El piloto del avi¨®n a Lubitz: ¡°Por el amor de Dios, abre la maldita puerta¡±

El escalofriante goteo de informaciones sobre el siniestro del vuelo de Germanwings contin¨²a. Las grabaciones de una de las cajas negras encontradas permiten reconstruir los 11 ag¨®nicos minutos que van desde que el capit¨¢n Patrick Sondenheimer pide al copiloto Andreas Lubitz que asuma los mandos porque va a ausentarse de la cabina hasta el primer choque. "?Abre la maldita puerta!, grit¨® el capit¨¢n a Lubitz, seg¨²n la grabaci¨®n a la que ha tenido acceso la edici¨®n dominical del Bild.

A las 10.40, el aparato toca con el ala derecha la monta?a y de nuevo se oyen los gritos de los pasajeros

La gran mayor¨ªa de periodistas que invadieron estos d¨ªas Montabaur, la localidad del oeste de Alemania de la que proced¨ªa Lubitz, ya se han ido y los vecinos se acostumbran a convivir con la tragedia supuestamente ocasionada por ese joven que ve¨ªan algo t¨ªmido pero completamente normal. Algunos, como el taxista Hans, siguen aferr¨¢ndose a la versi¨®n del accidente involuntario y creen que la Fiscal¨ªa de Marsella y el batall¨®n de periodistas est¨¢n condenando demasiado r¨¢pido al copiloto al que hasta la semana pasada ve¨ªan habitualmente por las calles. Pero las grabaciones de la caja negra apuntan en la misma direcci¨®n que el resto de las pistas: Lubitz estrell¨® el avi¨®n en el que viajaban otras 149 personas a prop¨®sito.

El Bild tambi¨¦n informa que la novia de Lubitz estar¨ªa embarazada, seg¨²n dijo a sus alumnos hace pocas semanas. La profesora de ingl¨¦s y matem¨¢ticas con la que viv¨ªa en el piso en un elegante barrio de D¨¹sseldorf ha sido interrogada por la polic¨ªa alemana. Los padres de Lubitz, una organista de iglesia y un ingeniero, fueron interrogados por las autoridades de Marsella, donde se encontraban cuando viajaron con el resto de familiares de las v¨ªctimas del siniestro.

Ruidos met¨¢licos y voces

A las 10.32 del pasado martes d¨ªa 24, los controladores a¨¦reos franceses ya hab¨ªa tratado de contactar con el avi¨®n que comenzaba a descender. Pero nadie respond¨ªa. Lubitz ya hab¨ªa accionado el sistema de descenso. Es en ese momento cuando la grabaci¨®n registra la se?al de alarma autom¨¢tica por p¨¦rdida de altura. Despu¨¦s se oye un fuerte golpe, como si alguien intentara abrir de una patada la puerta de la cabina, y la voz del capit¨¢n Sondenheimer, que grita: "?Por el amor de dios, abre la puerta!".

En un segundo plano se oyen gritos de los pasajeros. A las 10.35, cuando el avi¨®n a¨²n se encontraba a 7.000 metros de altura, la grabaci¨®n registr¨® "ruidos met¨¢licos fuertes contra la puerta de la cabina" como si esta fuera golpeada. Unos 90 segundos m¨¢s tarde, a 5.000 metros de altura, se activa una nueva alarma, y se oye al piloto gritar: "?Abre la maldita puerta!"

A las 10.38, todav¨ªa a unos 4.000 metros de altura, se oye la respiraci¨®n del copiloto, que no dice nada. A las 10.40, el aparato toca con el ala derecha la monta?a y de nuevo se oyen los gritos de los pasajeros, los ¨²ltimos sonidos que registra la caja negra.

La hora y media de grabaci¨®n que se ha podido rescatar revela tambi¨¦n c¨®mo el capit¨¢n, a las 10.27 y a 11.600 metros (38.000 pies) de altura le pide al copiloto que vaya preparando el aterrizaje a D¨¹sseldorf y este le responde entre otras palabras con un "ojal¨¢" y un "vamos a ver", lo que hace pensar que en ese momento ya estaba decidido a hacer lo que hizo.

El fiscal de Marsella ya calific¨® el pasado jueves las respuestas del copiloto a su comandante de "lac¨®nicas". Tras despegar con retraso de Barcelona, el comandante le hab¨ªa explicado al copiloto que no hab¨ªa tenido tiempo de ir al ba?o, por lo que Lubitz le ofreci¨® asumir el mando del aparato en cualquier momento.

Lubitz ofrece a Sondenheimer hacerse cargo para que pueda ir al ba?o. Dos minutos m¨¢s tarde, se le oye decir: "Puedes asumir el mando". Entonces se oye el ruido de una silla y una puerta que se cierra. Son las 10.29 y el radar registra un primer descenso del aparato.