Radiograf¨ªa del manifestante de Pegida: clase media y con estudios
Dos estudios dan pistas sobre el perfil de los que acuden a las marchas islam¨®fobas
Pegida, el movimiento islam¨®fobo que ha revolucionado la pol¨ªtica alemana, ha sorprendido no solo por su r¨¢pida expansi¨®n, sino tambi¨¦n por sus perfiles difusos y por la dificultad para definir qui¨¦nes son esas decenas de miles de alemanes ¡ª25.000 hace unos d¨ªas en Dresde; unos 15.000 ayer en Leipzig¡ª que cada semana se echan a las calles para protestar contra la supuesta islamizaci¨®n de Occidente. Un par de estudios hechos p¨²blicos en los ¨²ltimos d¨ªas han contribuido a echar un poco de luz sobre este fen¨®meno.
El manifestante t¨ªpico de Pegida no es un parado o trabajador no cualificado que vuelca su frustraci¨®n protestando contra el Gobierno, las ¨¦lites y los inmigrantes. Un an¨¢lisis de la Universidad T¨¦cnica de Dresde muestra una radiograf¨ªa totalmente distinta: hombre, de 48 a?os, de clase media, sin confesi¨®n religiosa, con estudios, con empleo y con unos ingresos superiores a la media. Es esta una idea que coincide con lo observado por un grupo de soci¨®logos comandados por el Centro de Berl¨ªn para la Investigaci¨®n Social (WZB). Entre los manifestantes que accedieron a responder a estos soci¨®logos tambi¨¦n hab¨ªa un porcentaje mayor de licenciados que la media de la poblaci¨®n alemana.
Es f¨¢cil observar para cualquiera que haya estado en algunas de las protestas de Pegida uno de los nexos en com¨²n de los all¨ª reunidos: su desprecio hacia el establishment alem¨¢n, no solo pol¨ªtico, sino tambi¨¦n empresarial, period¨ªstico... ¡°Nosotros somos el pueblo¡±, repiten cargados de furia, como queriendo decir ¡°y ellos no¡±.
Esta impresi¨®n la confirma el estudio de la Universidad de Dresde, que se?ala el descontento con la pol¨ªtica como el factor m¨¢s subrayado por los entrevistados, incluso por encima del temor o desprecio por la cultura musulmana. Tras el descontento con la pol¨ªtica y la amenaza del islam, los consultados mencionaron las mentiras de los medios de comunicaci¨®n y los resentimientos contra los solicitantes de asilo y los extranjeros (sobre todo los musulmanes) como principales motivos para movilizarse.
La rabia de los simpatizantes de Pegida contra las ¨¦lites dificulta el trabajo de los encuestadores: la gran mayor¨ªa de los interpelados se niega a hablar con los soci¨®logos ¡ªal igual que ocurre con los periodistas¡ª, un factor que obliga a leer con prudencia los resultados de las investigaciones.
Las preferencias pol¨ªticas de los manifestantes tambi¨¦n parecen decantarse claramente por el partido conservador-euroesc¨¦ptico Alternativa por Alemania (AfD), cuya c¨²pula est¨¢ dividida entre los que abogan por una alianza con los islam¨®fobos y los moderados que rechazan v¨ªnculos que puedan poner en entredicho sus principios democr¨¢ticos. Seg¨²n la Universidad T¨¦cnica de Dresde, un 62% rechaza pronunciarse por ning¨²n partido; pero entre los que s¨ª eligen una fuerza gana por goleada AfD. Resultados a¨²n m¨¢s claros arroja la encuesta del centro de estudios berlin¨¦s. Entre las 123 personas que accedieron a contestar a sus preguntas, un arrollador 89% dice que si el pr¨®ximo domingo hubiera elecciones se decantar¨ªa por el partido euroesc¨¦ptico.
La protesta pincha en Leipzig
Los impulsores de Pegida han comprobado que las malas noticias nunca vienen solas. El mismo d¨ªa en el que se quedaron sin l¨ªder por una foto nazi, la manifestaci¨®n organizada en Leipzig se qued¨® por debajo de sus expectativas. Esta marcha era especial por distintos motivos. Se convoc¨® un mi¨¦rcoles, y no los lunes como es habitual, y se traslad¨® de Dresde a Leipzig ¡ªambas en el Estado oriental de Sajonia, y a una distancia de unos 100 kil¨®metros¡ª despu¨¦s de que el lunes tuvieran que suspender la protesta por la amenaza de un atentado terrorista. Los autodenominados ¡°patriotas europeos¡± anunciaron una participaci¨®n de 60.000 personas; y la polic¨ªa despleg¨® a 4.000 agentes para evitar choques con los contramanifestantes. Pero finalmente Pegida moviliz¨® a unos 15.000 ciudadanos, lejos de los 25.000 de la semana pasada en Dresde, y menos que los 20.000 contramanifestantes que defend¨ªan una Alemania abierta a todos.
Se cumple as¨ª una vez m¨¢s el principio de que Pegida solo triunfa en Dresde, una ciudad en la que la presencia musulmana es m¨ªnima, del 0,4%. Legida ¡ªla marca de Pegida en Leipzig¡ª no logr¨® sus objetivos, quiz¨¢s por los problemas en torno al l¨ªder de la organizaci¨®n, Lutz Bachmann, a por la mala relaci¨®n entre las organizaciones de las dos ciudades.
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