El proceso sobre Litvinenko desata una guerra fr¨ªa
La investigaci¨®n abierta en Reino Unido por el envenenamiento del exesp¨ªa ruso tensa la relaci¨®n entre Mosc¨² y Londres
Durante tres semanas de noviembre de 2006 el exesp¨ªa ruso Alexander Litvinenko fue una v¨ªctima de asesinato viva. Por eso este caso, reabierto ahora en el seno de una investigaci¨®n p¨²blica en Londres, es extraordinario. Postrado en su lecho de muerte, con la mente l¨²cida mientras la radiaci¨®n del polonio-210 destru¨ªa implacablemente su cuerpo, Litvinenko sab¨ªa que hab¨ªa sido asesinado. Y ofreci¨® a la polic¨ªa un minucioso relato en primera persona sobre los ¨²ltimos d¨ªas de la vida de un profesional de la observaci¨®n, que se sab¨ªa perseguido. El destino quiso que el ¨²ltimo caso sobre el que informara el exesp¨ªa fuera el de su propio asesinato. Y su versi¨®n se?ala a un ¨²ltimo culpable: el presidente ruso Vlad¨ªmir Putin.
La apertura el pasado martes de la investigaci¨®n p¨²blica sobre la muerte de Litvinenko ha tensado las relaciones entre Londres y Mosc¨². El Gobierno brit¨¢nico se hab¨ªa resistido inicialmente a que se abriera un proceso de estas caracter¨ªsticas para no perjudicar las relaciones. Pero en julio del a?o pasado, tras el enfriamiento entre los dos pa¨ªses por la crisis de Ucrania, el Ministerio del Interior decidi¨® autorizar esta investigaci¨®n judicial independiente.
El pasado mi¨¦rcoles, en un episodio propio de la guerra fr¨ªa, dos bombarderos Bear rusos se aproximaron al espacio a¨¦reo brit¨¢nico. Aviones Typhoon de la Real Fuerza A¨¦rea escoltaron de vuelta a los aparatos rusos por el cielo del canal de la Mancha, seg¨²n fuentes del Ministerio de Defensa. Elizabeth Quintana, investigadora de un centro de estudios de defensa brit¨¢nico, declar¨® al Daily Mail que la ¡°inusual¡± intervenci¨®n rusa puede estar relacionada con el inicio de la investigaci¨®n p¨²blica sobre el caso Litvinenko. El Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido convoc¨® al embajador de Rusia en Londres para pedir explicaciones.
Rusia envi¨® sus aviones al d¨ªa siguiente de que Ben Emmerson, abogado de la viuda, hablara en la apertura de la investigaci¨®n p¨²blica de ¡°un acto de terrorismo nuclear patrocinado por un Estado en las calles de Londres¡±. El abogado describi¨® a Putin como ¡°un delincuente com¨²n disfrazo de jefe de Estado¡±. Emmerson sugiri¨® que Litvinenko ¨Cque trabajaba para el MI6 desde 2003, dos a?os despu¨¦s de que Reino Unido le ofreciera asilo pol¨ªtico en su huida de Rusia- pudo haber sido asesinado por exponer los v¨ªnculos entre Putin y la mafia rusa en Espa?a.
Andrei Lugovoi y Dmitry Kovtun, los dos sospechosos del envenenamiento, se encuentran en Rusia. El juez Robert Owen, que preside la investigaci¨®n p¨²blica, les ha invitado a declarar por videoconferencia. Pero, de momento, lo que ha hecho Lugovoi, seg¨²n Emmerson, es declarar en la radio rusa el martes que la investigaci¨®n es una ¡°farsa judicial¡±.
La acusaci¨®n ha descrito esta semana a Lugovoi y Kovtun como dos asesinos m¨¢s bien torpes, que no ten¨ªan ni idea de que el veneno que transportaban era altamente radiactivo y que fracasaron en su primer intento de envenenar a Litvinenko. Fue el 16 de octubre, en una reuni¨®n en una empresa de seguridad privada del centro de Londres. Por motivos que se desconocen, el polonio acab¨® derramado sobre la mesa, dejando una alta concentraci¨®n de contaminaci¨®n radiactiva en una parte del tapete verde que la cubr¨ªa. En aquella ocasi¨®n Litvinenko solo estuvo expuesto a una peque?a dosis y todo qued¨® en unos v¨®mitos por la noche. El exesp¨ªa envenenado describi¨® a Kovtun ante la polic¨ªa como ¡°un tipo muy desagradable¡± que le pareci¨® ¡°alcoh¨®lico o drogadicto¡±.
Siguiendo las indicaciones de Litivinenko, la polic¨ªa ha rastreado la accidentada huella radiactiva de Lugovoi y Kovtun por Londres y hasta las calles de Hamburgo. Una inesperada y rocambolesca prueba introduce en la trama a un camarero alem¨¢n. El 28 de octubre de 2006 Kovtun vol¨® con su botecito de polonio de Mosc¨² a Hamburgo, donde hab¨ªa trabajado en un restaurante italiano entre 1996 y 2001. La noche del 30 de octubre, en un sal¨®n recreativo de la ciudad alemana, confes¨® a un excompa?ero del restaurante que se iba a Londres a asesinar a alguien. Seg¨²n la acusaci¨®n, Kovtun describi¨® a Litvinenko como ¡°un traidor con las manos manchadas de sangre¡± y le pregunt¨® a su amigo si conoc¨ªa a alg¨²n cocinero en Londres porque ten¨ªa ¡°un veneno muy caro y necesitaba que un cocinero lo pusiera en la comida o la bebida de Litvinenko¡±. Su amigo crey¨® que Kovtun le estaba tomando el pelo pero, seg¨²n la acusaci¨®n, le pas¨® el contacto de un cocinero.
A su llegada a Londres el 1 de noviembre, Kovtun llam¨® al cocinero a las 11.40, seg¨²n la acusaci¨®n, pero este le dijo que estaba ocupado. Entonces improvisaron otro plan: decidieron verter el polonio en una tetera, en una reuni¨®n que mantuvieron con Litvinenko en el bar Pine del hotel Millennium. Litvinenko dio tres o cuatro sorbos del t¨¦ contaminado. Estaba fr¨ªo, seg¨²n relat¨® a la polic¨ªa, y no le gust¨® su sabor. Aquella noche volvi¨® a vomitar. Veintid¨®s d¨ªas despu¨¦s estaba muerto.
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