Syriza hace concesiones en campa?a
La izquierda de Tsipras intenta ampliar su base electoral sin incurrir en contradicciones
A diferencia de su programa para las elecciones de 2012, m¨¢s radical ¡ªexig¨ªa por ejemplo la salida de Grecia de la OTAN y el cierre de todas las bases en el pa¨ªs, o la cancelaci¨®n de los acuerdos militares con Israel¡ª, en 2015 las propuestas de Syriza han evolucionado hasta una suerte de pragmatismo por m¨¢s que algunas siembren la inquietud en Europa, especialmente las que se refieren a la reestructuraci¨®n de la deuda.
La ¡®moderaci¨®n¡¯ ¡ªuna actitud que el l¨ªder del partido, Alexis Tsipras, desmiente¡ª no es de extra?ar: en 2012 Syriza era consciente de que le aguardaba la bancada de la oposici¨®n (primera fuerza, con 71 esca?os) y ahora se ve en el Gobierno; es decir, que desde 2009, cuando entr¨® en el Parlamento con el 4% de los votos, hasta ahora, con un 30% en los sondeos, el partido ha dejado algunas ideas por el camino y maquillado otras. Pero ni siquiera en 2012 lleg¨® a pedir la salida de Grecia del euro, aunque s¨ª solicit¨® someter a refer¨¦ndum vinculante los tratados europeos. Con un programa articulado en cuatro pilares fundamentales (aliviar la ¡°crisis humanitaria¡± de la poblaci¨®n m¨¢s afectada por la crisis; revitalizar la econom¨ªa; fomentar el empleo y reformar el Estado y las administraciones), estos son algunos de sus puntos:
Pago de la deuda y otras medidas econ¨®micas. ¡°La deuda griega no es viable¡±, apunta Yanis Mili¨®s, jefe del equipo econ¨®mico de Syriza. ¡°La soluci¨®n que proponemos es la que se dio a Alemania en 1953: la cancelaci¨®n de la mayor parte y el pago de la restante con cl¨¢usula de crecimiento¡±. Adem¨¢s del auxilio inmediato a las v¨ªctimas de la crisis, Mili¨®s enumera otras medidas: ¡°Restauraci¨®n inmediata de los convenios colectivos; 13? paga a los jubilados con pensiones inferiores a 700 euros; aumento inmediato del subsidio de desempleo a 461 euros; programa de ajuste de la deuda interna con los bancos; radical reforma del sector p¨²blico con s¨®lo 10 ministerios [en vez de la veintena actual]¡±.
Nacionalizaciones. Syriza prev¨¦ renacionalizar sectores estrat¨¦gicos que han sido privatizados, como el agua, la electricidad, ciertos medios de transporte (como la l¨ªnea a¨¦rea de bandera), y crear un banco nacional de desarrollo. Aunque fuentes del partido sostienen que hasta el 75% de los dos rescates de la troika se ha destinado a recapitalizar los bancos, otras elevan esa partida a s¨®lo el 20%.
Pol¨ªtica exterior. El programa tiene un sesgo profundamente econ¨®mico y pocas referencias a relaciones exteriores; nada, por ejemplo, sobre la entrada china en sectores estrat¨¦gicos (puertos) o acerca del ostensible incremento de relaciones, en los ¨²ltimos a?os, del Gobierno de Atenas con Israel por los intereses derivados del hallazgo de gas natural en aguas de Chipre. Propone un ¡°acuerdo permanente¡± con Turqu¨ªa, un hueso duro de roer para el segmento nacionalista de la poblaci¨®n. Como antes, Syriza apoya el reconocimiento de un Estado palestino dentro de las fronteras de 1967, pero ya no aparece la petici¨®n de suspender la cooperaci¨®n militar con Israel. El partido nunca ha propuesto la salida de la UE (a diferencia, por ejemplo, del socialista Pasok liderado por Andreas Papandreu en los ochenta).
Relaciones con la Iglesia. La actitud de Syriza tambi¨¦n encierra alguna que otra contradicci¨®n: la propuesta de separaci¨®n de Iglesia y Estado, mediante reforma de la Constituci¨®n, se vio este martes puesta a prueba con la asistencia de Tsipras a la celebraci¨®n de la Teofan¨ªa (principal festividad de la navidad ortodoxa) junto a varios popes, un ministro y dem¨¢s fuerzas vivas. Tsipras act¨²a ya como hombre de Estado, y eso entra?a posibilismo. El programa tambi¨¦n propone la abolici¨®n de los abultados privilegios fiscales de la Iglesia; en la pr¨¢ctica, sin embargo, los militantes y alcaldes de Syriza colaboran estrechamente con la Iglesia en tareas de asistencia social a v¨ªctimas de la crisis.
Inmigraci¨®n. La presencia de cientos de miles de indocumentados en Grecia, principal puerta de entrada en Europa desde Oriente, fue uno de los ejes de la campa?a de 2012 y empuj¨® a los dos principales partidos (Nueva Democracia y Pasok) a extremar sus posturas ante la amenaza del neonazi Aurora Dorada, que logr¨® 16 esca?os. Esta campa?a soslaya la inmigraci¨®n ilegal, pero Syriza recoge en su programa algunas propuestas, como desmilitarizar la Guardia Costera ¡ªresponsable de las patrullas de vigilancia en el Egeo o el J¨®nico¡ª o garantizar los derechos fundamentales de los internos en los atestados centros de detenci¨®n de extranjeros. Algunos Ayuntamientos de Syriza, como el de Jalandri, acogen desde hace semanas a refugiados sirios.
Reforma del Estado y las administraciones. En este cap¨ªtulo entran asuntos pendientes como la reforma de la Constituci¨®n ¡ªya prevista antes de la convocatoria anticipada de elecciones¡ª; la reforma de la ley electroral para asegurar una representaci¨®n parlamentaria verdaderamente proporcional (ahora no lo es); o el fin del aforamiento para que cualquier diputado o miembro del Gobierno pueda ser juzgado por tribunales ordinarios. Como colof¨®n, una lucha total contra la corrupci¨®n y el clientelismo.
Tsipras tiende puentes con la Iglesia
La actitud de Syriza tambi¨¦n encierra alguna que otra contradicci¨®n: su programa para las elecciones del pr¨®ximo d¨ªa 25 incluye una propuesta de separaci¨®n de Iglesia y Estado, mediante reforma de la Constituci¨®n, que se vio este martes puesta a prueba con la asistencia del l¨ªder del partido, Alexis Tsipras, a la celebraci¨®n de la Epifan¨ªa ortodoxa (principal festividad de la navidad ortodoxa) junto a varios popes, un ministro y dem¨¢s fuerzas vivas.
Tsipras act¨²a ya como hombre de Estado, y eso entra?a posibilismo. El programa tambi¨¦n propone, por ejemplo, la abolici¨®n de los abultados privilegios fiscales de la iglesia. En la pr¨¢ctica, sin embargo, los militantes y alcaldes de Syriza colaboran estrechamente con la Iglesia en tareas de asistencia social a v¨ªctimas de la crisis.
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