Ayotzinapa abre la primera crisis en el Gobierno de Pe?a Nieto

La tragedia de Iguala, ese interminable abismo de sangre y dolor que sacude M¨¦xico desde septiembre pasado, ha abierto la primera crisis en el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto. Tras cinco meses de erosi¨®n casi diaria, el presidente ha decidido sustituir al procurador general de la Rep¨²blica, Jes¨²s Murillo Karam, un hombre de su m¨¢xima confianza que ha encabezado las pesquisas por la desaparici¨®n y muerte de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. En su lugar, el presidente estudiaba proponer a Arely G¨®mez, una senadora del PRI, de perfil t¨¦cnico y relativamente poco conocida.

El anuncio del cese de Murillo Karam, de 67 a?os, coincidi¨® con la detenci¨®n del narco m¨¢s buscado de M¨¦xico, Servando G¨®mez Mart¨ªnez, alias La Tuta, l¨ªder de la narcosecta de Los Caballeros Templarios. La enorme polvareda levantada por esta captura no impidi¨® que la ca¨ªda del procurador convulsionase las siempre agitadas aguas pol¨ªticas mexicanas.

El escepticismo que desbordaba el caso Iguala llev¨® al presidente a reconocer que M¨¦xico era una naci¨®n puesta a prueba

Murillo Karam ha sido la cabeza visible del Ejecutivo ante el caso de Iguala, y por ello mismo, se hab¨ªa convertido en el espig¨®n contra el que se estrell¨® la gigantesca ola de descontento desatada por la desaparici¨®n de los normalistas. La barbarie perpetrada la noche de 26 al 27 de septiembre no s¨®lo resucit¨® espectros que muchos mexicanos cre¨ªan haber enterrado con la victoria del PRI en 2012, sino que desencaden¨® una movilizaci¨®n popular solo comparable a la originada en 1968 con la matanza de Tlatelolco. Las investigaciones de la procuradur¨ªa, cuyos primeros pasos fueron un monumento a la confusi¨®n, se vieron impotentes para contener esta marejada. La p¨¦rdida de credibilidad fue creciendo d¨ªa a d¨ªa. Las detenciones, confesiones y hallazgos de la Procuradur¨ªa chocaron contra un muro m¨¢s alto. Un escepticismo que desbordaba el caso Iguala y que llev¨® al propio presidente a reconocer en diciembre que M¨¦xico, ante el "dolor colectivo y la impunidad", se hab¨ªa convertido en una naci¨®n puesta a prueba.

En el centro de este colapso se encontraba Murillo Karam. Su grado de deterioro era tal que sus tropiezos se volvieron un boomerang contra Pe?a Nieto. En noviembre, cuando despu¨¦s de semanas de extenuante investigaci¨®n ofreci¨® el primer relato oficial de la matanza de Iguala, acab¨® la conferencia de prensa con un sonoro "ya me cans¨¦". La frase se torn¨® dinamita en las redes sociales. En pocos minutos se transform¨® en un hashtag #yamecans¨¦ contra el Gobierno, evidenciando precisamente el agotamiento que su figura despertaba.

Su grado de deterioro era tal que sus tropiezos se volvieron un boomerang contra Pe?a Nieto

En este contexto, la salida de Murillo Karam, que desde diciembre se daba por segura, se ha dise?ado con sumo cuidado. Este abogado, que fue gobernador de Hidalgo (1993-1998) y presidente de la C¨¢mara de Diputados, ha sido uno de los mu?idores del ¨¦xito de Pe?a Nieto. A su lado trabaj¨® desde los inicios, tallando su figura pol¨ªtica. De ah¨ª que su relevo haya sido dise?ado para aminorar el golpe. Lejos de dejarle en tierra bald¨ªa, Pe?a Nieto le otorga una c¨®moda cartera: la Secretar¨ªa de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.

En sustituci¨®n de Murillo Karam, diversos medios se?alaron que el presidente hab¨ªa elegido a la senadora Arely G¨®mez, hermana de un vicepresidente de Televisa. Muy vinculada al Poder Judicial y sin aristas pol¨ªticas conocidas, su entrada se interpreta como un intento de recuperar la credibilidad perdida. Aunque nadie piensa que vaya a protagonizar un cambio radical en la l¨ªnea de investigaci¨®n, s¨ª se espera que alcance un mayor acercamiento a los padres, renuentes a aceptar las conclusiones oficiales.