La migraci¨®n de menores y la violencia marcaron a Honduras en 2014

Si alg¨²n hondure?o cuenta que quiere emigrar a Estados Unidos y huir de la pobreza y de la violencia end¨¦micas en Honduras, puede toparse con una respuesta que viaja por un chascarrillo tenebroso de humor negro que le expone que ante dos v¨ªas¡ªuna irregular y otra legal¡ªpara conseguir la ansiada meta.

Una f¨®rmula es someterse a la penosa v¨ªa terrestre y, en el trayecto por M¨¦xico y Guatemala, sufrir los masivos abusos combinados de mafias migratorias, policiales y militares aliadas a ¡°maras¡± o pandillas, ¡°coyotes¡± o traficantes de personas y a redes del crimen organizado transnacional, para tratar de llegar a territorio estadounidense y vivir con el miedo latente de la deportaci¨®n.

Y la otra es integrarse a alguno de los c¨¢rteles hondure?os del contrabando internacional de drogas, caer preso y ganarse un boleto gratis¡ªsolo de ida, sin retorno¡ªcon la extradici¨®n directa a una c¨¢rcel estadounidense por narcoactividad. La tercera¡ªsoportar largas filas para pedir visa en el consulado de Estados Unidos¡ªes otro calvario que ni entra en las opciones.

Chistes aparte, los hondure?os utilizaron en 2014, por primera vez, ambas rutas. La migraci¨®n irregular masiva, en particular de menores de edad sin compa?¨ªa que provocaron una crisis en la frontera entre Estados Unidos y M¨¦xico y generaron un conflicto internacional por su impacto regional, y la violencia por la profunda penetraci¨®n del crimen organizado transnacional siguieron ti?endo la vida hondure?a en los ¨²ltimos 12 meses.

Por primera vez desde 1988, cuando agentes secretos estadounidenses detuvieron, secuestraron y trasladaron a Estados Unidos al narcotraficante hondure?o Ram¨®n Matta Ballesteros (hoy purga c¨¢rcel en esa naci¨®n), cuatro contrabandistas hondure?os de drogas han sido extraditados desde Honduras a suelo estadounidense a partir de mayo anterior y hay cinco a la espera de hacer el mismo viaje. La mayor¨ªa han sido socios en especial del c¨¢rtel de Sinaloa, uno de los m¨¢s fuertes y peligrosos de M¨¦xico y de los m¨¢s activos en Centroam¨¦rica.

¡°Estos son indicios de que en Honduras en serio estamos queriendo construir la paz y la convivencia ciudadana¡±, asegur¨® el ministro hondure?o de Seguridad P¨²blica, Arturo Corrales. El primero fue Carlos Arnoldo El Negro Lobo, quien ya est¨¢ condenado a 20 a?os de c¨¢rcel.

El Gobierno del presidente Juan Orlando Hern¨¢ndez ha asegurado que por los escudos militares mar¨ªtimos, terrestres y a¨¦reos establecidos en 2014 por Honduras, ahora es ¡°caro¡± pasar por territorio hondure?o con coca¨ªna procedente de Colombia y Per¨² hacia bases de re-exportaci¨®n en Centroam¨¦rica y M¨¦xico en ruta a los grandes mercados de consumo en Estados Unidos. Los narcotraficantes, seg¨²n Corrales, ahora consideran "riesgoso" transitar con los cargamentos de coca¨ªna por Honduras.

El drama de la violencia

Pese a que 2014 comenz¨® para Honduras con el segundo cambio pac¨ªfico de poder desde el golpe de Estado de 2009 contra Manuel Zelaya¡ªPorfirio Lobo entreg¨® en enero la presidencia a Hern¨¢ndez¡ªy se avanz¨® en el respeto institucional, el pa¨ªs sigue conmocionado por masacres y homicidios emblem¨¢ticos. Uno de los casos que provoc¨® mayor consternaci¨®n fue el de los femicidios de las hermanas hondure?as Mar¨ªa Jos¨¦ Alvarado Mu?oz, de 19 a?os y Miss Honduras Mundo 2014, y Sof¨ªa Trinidad, de 23.

El doble femicidio sacudi¨® a un pa¨ªs que est¨¢ entre los m¨¢s violentos del mundo, con 79 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2013, o un femicidio cada 14 horas y 30 minutos en 2012, seg¨²n el Observatorio de la Violencia de la estatal Universidad Aut¨®noma de Honduras. La tasa podr¨ªa cerrar 2014 en una cifra cercana a 70 por cada 100.000 habitantes.

Pese a la baja, la percepci¨®n de violencia sigue al alza, en una naci¨®n en la que dos terceras partes de los 7,8 millones de hondure?os viven en la pobreza y el 42% en la pobreza extrema. El trasfondo de la creciente factura social contin¨²a siendo el germen de la profunda crisis de inseguridad en un panorama de concentraci¨®n de la riqueza: el 10% de los que tienen los ingresos m¨¢s altos acaparan el 42% del ingreso nacional, mientras el 10% m¨¢s bajo solo recibe el 0,17%, seg¨²n datos oficiales.

¡°La situaci¨®n socioecon¨®mica es cr¨ªtica¡±, advirti¨® el hondure?o V¨ªctor Meza, director del (no estatal) Centro de Documentaci¨®n de Honduras, el m¨¢s antiguo foro de an¨¢lisis pol¨ªtico de esa naci¨®n.

En una entrevista con EL PA?S, Meza explic¨® que la crisis ¡°se agudiz¨® a partir del golpe de Estado, cuando Honduras entr¨® en una desenfrenada carrera de endeudamiento p¨²blico que tiene postradas a las finanzas p¨²blicas por completo. Ante la imposibilidad de los golpistas de obtener dinero en fuentes internacionales, se endeudaron con la banca local en t¨¦rminos realmente onerosos, con alt¨ªsimas tasas de inter¨¦s y plazos cortos para honrar los pagos¡±.

El d¨¦ficit fiscal es de casi el 8% del Producto Interno Bruto (PIB) y la deuda p¨²blica (interna y externa) es de 8.000 millones de d¨®lares. Meza record¨® que ¡°el ¨²nico alivio¡± del Gobierno de Hern¨¢ndez fue firmar este mes un convenio de tres a?os con el Fondo Monetario Internacional que fij¨® ¡°un baj¨®n demasiado brusco¡± de reducir el d¨¦ficit a 2,3% del PIB para 2017.

¡°La factura social crece con un agravante: la demanda social cada d¨ªa luce m¨¢s politizada. Los ¨ªndices de crispaci¨®n pol¨ªtica se han incrementado por factores como la pol¨ªtica de remilitarizaci¨®n de la seguridad p¨²blica. Eso es un tremendo retroceso en el avance que Honduras hab¨ªa venido observando en materia de construcci¨®n democr¨¢tica¡±, alert¨®.

En este escenario, las remesas familiares que los hondure?os env¨ªan desde Estados Unidos son vitales para la econom¨ªa de Honduras y siguieron aumentando, al pasar de 2.958 millones de d¨®lares en 2012 y 3.225 millones de d¨®lares en 2013 a 2.817 millones de d¨®lares de enero a octubre de 2014, un crecimiento del 10,3% con respecto al mismo periodo previo y a la espera de sumar los flujos de noviembre y diciembre.

Por eso es que migrar es m¨¢s que un chiste en Honduras.