¡°Siempre voy a estar con vos. Nos vemos cuando me muera¡±
Las hijas menores del fiscal Alberto Nisman leyeron dos cartas en su funeral y uno de los oradores en la ceremonia habl¨® de ¡°asesinato¡±
La prensa argentina amaneci¨® esta ma?ana con las palabras exactas que se pronunciaron ayer en el funeral del fiscal Alberto Nisman. Celebrado bajo el rito jud¨ªo en el cementerio israelita de La Tablada, en el municipio bonaerense de La Matanza, el funeral se celebr¨® en un ambiente ¨ªntimo. A pesar de que los periodistas no pudieron acceder al recinto, varios cronistas han reconstruido las palabras que pronunci¨® la ex exposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado. La juez, acompa?ada de su pareja actual, se dirigi¨® a los restos de su ex marido: ¡°Debo pedirte perd¨®n porque pertenezco a este poder, que no s¨¦ si est¨¢ trabajando como se debe trabajar para llegar a la verdadera raz¨®n de este final¡±.
Arroyo Salgado, como ya hab¨ªa declarado ante los periodistas en una ocasi¨®n, rechaz¨® la idea del suicidio: ¡°S¨¦ que confi¨¢s en m¨ª para llegar a la verdad, porque ninguno de los que te conocemos creemos que vos hayas sido el hacedor de este final. Tenemos la certeza de que esto fue obra de otras personas, no sabemos de qui¨¦n. Es muy dif¨ªcil¡±.
La jueza ley¨® dos cartas que escribieron las dos hijas que tuvo con Nisman. ?ste es el mensaje de Iara, de 15 a?os:
Pap¨¢, voy a extra?ar mucho jugar al Uno con vos, tus chistes, que mires mis fotos y me digas lo que te parecen y que en todos los lugares a los que nos vamos sac¨¢ndonos una foto e ir a comer sushi todos los domingos. Te voy a extra?ar mucho y estoy segura de que no soy la ¨²nica. A pesar de nuestras discusiones yo tengo muy buenos recuerdos de vos. Lo que m¨¢s me acuerdo es nuestro ¨²ltimo viaje. Me acuerdo de c¨®mo te gan¨¦ tres veces seguidas en el Uno y no quisiste jugar m¨¢s. C¨®mo me regalaron una caja llena de chocolates y te los comiste casi todos, que seg¨²n vos eran 90. Todo lo que me explicabas por las preguntas que yo te hac¨ªa todo el d¨ªa por lo que hab¨ªa pasado en Par¨ªs, pero m¨¢s que nada me acuerdo de todas las veces que me hac¨¦s re¨ªr. Espero que los dem¨¢s te recuerden como yo, cuando estabas alegre y haciendo chistes todo el tiempo. Tango tambi¨¦n se acuerda de vos y estoy segura de que te extra?a. Te prometo que lo voy a cuidar mucho. Tambi¨¦n te quiero agradecer por todo lo que hiciste por m¨ª y los buenos momentos que pasamos juntos. S¨¦ que ahora vas a estar en un mejor lugar y en paz, pero siempre vas a estar en mi coraz¨®n. Voy a estar todo el tiempo pensando en vos y en la buena persona que sos. Te amo.
Y ¨¦sta es la carta que escribi¨® su hija Kala, de siete a?os:
Pap¨¢, te voy a extra?ar mucho, espero que la pases muy bien y te reencuentres con tu pap¨¢ y la bobe Clara. Te quiero mucho. Fuiste muy bueno y yo todav¨ªa pienso que est¨¢s en mi coraz¨®n. La pas¨¦ muy bien con vos cuando fuimos a Disney, a Chile, a Las Le?as y un mont¨®n de lugares m¨¢s. Nunca voy a dejar de pensar en vos y tampoco en todas las lindas cosas, como cuando pein¨¢bamos a Tango. Quiero que sepas que te reamo y siempre voy a estar con vos. Nos vemos cuando me muera. Te amo. Espero que descanses en paz.
Antes de que hablara la ex esposa de Nisman, el fil¨®sofo y ensayista Santiago Kovadloff, pronunci¨® un peque?o discurso invitado por la familia de Nisman. En sus palabras, reproducidas hoy por el diario La Naci¨®n, Kovadloff habl¨® expresamente de asesinato: ¡°La Rep¨²blica vuelve a estar de duelo con este asesinato. Somos millones los argentinos persuadidos de que la muerte de Alberto Nisman abre un interrogante estremecedor sobre el valor de nuestras propias vidas".
Kovadloff describi¨® el ambiente que se vivi¨® en el funeral durante una entrevista en Radio Mitre. "No sab¨¦s lo que eran los ojos de la hija mayor fijados en los m¨ªos cuando yo le¨ªa y la miraba", se?al¨®. "La m¨¢s chiquita, ¨¢ngel divino, hermosa nena de 8 a?os, no estaba donde estaba porque su cabecita por suerte no le permit¨ªa estar donde se encontraba. (...) Y la carucha de la nena mayor mir¨¢ndome mientras yo dec¨ªa que su orfandad era tambi¨¦n la nuestra. Con sus ojos clavados en m¨ª, como dici¨¦ndome "?de qu¨¦ est¨¢s hablando?". "Ese cementerio", describi¨® el fil¨®sofo, "la expresi¨®n de una tristeza irremediable y al mismo tiempo ese rito jud¨ªo; esa letan¨ªa tan tierna y terrible que incluye una frase como esta en la oraci¨®n que dice 'gracias se?or por haberlo tenido entre nosotros'. Es muy fuerte".
"Eran familiares, amigos, no muchas personas", a?adi¨® Kovadloff en una entrevista transcrita por el portal Infobae. "Afuera estaba la gente, el pueblo, la gente en su abundancia. Si vos vieras lo que era la humildad de la gente, con peque?os cartones toscos donde ped¨ªan justicia. Personas que se acercaban a uno para dar un abrazo y a decir justicia. 'Justicia, justicia', repet¨ªa la gente. Gente humilde, que vos hubieras dicho que es ajena a lo que estaba pasando. ?No! Era gente que se sent¨ªa violentada en lo m¨¢s ¨ªntimo de su ser. ?sa era la atm¨®sfera".
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