Un ¨²nico tr¨¢mite para cambiar de g¨¦nero en la Ciudad de M¨¦xico

En la Ciudad de M¨¦xico ya se puede pedir una cita para cambiar de g¨¦nero. A partir del mes de abril las personas que quieran modificar su identidad y nombre en el acta de nacimiento solo deber¨¢n realizar un tr¨¢mite administrativo en el Registro Civil. Lo novedoso de la reforma es el procedimiento para conseguirlo. Antes, se pod¨ªa llevar a cabo mediante un juicio donde se deb¨ªa presentar un peritaje psicol¨®gico y m¨¦dico. El doctor ten¨ªa que corroborar que la persona estaba tomando hormonas para modificar su cuerpo. Para Jacqueline L¡¯Hoist Tapia, presidenta del consejo para eliminar la discriminaci¨®n (Copred), esto era recurrir a la heterosexualidad como ¨²nico reconocimiento de la identidad: ¡°?Por qu¨¦ no puede ser una mujer con pene o un var¨®n con senos?¡±.

El antiguo proceso pod¨ªa llegar a tener un precio de hasta 30.000 pesos (casi 2.000 d¨®lares), seg¨²n asegura L¡¯Hoist. El actual costar¨¢ una sexta parte, aproximadamente 500 pesos (30 d¨®lares), aunque ser¨¢ gratis para las primeras 500 personas que soliciten el cambio. ¡°La identidad de g¨¦nero es c¨®mo yo me miro, me siento y c¨®mo estoy segura de qui¨¦n soy. No tiene nada que ver con el sexo biol¨®gico¡±, explica la directora de la organizaci¨®n, inaugurada hace tres a?os y medio. Laura Victoria Martes es transexual. Ella naci¨® biol¨®gicamente como hombre, pero en 2006 se atrevi¨® seguir ese deseo que la persegu¨ªa desde que recuerda y no la dejaba tener una vida plena. A Martes le entregar¨¢n su nueva partida de nacimiento en un par de d¨ªas, y espera que le ayude a conseguir trabajo.

¡°Hoy me encuentro feliz con quien soy, pero hay un precio que se le debe pagar a la sociedad¡±, cuenta esta mujer, de 56 a?os, en referencia al ¨¢mbito familiar y laboral. ¡°No todos mis hermanos me aceptan y a la hora de buscar un empleo he sufrido un trato injusto. Me llamaban cuando ve¨ªan mi curr¨ªculum por Internet, pero cuando iba a la entrevista y mi cara y nombre no coincid¨ªa con mi identificaci¨®n oficial, siempre hab¨ªa un pretexto para negarme el trabajo¡±, explica esta dise?adora gr¨¢fica. En la Ciudad de M¨¦xico el 74,7% de las personas trans (travesti, transexual y transg¨¦nero) son discriminadas, seg¨²n datos de la Copred. Este colectivo, en palabras de L¡¯Hoist, sufre desde humillaciones hasta asesinatos: ¡°Casi siempre tiene que ver con la apariencia. Se les rechaza por c¨®mo se les ve. Y todas y todos son encasillados en el sustantivo gay¡±.

El detonante para que se impulsara el nuevo tr¨¢mite fueron las elecciones de hace tres a?os. El colectivo trans recurri¨® a la Copred con un dilema: sus miembros no iban a poder votar ya que la foto de su credencial oficial no coincid¨ªa con su apariencia actual. ¡°Al preguntarles la raz¨®n por la que no hab¨ªan cambiado su identidad de g¨¦nero nos explicaron el pesado tr¨¢mite que eso supon¨ªa a nivel psicol¨®gico y econ¨®mico. Entonces hicimos clic?y nos pusimos en marcha¡±, cuenta L¡¯Hoist. ¡°El Gobierno del D. F. fue bastante sensible y nos apoy¨® desde el principio. Al final, al Estado ?qu¨¦ le importa si t¨² eres hombre o mujer?¡±.

Para completar el tr¨¢mite solo es necesario presentar la partida de nacimiento, identificaci¨®n y comprobante de residencia en el Distrito Federal. El acta primigenia permanece reservada para alg¨²n proceso penal, es decir, no queda rastro del cambio de identidad de g¨¦nero y este puede cambiarse las veces que sea necesario. ¡°Hay algo que se llama identidad fluida, son personas que transitan de lo femenino a lo masculino. Nadie que no lo sienta se cambia la identidad. Es un proceso personal¨ªsimo y profund¨ªsimo¡±, afirma L¡¯Hoist.

Para la dise?adora Martes no ha sido f¨¢cil empezar el tratamiento de cambio hormonal. No tanto por el choque interno que supone, sino m¨¢s bien por el entorno conservador y cat¨®lico en el que creci¨®. Se cas¨®, tuvo dos hijos y no fue hasta los 46 a?os cuando decidi¨® dar el paso de hacer con su cuerpo lo que le hac¨ªa sentir c¨®moda y feliz. La iniciativa del Gobierno de la Ciudad es, en palabras de Martes, ¡°un logro de la sociedad civil¡±. ¡°Ahora vienen otras batallas: el trabajo, la aceptaci¨®n y que la salud p¨²blica pague los tratamientos endocrinol¨®gicos¡±, asegura.