Miles de personas contemplan la ¡®marea del siglo¡¯ en la costa francesa
El fen¨®meno se ha observado con especial inter¨¦s en el tur¨ªstico Monte Saint-Michel

El Monte Saint-Michel, un imponente promontorio de granito con un pueblo medieval en el centro de una bah¨ªa del noroeste franc¨¦s, ha recibido este s¨¢bado la marea del siglo, que ha ofrecido una espectacular estampa del c¨¦lebre enclave tur¨ªstico. La marea creci¨® el equivalente a un edificio de cuatro pisos de altura, con m¨¢ximos anunciados de 14,6 metros, y por primera vez en este milenio, sumergi¨® completamente la pasarela que conecta la costa con el Monte Saint-Michel, clasificado como patrimonio de la humanidad por la Unesco desde 1979.
?Por qu¨¦ esta marea es excepcional?
Lo excepcional de esta marea del siglo en comparaci¨®n con otras mareas vivas o incluso otras mareas del siglo se debe a la confluencia entre todos los factores que ejercen influencia sobre las mareas en un periodo corto de tiempo y estando estos en grados cercanos al m¨¢ximo de su potencia.
Justo este viernes, la Tierra, la Luna y el Sol se han alineado, quedando estos dos ¨²ltimos del mismo lado (lo que ha provocado el eclipse solar del viernes), por lo que las fuerzas de atracci¨®n que ejercen los dos cuerpos celestes sobre el mar terrestre se suman.
El mismo d¨ªa ha tenido lugar el equinocio de primavera (momento del a?o en el que el d¨ªa y la noche tienen la misma duraci¨®n) y, adem¨¢s, la Luna est¨¢ en fase de luna nueva (fase tras la que se producen las mareas mayores).
Por ¨²ltimo, este viernes coincide con el perigeo lunar (el punto de la ¨®rbita de la Luna en que esta est¨¢ m¨¢s cercana a la Tierra) y el pasado 4 de enero ocurri¨® lo mismo con el Sol, por lo que este se encuentra todav¨ªa en una posici¨®n cercana al planeta.
Se trata de un fen¨®meno que se repite en ciclos de unos dieciocho a?os y que deja completamente rodeado de agua el pueblo, una pen¨ªnsula con falsa apariencia de islote coronada por una abad¨ªa situada a 170 metros por encima del nivel del mar. Normalmente, las mareas m¨¢s altas en este punto no superan los 10,5 metros.
El espect¨¢culo marino y geogr¨¢fico atrajo a la regi¨®n a decenas de miles de curiosos, que se acercaron a la hora se?alada a disfrutar del baile de aguas marinas. Solo en la cercana Saint-Malo se contaron 20.000 personas, seg¨²n la delegaci¨®n del Gobierno. La jornada dej¨® una nota tr¨¢gica con la muerte de dos hombres en el litoral cercano a Ile Grande y Rocher de Saint-Nicolas, aparentemente engullidos por las mareas en un d¨ªa de poco viento y oleaje tranquilo.
La marea del siglo, que no regresar¨¢ hasta marzo de 2033, responde a la inusual alineaci¨®n del Sol y la Luna que caus¨® el eclipse solar de este viernes, y cuyas masas atraen excepcionalmente las aguas en la misma direcci¨®n, funcionando como una suerte de imanes sobre los mares.

El punto ¨¢lgido de la crecida estaba fijado a las 20.03 hora local (19.03 GMT), con un coeficiente de 119 en una escala de 120 puntos, seg¨²n el Servicio Hidrogr¨¢fico y Oceanogr¨¢fico de la Marina (SHOM).
En Espa?a, sin embargo, las previsiones apuntaban a que las mareas ser¨ªan m¨¢s altas de lo normal en los momentos de pleamar pero no aumentar¨ªan de forma considerable en relaci¨®n con otras mareas altas que se producen a lo largo del a?o. As¨ª, en puntos de la costa cant¨¢brica como Santander, San Sebasti¨¢n, Gij¨®n, Ferrol o Finisterre, la subida llegar¨ªa como m¨¢ximo a 2,4 metros y a 2 metros en la cornisa atl¨¢ntica norte, mientras que el coeficiente de marea estaba previsto, como mucho, en 116.
Si durante todo este primer fin de semana de la primavera europea la pleamar resulta extraordinaria, no lo es menos la bajamar, que en solo seis horas deja sin agua planicies habitualmente sumergidas. Adem¨¢s de contemplar el paisaje salpicado de improvisados islotes, se puede disfrutar de la marea del siglo recogiendo moluscos y crust¨¢ceos de la arena de las playas cercanas a esa joya arquitect¨®nica de la Baja Normand¨ªa francesa.
Chirlas, gambas, navajas, mejillones, tortugas... y langostas, para los m¨¢s afortunados, quedan a merced de una legi¨®n de aficionados a la pesca a pie, que patrullan la despejada costa perpetrados con guantes y botas de goma, cuchillos y cestas de pesca.
El fen¨®meno, que tambi¨¦n dej¨® paisajes deslumbrantes en otros puntos de Normand¨ªa y Breta?a, es una importante fuente de ingresos para la regi¨®n del Monte Sain-Michel, que cada a?o visitan m¨¢s de tres millones de personas y solo aventajan en Francia la ciudad de Par¨ªs y el Palacio de Versailles.
La Oficina de Turismo de Pontorson, a diez kil¨®metros del Monte Saint-Michel, indic¨® a la cadena France 3 que el fen¨®meno atrae a "una marea humana incluso m¨¢s importante que la del Tour de Francia", que visit¨® el municipio en julio de 2014.
El espect¨¢culo es tambi¨¦n una excelente oportunidad para proyectar una id¨ªlica imagen exterior de Francia, uno de los ejes que quiere reforzar la diplomacia francesa, cada vez m¨¢s implicada en desarrollar econ¨®micamente la marca del pa¨ªs. Los ministros franceses de Exteriores y Defensa, Laurent Fabius y Jean-Yves Le Drian, respectivamente, invitaron a contemplar en vivo el espect¨¢culo del Monte Saint-Michel a sus hom¨®logos italianos, Paolo Gentiloni y Roberta Pinotti, aprovechando una reuni¨®n en la cercana Caen para tratar sobre Ucrania, Libia y la lucha antiterrorista.
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