La Francia laica entra en las mezquitas para atajar el radicalismo
El Gobierno quiere exigir diploma universitario a los cl¨¦rigos de prisi¨®n y ampliar la formaci¨®n de los imames
Durante los atentados de Par¨ªs en los que tres yihadistas mataron en enero a 17 personas, en las c¨¢rceles francesas se oyeron gritos de j¨²bilo: ¡°Al¨¢ es grande¡±. La radicalizaci¨®n en las prisiones, el alto nivel de conversiones ¡ªde donde suelen salir los m¨¢s exaltados¡ª y el escaso control de lo que se ense?a en los templos ha movido al Gobierno franc¨¦s a tomar la iniciativa y entrar en las mezquitas. Lo hicieron f¨ªsicamente esta semana el jefe de la oposici¨®n, Nicolas Sarkozy, visitando la gran mezquita de Par¨ªs, y el primer ministro, Manuel Valls, acudiendo a otra en Estrasburgo. Por encima de esos gestos, el Estado que lleva en su ADN la laicidad propone medidas para controlar a los dirigentes del culto musulm¨¢n a trav¨¦s de una formaci¨®n supervisada por el poder civil.
El 56% de los franceses, seg¨²n un sondeo de Sciences Po realizado en enero, considera el islam una amenaza para la Rep¨²blica. El Ejecutivo combate esa mezcla explosiva entre islam y violencia y para ello ha propuesto controlar la formaci¨®n de los imames, las fuentes de financiaci¨®n exterior y los mensajes de los capellanes musulmanes en las prisiones. Abierta la reflexi¨®n, las decisiones concretas se tomar¨¢n antes del pr¨®ximo Ramad¨¢n, que comienza el 18 de junio.
¡°Que el Estado tenga una visi¨®n de lo que debe ser lo religioso es parad¨®jico en un pa¨ªs laico¡±, se?ala el polit¨®logo Mohamed Ali-Adraoui. ¡°El Estado no se ocupar¨¢ de la teolog¨ªa¡±, replica Valls.? Cinco universidades y el Instituto Cat¨®lico de Par¨ªs ya expiden diplomas de laicidad, que suelen contener estudios de historia religiosa, sociolog¨ªa, principios de la Rep¨²blica y el derecho al culto. El Gobierno planea multiplicar la oferta y, seg¨²n Valls, convertir tales diplomas (m¨¢ximo un a?o de estudio) en obligatorios para los capellanes musulmanes de prisiones (183 en toda Francia). M¨¢s dif¨ªcil ser¨ªa exigir el mismo certificado a los imames (cerca de 800).
Millones de fieles
- Se estima que hay en Francia entre tres?y seis millones de creyentes musulmanes.
- Hay cerca de 800 imames, que pueden ejercer sin formaci¨®n, y 183 capellanes de prisiones, a los que se les exige preparaci¨®n previa.
- Justicia prev¨¦ crear otras 90 plazas de capellanes.
- El 56% de los franceses ve en el islam una amenaza.
Francis Messner, fundador del m¨¢ster en Islamolog¨ªa de la Universidad de Estrasburgo y autor de un informe sobre el islam que entreg¨® al Gobierno el martes pasado, est¨¢ de acuerdo con Valls en que la formaci¨®n de los cuadros musulmanes es crucial. ¡°Clave para un islam libre de influencias nefastas¡±, puntualiza el primer ministro. Los musulmanes franceses hacen esfuerzos. El Instituto de Islamolog¨ªa El Ghazali, de la Gran Mezquita de Par¨ªs, forma a los imames durante dos a?os y les alecciona en el contradiscurso para ayudarles a rebatir las tesis radicales con el Cor¨¢n en la mano. El Gobierno, que sabe, no obstante, que el radicalismo utiliza m¨¢s Internet que las mezquitas, acaricia la idea de que la extensi¨®n de los diplomas universitarios termine por valorarse entre los imames, a los que hoy no se les exige formaci¨®n alguna.
El 56% de la poblaci¨®n cree que el islam es una amenaza para el pa¨ªs
La educaci¨®n de los capellanes, asalariados del Estado, es una tarea m¨¢s sencilla para el poder civil. El l¨ªder musulm¨¢n y expresidente de Amnist¨ªa Internacional en Marsella Habib S. Kaaniche dice que hace falta un m¨ªnimo de ellos por prisi¨®n para proteger a los detenidos de los m¨¢s radicales. La ministra de Justicia, Christiane Taubira, adem¨¢s de separar a los m¨¢s radicales del resto de presos, habr¨¢ creado 90 nuevos puestos en esta legislatura y duplicado el presupuesto en formaci¨®n hasta 1,2 millones de euros. Los capellanes de prisiones ya reciben formaci¨®n. Que sea continuada y m¨¢s reglada a trav¨¦s de diplomas universitarios es la aspiraci¨®n.
Otro asunto que preocupa al Gobierno es la injerencia extranjera. La ley francesa proh¨ªbe subvencionar ning¨²n culto, lo que incluye la construcci¨®n de templos. Adem¨¢s, de los 800 imames se calcula que 300 son extranjeros (turcos, argelinos y marroqu¨ªes, fundamentalmente). Valls es expl¨ªcito aunque prudente frente a una opini¨®n p¨²blica que no desea renunciar a sus principios laicos: ¡°Quiero que se pierda este reflejo de pedir apoyo a Estados extranjeros (...) En Francia hay toda la energ¨ªa y los recursos necesarios para el desarrollo del islam¡±.
Las c¨¢rceles buscan m¨¢s capellanes para atender a los presos musulmanes
La tensi¨®n sigue a flor de piel. Un importante l¨ªder jud¨ªo, Roger Cukierman, declar¨® hace un par de semanas que ¡°todas las violencias de hoy son cometidas por j¨®venes musulmanes¡± y utiliz¨® el calificativo de ¡°islamofascismo¡±. El presidente Fran?ois Hollande tuvo que intervenir para pacificar los ¨¢nimos. Y, de nuevo, ha estallado el debate del velo. Algunos profesores universitarios se han negado a impartir clase a alumnas que lo portan (un fen¨®meno que va en aumento). El diputado de la derechista UMP ?ric Ciotti ha pedido que el velo se proh¨ªba en las aulas universitarias (ahora solo se veta en colegios e institutos) y la secretaria de Igualdad Pascale Boistard le ha apoyado.
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