªcil ir para atr¨¢s en estos asuntos. Para ampliar la democracia y los derechos humanos el camino es m¨¢s el apoyo a las buenas causas. La principal responsabilidad, en todo caso, es y ser¨¢ la del pueblo cubano mismo.

Es bueno que Obama haya decidido avanzar con coraje dejando de lado la herrumbre e ineficacia de la pol¨ªtica anterior. Por pasos como ¨¦ste y por otros como los avances notables con China en cambio clim¨¢tico y la reforma migratoria, ser¨¢ recordado como uno de los grandes ocupantes de la Casa Blanca.