La UE adopta perfil bajo con Tsipras y dar¨¢ concesiones a cuentagotas

La palabra del a?o en Bruselas es contranarrativa. La b¨²squeda de un relato alternativo es una obsesi¨®n para la UE, que trata as¨ª de contrarrestar desde su propio declive en el tablero mundial hasta las aventuras de Vlad¨ªmir Putin en Ucrania e incluso la ofensiva yihadista en el continente. Lo mismo vale para Grecia: Bruselas amaneci¨® este lunes con la victoria de la izquierda en Atenas, que anticipa nuevos tiempos en muchos ¨¢mbitos. La contranarrativa de la UE, en el caso griego, pasa por adoptar un acusado perfil bajo en relaci¨®n al nuevo Gobierno de Alexis Tsipras, y en todo caso por hacer las concesiones que sean indispensables, y siempre con cuentagotas. El objetivo es reducir a la m¨ªnima expresi¨®n el temido efecto contagio. Financiero, pero ahora sobre todo pol¨ªtico: los partidos de centroderecha y centroizquierda, que dominan en la gran mayor¨ªa del continente, recelan del nuevo escenario en Grecia por las consecuencias que esa victoria pueda tener en otros pa¨ªses.

La Uni¨®n Europea es consciente de que se juega mucho en Atenas

Los l¨ªderes europeos se tentaban este lunes los ropajes antes de la habitual ronda de declaraciones ante una negociaci¨®n que se adivina larga y que arrancar¨¢ dentro de unas semanas, con la asistencia de Tsipras a su primera cumbre europea, el 12 de febrero. Hasta entonces Grecia no va a desvelar qu¨¦ quiere exactamente, y en consecuencia tampoco hay nadie en la zona euro que quiera ense?ar sus cartas. El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, asegur¨® hace solo un mes que en Bruselas ¡°no gustan las caras nuevas¡±, pero este lunes felicit¨® efusivamente a Tsipras por su ¡°¨¦xito¡± electoral y le ofreci¨® la asistencia del Ejecutivo europeo para lograr ¡°crecimiento sostenible¡± y ¡°credibilidad fiscal¡±. Obviamente, eso significa cosas distintas en Atenas y Bruselas: Syriza quiere mitigar la austeridad y reestructurar la deuda p¨²blica, mientras que los socios del euro repiten como una letan¨ªa que Grecia ¡°debe respetar sus compromisos¡±.

Berl¨ªn ser¨¢ parada obligada en cada una de las fases de la negociaci¨®n. Tras el sonoro rev¨¦s de la semana pasada con el anuncio del BCE de las compras a gran escala de deuda p¨²blica ¡ªrecibido en Alemania con una fea mueca de disgusto¡ª, la victoria de Syriza es un nuevo contratiempo. Merkel tiene cerca dos elecciones regionales (en Hamburgo y Bremen), con el partido antieuro Alternativa para Alemania amenazante por su derecha. El ¨¦xito de Tsipras preocupa en la canciller¨ªa. Las cr¨ªticas directas a la austeridad dictada por Berl¨ªn y las declaraciones subidas de tono acerca de una quita unilateral de la deuda durante la campa?a no ayudan. El ministro de Exteriores germano, Frank-Walter Steinmeier, dej¨® claro que su Gobierno ¡°se ofrece para trabajar con el Ejecutivo griego¡±, pero a la vez ¡°espera que mantenga la senda reformista¡± de los ¨²ltimos a?os. El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, record¨® que Grecia seguir¨¢ precisando ayuda europea, y avanz¨® que solo llegar¨¢ ¡°si se respetan los acuerdos¡±.

Menos pol¨ªticamente correcto, el primer ministro finland¨¦s, Alexander Stubb, advirti¨® de que su pa¨ªs ¡ªcon elecciones en marzo¡ª no aceptar¨¢ una quita. ¡°No vamos a perdonar ninguna deuda¡±, dijo. ¡°Pero estamos dispuestos a discutir una ampliaci¨®n de los plazos¡±, destac¨®. Eso es una novedad: incluso los pa¨ªses m¨¢s duros, con Finlandia a la cabeza, conceden ya que hay que encontrar el modo de reestructurar la deuda griega, del 175% del PIB.

Algo ha empezado a cambiar en Europa. Junto a ese giro de los acreedores, el BCE ha activado las compras de bonos y la Comisi¨®n es ya algo m¨¢s laxa con las pol¨ªticas fiscales. En otros pa¨ªses, la victoria de Syriza se ve como una oportunidad para afianzar el giro de la pol¨ªtica econ¨®mica europea. El presidente franc¨¦s,?Fran?ois Hollande, fue este lunes el primer l¨ªder en felicitar a Tsipras, a quien ofreci¨® su apoyo para ¡°recuperar el camino de la estabilidad, el crecimiento y el esp¨ªritu de solidaridad que une a los europeos¡±. No obstante, matiz¨® respecto a la deuda: ¡°Los compromisos deben cumplirse¡±. Francia considera que el triunfo de Syriza juega a favor de una nueva pol¨ªtica alejada de las recetas de austeridad a ultranza, informa Carlos Y¨¢rnoz.

M¨¢s all¨¢ de las declaraciones de cortes¨ªa t¨ªpicas del d¨ªa despu¨¦s, Europa es consciente de que se juega mucho en Grecia, inicio y estaci¨®n de paso en todas y cada una de las r¨¦plicas de la crisis. Tras la sacudida que ha dado Tsipras a la pol¨ªtica continental, los analistas coinciden en subrayar que no se esperan nuevas convulsiones, pero nadie se atreve a descartar un accidente ¡°por la falta de experiencia de Syriza o porque Berl¨ªn no permita suficiente margen para Grecia¡±, seg¨²n fuentes europeas. ¡°Hay incertidumbre y Alemania est¨¢ bajo presi¨®n, pero hay que ver qu¨¦ puede lograr Tsipras y no habr¨¢ ning¨²n tipo de acuerdo sin el consentimiento de Berl¨ªn. Entramos en una negociaci¨®n en la que debe haber concesiones por ambas partes¡±, dijo Fabian Zuleeg, del Centro de Pol¨ªtica Europea. ¡°Hay un par de riesgos considerables para la pol¨ªtica europea: Syriza ha prometido mucho, y si no consigue resultados eso puede derivar en inestabilidad interna. Pero Europa est¨¢ obligada a moverse, a permitir alivio con la deuda y a dar algo de margen para que vuelva el crecimiento. El mayor riesgo es que Berl¨ªn no permita grandes cambios para no ver peligrar el statu quo. Pero tal vez el statu quo no sea sostenible¡±, abund¨® Guntram Wolf, de Bruegel.