Berl¨ªn muestra su creciente malestar ante el Gobierno de Tsipras
Indignaci¨®n por la amenaza griega de enviar a Alemania miles de inmigrantes sin papeles
No han pasado ni dos meses de su nombramiento, y los s¨ªntomas de hartazgo ante el Gobierno griego se acumulan en Berl¨ªn. El Ejecutivo de Angela Merkel ya recibi¨® con desconfianza a Alexis Tsipras y a sus ministros, pero las ¨²ltimas semanas han servido para confirmar los temores ante unos l¨ªderes que en Alemania se ven como imprevisibles e irresponsables.
La lista de desencuentros es ya larga: las acusaciones de Tsipras a Espa?a y Portugal de querer hundir al Gobierno griego; las menciones del ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, a una posible reestructuraci¨®n de la deuda o a un refer¨¦ndum; o la amenaza del titular de Defensa, el nacionalista de derechas Panos Kameno, de enviar a Alemania los inmigrantes que lleguen a Grecia. Todo ello ha contribuido a enrarecer el ambiente hasta desembocar en un estado de ¨¢nimo antigriego perceptible en gran parte de los medios de comunicaci¨®n del pa¨ªs.
Con micr¨®fonos delante, los gobernantes alemanes suelen recurrir a un tono diplom¨¢tico. Pero en ocasiones dejan entrever su profundo malestar. Ocurri¨® hace dos semanas, cuando el ministro de Hacienda, Wolfgang Sch?uble, confes¨® ante sus compa?eros de partido estar ¡°perplejo¡± ante las declaraciones de Varoufakis. Y volvi¨® a ocurrir el lunes. ¡°Las ¨²ltimas semanas podr¨ªan haber sido utilizadas de forma m¨¢s productiva¡±, dijo a la radio p¨²blica el secretario de Estado de Finanzas, Steffen Kampeter. Acusaba as¨ª de forma poco velada a las autoridades griegas de no haber presentado un listado de reformas convincente.
En Berl¨ªn molesta no solo el discurso que llega de Atenas, sino tambi¨¦n su puesta en escena. Y en este juego de susceptibilidades heridas, Varoufakis destaca por encima de todos, como hace poco ironiz¨® la televisi¨®n p¨²blica en un v¨ªdeo sat¨ªrico que mostraba al ministro como un supervillano que atemoriza a toda Alemania. Al Gobierno de Merkel le irrita la locuacidad de Varoufakis, hasta el punto de que algunas fuentes se?alan que ha dejado de ser un interlocutor fiable. Como prueba, recuerdan un reciente Eurogrupo en el que fue necesaria la intervenci¨®n del primer ministro Tsipras para desatascar las negociaciones.
Los encontronazos entre Atenas y Berl¨ªn van m¨¢s all¨¢ de las conversaciones sobre el rescate. ¡°Deben saber que si asestan un golpe a Grecia, daremos papeles a los inmigrantes para que vayan a Berl¨ªn¡±, dijo este fin de semana el ministro de Defensa en un acto de su partido. Diversos pol¨ªticos alemanes reaccionaron indignados por una amenaza que llev¨® al diario econ¨®mico Handelsblatt a comparar al Gobierno griego con el exdictador libio Muamar el Gadafi.
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