EE UU intenta tranquilizar a los ¨¢rabes del Golfo por el pacto con Ir¨¢n

El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ha asegurado este jueves a sus aliados de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga que las negociaciones nucleares con Ir¨¢n no van a traducirse en un ¡°gran pacto¡± que suponga cerrar los ojos a las acciones desestabilizadoras de ese pa¨ªs en la regi¨®n. Kerry, que viaj¨® a Riad para informar a sus interlocutores de la marcha de esas deliberaciones, se reuni¨® adem¨¢s de con el rey Salman de Arabia Saud¨ª, con los ministros de Exteriores de los seis pa¨ªses del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo (CCG).

¡°Mientras debatimos con Ir¨¢n sobre su programa nuclear, no vamos a apartar nuestra vista del resto de las acciones desestabilizadoras de Ir¨¢n en otros lugares como Siria, L¨ªbano, Irak y la pen¨ªnsula Ar¨¢biga, en especial Yemen¡±, declar¨® el secretario de Estado, citado por Reuters, al t¨¦rmino de su visita.

Los miembros del CCG (que adem¨¢s de Arabia incluye Kuwait, Bahr¨¦in, Qatar, Emiratos ?rabes Unidos y Om¨¢n) temen que el acuerdo que EE. UU. est¨¢ ultimando con Ir¨¢n no sea suficiente para impedir que este pa¨ªs se convierta en una potencia nuclear. O lo que para ellos es casi igual de grave, que a cambio de que renuncie a esa posibilidad, la comunidad internacional haga la vista gorda a su creciente intervenci¨®n en los asuntos regionales.

El ministro saud¨ª afirma que los iran¨ªes ¡°se est¨¢n haciendo con Irak¡±

¡°Perm¨ªtanme subrayarlo: no estamos buscando un gran pacto. No va a cambiar nada al d¨ªa siguiente de este acuerdo, si lo alcanzamos, con respecto al resto de los asuntos a los que nos enfrentamos en esta regi¨®n¡±, enfatiz¨® Kerry.

A su lado, el ministro saud¨ª de Asuntos Exteriores, el pr¨ªncipe Saud al Faisal, expres¨® su preocupaci¨®n por la implicaci¨®n de Ir¨¢n en la ofensiva que las fuerzas iraqu¨ªes est¨¢n y las milicias chi¨ªes han lanzado para desalojar al Estado Isl¨¢mico (EI) de Tikrit.

¡°La situaci¨®n en Tikrit es un buen ejemplo de lo que nos preocupa. Ir¨¢n est¨¢ haci¨¦ndose con el pa¨ªs¡±, manifest¨® Saud en referencia a Irak.

Los pa¨ªses del CCG, con la excepci¨®n de Om¨¢n, est¨¢n dirigidos por monarqu¨ªas sun¨ªes. A la cabeza del grupo, por tama?o y poblaci¨®n, Arabia Saud¨ª, erigida en baluarte de esa rama del islam, ve al Ir¨¢n chi¨ª como un rival con cada vez mayores ambiciones. Teher¨¢n apoya de forma activa a las fuerzas gubernamentales en Irak y Siria (en ambos casos chi¨ªes), y se le vincula con los rebeldes yemen¨ªes de esa confesi¨®n que han desalojado del poder a un Gobierno apoyado por el CCG y EE. UU.

Esa hostilidad est¨¢ alentando el sectarismo. Sin embargo, Estados Unidos considera que, precisamente por su car¨¢cter sun¨ª, el respaldo de esos estados es clave en la lucha contra el EI, grupo que se reclama de esa confesi¨®n, y tambi¨¦n para pacificar Irak, donde la brecha sectaria amenaza con dividir el pa¨ªs. De hecho, Arabia Saud¨ª y, en distinta medida, el resto de las monarqu¨ªas ¨¢rabes, contribuye a la coalici¨®n internacional que combate a los yihadistas e incluso se comprometi¨® a albergar los campos de entrenamiento para los insurgentes sirios moderados (en guerra contra el r¨¦gimen de Bachar el Asad, que apoya Ir¨¢n).

Consciente del delicado juego de intereses del que pende la estabilidad de Oriente Pr¨®ximo, Kerry vol¨® el mi¨¦rcoles por la noche a Riad desde Montreux (Suiza), donde durante tres d¨ªas hab¨ªa mantenido varias sesiones de trabajo con su hom¨®logo iran¨ª, Mohammad Javad Zarif. Aunque ambos se?alaron que a¨²n quedan divergencias significativas, tambi¨¦n hablaron de avances y eso es lo que preocupa a los aliados de Washington.

¡°Presidente Obama, escuche a Netanyahu sobre Ir¨¢n¡±, ha pedido en un art¨ªculo de opini¨®n Faisal J. Abbas, el director de Al Arabiya English, un medio de propiedad saud¨ª aunque con sede en Dub¨¢i. Los portavoces oficiales no han llegado a tanto. Pero los gobernantes saud¨ªes, como la mayor¨ªa de los del CCG, comparten el temor del primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, a un Ir¨¢n fuerte, que recupere su condici¨®n de potencia regional.