50.000 personas han desaparecido en la guerra siria
Miles de familias luchan para encuentrar a los secuestrados de ambos bandos
All¨¢ donde reina el caos, los se?ores de la guerra hacen de la vida un negocio. Al menos 50.000 personas permanecen desparecidas en Siria. Alarmantes cifras que han llevado a miles de familias de ambos bandos a la tortuosa b¨²squeda de sus seres queridos en medio de la guerra. ¡°Nos llevaron a un campo, abrieron un pozo y pusieron a un joven de rodillas. Le cortaron el cuello. Su cuerpo cay¨® al pozo empujado por la suela del verdugo. Aunque viviera 200 a?os, jam¨¢s podr¨¦ olvidar el olor a muerte y descomposici¨®n que brotaba de aquel agujero. A¨²n me despierto por las noches con ese hedor en la nariz¡±, rememora Wisam Sakur, de 36 a?os, que logr¨® escapar con vida tras 10 meses de cautiverio en el que sus familiares no cesaron de buscarle.
Su carn¨¦ de identidad fue su condena. Oriundo de la aldea Qardaha, en Latakia, cuna de la familia del presidente Bachar el Asad, sus captores vieron en ¨¦l una moneda de cambio para recuperar a rebeldes presos de las celdas del r¨¦gimen. Con una extra?a mueca que asemeja a media sonrisa, Wisam relata con todo lujo de detalles las horas, los pormenores de traslados a otras celdas, los nombres de los compa?eros de cautiverio o los rasgos de sus guardianes. ¡°Preso entre cuatro paredes, la mente es lo ¨²nico que te queda. Un d¨ªa pas¨¦ cinco horas observando una hormiga a la que hice caminar interminablemente por mis dedos, contando sus patas, analizando su fisionom¨ªa¡±, recuerda. Los guardianes eran relevados cada mes y medio para evitar que se crearan lazos con los reos. Consciente de que le aguardaba una muerte segura, Wisam y dos compa?eros de cautividad huyeron una noche forzando una ventana de la celda. Caminaron sin descanso durante dos d¨ªas con sus dos noches hasta llegar a un poblado seguro.
La supervivencia econ¨®mica pasa a un segundo plano para decenas de miles de familias que consagran sus d¨ªas a la b¨²squeda del ser querido que un d¨ªa sali¨® por la puerta para nunca m¨¢s regresar. ¡°En 2011 contabilizamos hasta 200.000 desaparecidos. Hoy las cifras se han reducido a unas 50.000¡±, apunta el jeque ¡ªautoridad religiosa¡ª Nuwaf Abdelaziz que preside una oficina de reconciliaci¨®n en Damasco.
Centenares de oficinas de reconciliaci¨®n proliferan a lo largo y ancho del pa¨ªs recurriendo a personalidades locales de diferentes regiones y confesiones que hacen las veces de mediadores. Se trata principalmente de jeques y notables religiosos capaces de entablar contacto simult¨¢neamente con los grupos rebeldes, las mafias organizadas de ambos bandos y oficiales del Ej¨¦rcito sirio. ¡°Hay tres tipos de casos. Los secuestrados por motivos econ¨®micos, f¨¢ciles de resolver si la familia puede encajar el rescate. Los que han sido secuestrados para ser intercambiados por presos en las c¨¢rceles del gobierno. Si el reo que quieren intercambiar ha cometido delitos de sangre, no podemos hacer nada y el raptado es ejecutado. Por ¨²ltimo, los casos m¨¢s complicados son una mezcla entre delincuencia y ajuste de cuentas que casi siempre terminan mal¡±, apunta el jeque.
Nuwaf asegura que los comit¨¦s de reconciliaci¨®n tambi¨¦n se encuentran en el lado rebelde. ¡°A muchos desaparecidos los localizamos en las c¨¢rceles gubernamentales. Miembros de los comit¨¦s civiles y simpatizantes del r¨¦gimen los denunciaron como colaboracionistas tras secuestrarlos y no obtener dinero alguno por ellos, encarcel¨¢ndolos m¨¢s tarde como venganza¡±, asegura Nuwaf.
Al otro lado de la frontera, en la capital libanesa, Mohamed, de 31 a?os y dramaturgo de vocaci¨®n lucha por llegar a final de mes con peque?os trabajos. ¡°Era 2012 y estaba en la mezquita Omeya de Damasco cuando un grupo de j¨®venes empezaron a vitorear consignas contra el r¨¦gimen. La polic¨ªa secreta y shabiha ¨Cmercenarios a sueldo del r¨¦gimen- los arrestaron y con ellos a todos los j¨®venes que est¨¢bamos all¨ª¡±, relata Mohamed. Recuerda los 25 interminables d¨ªas que pas¨® en una celda de cuatro metros cuadrados junto con otros 45 presos. ¡°Me rompieron a golpes todos los dientes superiores, dos costillas y la nariz sin haber hecho nada¡±, a?ade. Nada m¨¢s ser liberado empac¨® sus enseres cogi¨® a su mujer, que ya se cre¨ªa viuda, y sali¨® del pa¨ªs para nunca m¨¢s volver.
A pesar de que numerosos familiares insisten en la reconciliaci¨®n como ¨²nica salida al conflicto, la cruel y sangrienta guerra civil ha radicalizado a ambos bandos donde muchos anteponen hoy venganza a di¨¢logo. ¡°?La verdad? Jam¨¢s podr¨¦ perdonar a mis secuestradores. Si los viera, les pasar¨ªa por encima con un tanque¡±, admite Wisam. ¡°No volver¨¦ a Siria mientras siga [Bachar el] Asad¡±, asegura por su parte Mohamed.
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