Los narcos mexicanos se rebelan en prisi¨®n
El Chapo y otros capos denuncian por carta el trato ¡°inhumano¡± en la c¨¢rcel


No hay sitio m¨¢s seguro en M¨¦xico. Ni m¨¢s peligroso. En los 27.900 metros cuadrados que ocupa el presidio de El Altiplano, se concentra el averno del crimen. Hombres que torturaron, desmembraron y decapitaron a inocentes; que corrompieron a jueces y generales y socavaron la ley. Enemigos irreconciliables cuyos nombres forman la leyenda oscura del narcotr¨¢fico como Joaqu¨ªn Guzm¨¢n Loera, El Chapo; el despiadado Edgar Valdez Villarreal, La Barbie; H¨¦ctor Beltr¨¢n Leyva, El H, o Miguel ?ngel F¨¦lix Gallardo, El Padrino, el padre de los grandes narcos. Todos han suscrito una carta de protesta ante la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos mexicana (CNDH) por lo que consideran ¡°indignas e inhumanas¡± las condiciones de vida en el penal de m¨¢xima seguridad.
La queja, formulada en 11 folios, ha sido ratificada por 138 internos y ha motivado la apertura de una investigaci¨®n del organismo p¨²blico. El texto presenta un cuadro de hacinamiento, suciedad, mala alimentaci¨®n (debido a la privatizaci¨®n del servicio, puntualizan), confinamiento excesivo y corrupci¨®n interna. Escrito con un lenguaje que combina descripciones vividas con sonoras faltas de ortograf¨ªa, la misiva finaliza con una velada amenaza a las autoridades del penal por si sufren represalias.
El relato de los reos arranca con la descripci¨®n del trato que reciben sus familiares en la c¨¢rcel, ubicada en el Estado de M¨¦xico. ¡°Son desnudados ante las miradas l¨ªvidas de oficiales/as, y en muchos casos manoseados, intimidados y tratados con palabras altisonantes, no mediando el m¨¢s m¨ªnimo sentido de la ¨¦tica profesional y menos el humano¡±. Las visitas se desarrollan, seg¨²n los presos, en espacios desangelados con fugas de agua, sanitarios rotos, cristales quebrados, lavabos ca¨ªdos y duchas estropeadas. Una degradaci¨®n que, a tenor de la queja, se muestra en todo su esplendor en las camas destinadas a los momentos ¨ªntimos cuyos colchones tienen ¡°los alambres salidos, y est¨¢n sucios y malolientes¡±.
El texto presenta un cuadro de hacinamiento, suciedad, mala alimentaci¨®n y confinamiento
La estrechez de las celdas tambi¨¦n es objeto de cr¨ªtica. En habit¨¢culos de dos personas, duermen tres. En ese espacio transcurre adem¨¢s la mayor parte del tiempo. ¡°El confinamiento es contrario a los derechos humanos, pues no es posible estar encerrados 23 de las 24 horas que tiene el d¨ªa (¡) Es imposible prepararse as¨ª para una posible reinserci¨®n social¡±, detalla el texto. En esta l¨ªnea, exigen que se reanuden las actividades y que las horas de patio pasen a dos al d¨ªa. Tambi¨¦n piden ampliar las comunicaciones, limitadas a 10 minutos de llamada telef¨®nica cada nueve d¨ªas. Para ello, solicitan cabinas p¨²blicas ¡°como en pa¨ªses m¨¢s avanzados¡±.
Otro aspecto que despierta el encono es la comida. Los presos achacan la p¨¦rdida de calidad al ¡°parteaguas¡± que supuso la privatizaci¨®n del servicio y apuntan contra la empresa concesionaria. ¡°Es muy com¨²n encontrar el pollo agusanado, la carne en mal estado, el frijol con piedras (...) y los embutidos caducados¡±. La carta se cierra con detalles de supuestas connivencias y corruptelas de los funcionarios, con nombres y apellidos. Un se?alamiento que procediendo de presos muy peligrosos suscita una inquietante lectura. ¡°Es seguro e inevitable que la instituci¨®n emprender¨¢ acciones de represalia (¡) se les responsabiliza de cualquier acto ilegal en contra de nosotros y de nuestras familias¡±, finaliza el escrito.
Las autoridades federales han declinado responder a la queja y han se?alado que corresponde a la CNDH investigar la denuncia. El penal de El Altiplano fue considerado en 2012 por un estudio universitario el que menor hacinamiento presentaba dentro del sistema penitenciario mexicano. Los narcos, algunos de los cuales han figurado en la lista Forbes, se unen para demostrar lo contrario. Es su primera rebeli¨®n entre rejas. Fuera, no las admit¨ªan.
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