Los neonazis salen a la calle para honrar a los h¨¦roes griegos
Aurora Dorada re¨²ne a 2.000 personas en Atenas en una celebraci¨®n nacionalista
Como todos los a?os por estas fechas, el partido ultra griego Aurora Dorada (AD) ha organizado este s¨¢bado un acto de homenaje a los ¡°h¨¦roes¡± de Imia, los tres militares griegos fallecidos al caer el helic¨®ptero en el que viajaban sobre ese islote del Dodecaneso en 1996, durante el incidente militar m¨¢s grave que ha enfrentado a Grecia y Turqu¨ªa, y que a punto estuvo de acabar en enfrentamiento armado.
Lo que hac¨ªa diferente esta vez la efem¨¦ride son dos factores cargados de significado: el primero, el tercer puesto logrado por el partido neonazi en las elecciones del pasado domingo (6% de los votos, 17 esca?os), y el hecho de que esta fuera su primera aparici¨®n p¨²blica desde entonces, te¨®ricamente sacando pecho en las calles, como ped¨ªa la convocatoria del acto colgada en su p¨¢gina web, aunque en la concentraci¨®n s¨®lo participaron unas 2.000 personas, seg¨²n la polic¨ªa. Cabe recordar que AD tiene a la mitad de su c¨²pula en prisi¨®n preventiva desde septiembre de 2013 por asociaci¨®n criminal, a la espera de un juicio que podr¨ªa no llegar a celebrarse si transcurre el m¨¢ximo de 18 meses de detenci¨®n provisional (cumplen en marzo) sin convocarse la vista. De ah¨ª la relevancia del resultado de AD en las urnas, tras una campa?a electoral de muy bajo perfil y sin movilizaciones masivas. El hecho de que lograran el tercer puesto en las urnas no ha contribuido a romper el ostracismo que sufren, como demuestra que, durante la visita de Martin Schulz, el jueves a Atenas, fuera el ¨²nico partido de la oposici¨®n que no se reuni¨® con el presidente del Parlamento Europeo.
El segundo factor que sazon¨® la conmemoraci¨®n de los sucesos de Imia es el homenaje que el nuevo ministro de Defensa, el nacionalista Panos Kamenos, de Griegos Independientes (ANEL) ¨Cel peque?o partido que apoya el ¡°Gobierno de salvaci¨®n nacional¡± liderado por Syriza-, rindi¨® este viernes a los militares muertos, arrojando una corona de flores a las aguas del Egeo, que sobrevol¨® en helic¨®ptero acompa?ado de los jefes de la Marina y las Fuerzas A¨¦reas. Era la primera vez desde el incidente que un titular de Defensa griego visitaba Imia, un par de islotes deshabitados a siete kil¨®metros de la costa turca cuya soberan¨ªa reinvidica Ankara (se llaman Bardak en turco) y que revisten un inter¨¦s estrat¨¦gico para ambos pa¨ªses, al hallarse en la frontera de sus aguas jurisdiccionales y albergar un banco pisc¨ªcola muy cotizado por las flotas pesqueras de ambos pa¨ªses.
De hecho, la visita de Kamenos ¨Cnacionalista confeso y opuesto a la firma de la paz oficial con Turqu¨ªa- fue seguida, seg¨²n un comunicado del Ministerio de Defensa griego, por dos F-16 turcos, que no llegaron a traspasar el espacio a¨¦reo heleno al ser interceptados por dos cazas griegos. ¡°La raz¨®n del viaje del ministro [Kamenos] a Imia es manifestar su patriotismo y honrar a los que murieron all¨ª; nadie hab¨ªa hecho nunca esto en 19 a?os¡±, explic¨® una portavoz ministerial. Motivaciones al margen, el gesto de Kamenos resucita las viejas tensiones con Turqu¨ªa, tras a?os de una cierta entente cordiale entre los dos pa¨ªses. De hecho, en declaraciones al diario turco Sabah, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, manifest¨® esta semana su deseo de incrementar la cooperaci¨®n con Ankara.
Aunque coinciden con una sola voz en la denuncia de la pol¨ªtica de austeridad y la necesidad de reestructurar la deuda, Syriza y ANEL, los dos socios de gobierno, difieren mucho en otras cuestiones, entre ellas la pol¨ªtica internacional. La postura de ANEL, contraria al reconocimiento del nombre de la antigua rep¨²blica yugoslava de Macedonia; a un ¡°acuerdo permanente¡± con Turqu¨ªa ¨Cuno de los puntos del programa electoral de Syriza- o, en fin, su marcada postura en la conmemoraci¨®n del incidente de Imia ¨Cen la que s¨®lo la intervenci¨®n del presidente norteamericano Bill Clinton fue capaz de evitar la guerra en 1996- marcan distancia entre los socios. S¨®lo hay un punto en que concuerdan, y reviste una importancia capital: la apuesta clara por Mosc¨² y la denuncia de las sanciones impuestas al Kremlin por la UE y EEUU.
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