Valls alerta de que en Francia hay un ¡°apartheid social, territorial y ¨¦tnico¡±

Existe en Francia ¡°un apartheid territorial, social y ¨¦tnico¡±. As¨ª de contundente fue el primer ministro franc¨¦s, Manuel Valls, este martes en una comparecencia ante la prensa, dos semanas despu¨¦s de los atentados yihadistas de Par¨ªs y su regi¨®n. En pleno debate sobre el modelo de integraci¨®n a la francesa, y en particular sobre los fallos de la escuela laica y republicana, el antiguo alcalde socialista de ?vry, en las afueras de Par¨ªs, puso el dedo en la llaga. Coherente con su propio discurso, reiter¨® su diagn¨®stico, ya realizado tras los disturbios de 2005 que incendiaron la banlieue, los barrios perif¨¦ricos de Par¨ªs y de otras grandes ciudades. El jefe del Gobierno detallar¨¢ ma?ana mi¨¦rcoles las nuevas medidas antiterroristas de su Gobierno.

¡°S¨ª, estos ¨²ltimos d¨ªas han puesto de relieve muchos de los males que consumen a nuestro pa¨ªs o los desaf¨ªos que tenemos que enfrentar¡±, indic¨® Valls en referencia a los atentados contra el semanario sat¨ªrico Charlie Hebdo, un supermercado jud¨ªo y una agente de polic¨ªa, que causaron 17 muertos. ¡°A esto, hay que a?adir todas las fracturas¡±, unas ¡°tensiones que llevan tiempo incub¨¢ndose¡± como ¡°la relegaci¨®n en la periferia urbana, los guetos¡­ lo que evocaba ya en 2005, un apartheid territorial, social y ¨¦tnico que se ha impuesto en nuestro pa¨ªs¡±. A esta ¡°miseria social, se suman las discriminaciones diarias por no tener el nombre adecuado, el buen color de piel o ser mujer¡±.

Para luchar contra estas desigualdades, Valls aboga por volver a pensar la ¡°ciudadan¨ªa¡±, un t¨¦rmino que prefiere al de integraci¨®n ¡ª¡°olvidemos las palabras que ya no tienen sentido¡±¡ª dado que los tres terroristas de los ataques de Par¨ªs, con familias de origen magreb¨ª y maliense, eran franceses, nacidos y criados en Francia. ¡°Debemos luchar cada d¨ªa contra este terrible sentimiento de que habr¨ªa ciudadanos de segunda¡±, recalc¨®. ¡°Tenemos que aportar respuestas republicanas, si no, los franceses buscar¨¢n respuestas estigmatizantes en el [partido de extrema derecha] Frente Nacional y en Marine Le Pen¡±, se?al¨®.

Con sus declaraciones Valls apunta directamente a las banlieues m¨¢s populares, los barrios de las afueras de las grandes urbes en la que se concentran la pobreza, el desempleo y los j¨®venes de origen extranjero. En ellos, la pobreza es tres veces m¨¢s elevada que en el resto del territorio franc¨¦s ¡ªafecta a un 36,5% de la poblaci¨®n¡ª y la tasa de desempleo ¡ªdel 24,2% en 2012¡ª m¨¢s que duplica la media del pa¨ªs, en particular entre los j¨®venes, seg¨²n el ¨²ltimo estudio del Observatorio Nacional de Zonas Urbanas (Onzus), de 2013.

En estas denominadas Zonas Urbanas Sensibles (ZUS), que engloban el grueso de los barrios m¨¢s conflictivos, viven 4,7 millones de personas, el 7% de la poblaci¨®n, seg¨²n cifras de 2006. La mitad de los menores de 18 a?os vive bajo el umbral de pobreza y la tasa de analfabetismo entre las personas de entre 18 y 29 a?os alcanza el 12%, cuando es el del 3% en el resto del territorio. M¨¢s del 30% de la poblaci¨®n es menor de 20 a?os, el 17,5% es extranjero y el 10% nacionalizado franc¨¦s.

Si bien Valls es coherente con su propia l¨ªnea, su discurso, que no siempre ha sido bienvenido en su propio partido, encuentra un eco particular en estos momentos. Pasado el trauma de los atentados, la ciudadan¨ªa francesa se pregunta qu¨¦ ha fallado en su modelo de integraci¨®n. Mucha atenci¨®n se ha focalizado en la escuela, s¨ªmbolo y orgullo de la Francia laica y republicana, donde no se ha respetado siempre el minuto de silencio decretado al d¨ªa siguiente el ataque a Charlie Hebdo. Muchos observadores han apuntado tambi¨¦n a la poca presencia de j¨®venes de la banlieue en la gran manifestaci¨®n de repulsa del domingo siguiente a los ataques.