Perros salvajes agreden a internos de un centro psiqui¨¢trico de Uruguay
Hay registrados 158 ataques de estos animales a pacientes desde 2010
Desde hace unos d¨ªas, una caravana de coches llega en busca de perros a la Colonia Etchepare, el principal asilo de enfermos mentales de Uruguay. Militantes de varias asociaciones de animales han retirado as¨ª un centenar de canes del inmenso predio de 374 hect¨¢reas con varias construcciones vetustas y localizado a unos 100 kil¨®metros de Montevideo.
La cruzada en busca de los perros se realiza porque este mi¨¦rcoles acaba el plazo fijado por una jueza para expulsar ¡ªo sacrificar¡ª a los cerca de 200 perros salvajes que vagan por el lugar y que la semana pasada causaron heridas de muerte a un paciente de 74 a?os, que llevaba ingresado en la instituci¨®n desde los 16.
El terrible suceso puso una vez m¨¢s sobre el tapete las malas condiciones de la Colonia Etchepare, un centro que recibe a los enfermos mentales de familias pobres, que no pueden pagar una instituci¨®n privada. Tambi¨¦n llegan hasta ese lugar los casos de personas con enfermedades psiqui¨¢trica agudas. Unos 800 pacientes viven actualmente en el asilo, lo cual supera ampliamente su capacidad, y el promedio de tiempo de las personas que permanecen internas es de dos d¨¦cadas.
Desde hace a?os, hay adem¨¢s en el predio una jaur¨ªa de perros salvajes que, en varias ocasiones, han agredido a los internos. En septiembre de 2014, la justicia orden¨® que se resolviera la situaci¨®n, pero no hubo resultados. Las primeras denuncias datan de al menos 2010 y, desde esa fecha, se contabilizan 158 agresiones de perros a pacientes.
El lunes pasado, despu¨¦s de una nueva orden judicial, representantes del ministerio de Sanidad, Defensa e Interior se reunieron durante unas dos horas para analizar la situaci¨®n. Se resolvi¨® que los perros no fueran exterminados y que se entregaran a las asociaciones de defensa de los animales. Estas organizaciones hab¨ªan protagonizado una fuerte movilizaci¨®n para evitar que fueran sacrificados e incluso organizaron ayer una manifestaci¨®n frente a la residencia del presidente de Uruguay, Tabar¨¦ V¨¢zquez, que reuni¨® a un centenar de personas.
Por otro lado, el director de la Colonia Etchepare declar¨® a la prensa local que la situaci¨®n estaba controlada. ¡°A veces las cosas parecen graves y no son tan graves¡±, afirm¨® Osvaldo Do Campo. Seg¨²n el psiquiatra, para muchos internos ¡°los animales son sus referencias como mascotas. Los alarmismos y el movimiento no van en beneficio del paciente¡±, a?adi¨®.
Sin embargo, el fallo judicial del pasado 28 de marzo que obligaba a sacar a los perros del lugar se?alaba que los internos se encuentran ¡°en grave estado de vulnerabilidad, gravemente afectados y desprotegidos sus derechos humanos fundamentales: su vida, su integridad f¨ªsica, su salud, su higiene y su bienestar in totum¡±. Empleados del lugar llamados a declarar se?alaron: ¡°M¨²ltiples denuncias que datan desde hace a?os dicen que existen pacientes lesionados por mordeduras de canes¡±; seg¨²n refleja el fallo. La sentencia tambi¨¦n orden¨® evacuar a los enfermos de varios pabellones donde las condiciones eran especialmente precarias.
Enrique Soto, vicepresidente de los Servicios de Salud del Estado, encargado de supervisar el asilo, consider¨® que ¡°no se incurri¨® en violaci¨®n de los derechos humanos¡±. ¡°Si ustedes visitan las colonias ver¨¢n que los pacientes conviven, est¨¢n en contacto con la naturaleza (¡) me consta que se han hecho esfuerzos por tratar de revertir la situaci¨®n. Hay programas culturales, una FM, se han remodelado varios pabellones¡±, asegur¨® Soto.
Efectivos del ¡°plantel de perros¡± de la Guardia Republicana, la polic¨ªa militarizada de Uruguay, ingresaron en la zona el lunes por la noche para capturar a los animales m¨¢s agresivos pero no lograron ning¨²n resultado debido a la gran extensi¨®n del terreno y la llegada de la noche. Se calcula que hay 10 perros especialmente feroces que no pudieron ser reducidos por los militantes de asociaciones de ayuda a los animales.
Ya nadie considera que se pueda cumplir el plazo de 72 horas de la jueza Viviana Granese, y por eso se reunir¨¢n otra vez responsables del Gobierno para evaluar la situaci¨®n y tomar nuevas medidas. En unos d¨ªas de intenso traj¨ªn y traslado de perros en el centro m¨¦dico, no se inform¨® de que hubiera sido retirado ning¨²n paciente del lugar.
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