?Es Rand Paul un libertario?
El republicano desaf¨ªa todas las definiciones de este movimiento que aboga por la libertad
El senador republicano de Kentucky Rand Paul es el aspirante del libertarismo, una de las filosof¨ªas en auge entre un sector del electorado estadounidense y que aspira a tener tanto impacto en la pol¨ªtica nacional como dentro del Partido Republicano. Sin embargo, aunque su padre Ron ya ayud¨® a familiarizar a todos los estadounidenses con sus principios durante sus apuestas presidenciales en 2008 y 2012, el programa definitivo de los libertarios est¨¢ por definir.
En 2010, Paul se convirti¨® en uno de los representantes del Tea Party que impuls¨® la victoria conservadora en las elecciones legislativas, pero no encaja en la clasificaci¨®n de este movimiento. El senador ha dado varios giros desde entonces que van desde respaldar las conversaciones de Obama con Ir¨¢n, rechazar la implicaci¨®n de EE UU contra el Estado Isl¨¢mico, culpar a Bush del estado de caos en Irak y Siria o defender la legalizaci¨®n de la marihuana y una reforma del sistema penitenciario.
Los candidatos a la Casa Blanca est¨¢n obligados a convencer al electorado de su partido para lograr la nominaci¨®n y despu¨¦s a los votantes a nivel nacional, por lo que acostumbran a matizar algunas de sus posturas a lo largo de la campa?a. Pero una mirada a los ¨²ltimos cuatro a?os de Paul en el Senado hacen a¨²n m¨¢s dif¨ªcil clasificarlo como el libertario que dice ser.
?Qu¨¦ es el libertarismo?
El libertarismo es una filosof¨ªa pol¨ªtica que en nombre de la libertad aboga por una intervenci¨®n m¨ªnima del estado en vida de los ciudadanos. David Boaz, vicepresidente del Cato Institute y autor de La mente libertaria defiende que est¨¢ ¡°a punto de irrumpir en la pol¨ªtica¡± estadounidense.
No hay mejor momento que ahora para ser libertario¡±, dice?New York Magazine
Boaz describe esta filosof¨ªa como ¡°un marco para un futuro de libertad, crecimiento y progreso¡±. Es el ¡°coraz¨®n¡± de la mentalidad de EE UU desde que los primeros colonos abandonaron Europa para encontrar en las orillas del Atl¨¢ntico ¡°la libertad, el individualismo y oportunidades econ¨®micas¡±.
El movimiento representa como pocos la constante tensi¨®n entre las ideas de poder y libertad, entre los derechos que ampara la Constituci¨®n y la funci¨®n del gobierno federal para proteger a sus ciudadanos. ¡°Gane o no la presidencia Rand Paul, uno de los resultados de su campa?a ser¨¢ ayudar a las decenas de millones de americanos de ideas libertarias a que descubran que sus preferencias pol¨ªticas tienen un nombre, y eso lo convertir¨¢ en un sector mucho m¨¢s fuerte e influyente¡±, asegura Boaz en un art¨ªculo para la revista TIME.
?Por qu¨¦ ahora?
Desde Cato justifican el auge del movimiento libertario por dos razones: la propagaci¨®n de sus ideas entre nuevos sectores del electorado, como los j¨®venes, y lo que consideran la expansi¨®n del Gobierno federal durante los mandatos de George W. Bush y Barack Obama. En el caso del primero, se debe a la reducci¨®n de las libertades civiles tras los atentados del 11-S. En el segundo, los rescates a los bancos y aseguradoras tras la crisis econ¨®mica y el aumento del gasto p¨²blico.
New York Magazine coincide en que ¡°no hay mejor momento que ahora para ser libertario¡±, aunque el movimiento no encaja f¨¢cilmente con el sistema bipartidista estadounidense. ¡°Los libertarios quieren menos intrusi¨®n del gobierno en el mercado, lo que les alinea con los republicanos, pero tambi¨¦n quieren menos interferencia en asuntos sociales, lo que les acerca a los dem¨®cratas¡±, explic¨® Christopher Beam en la revista. Ese dif¨ªcil equilibrio puede ser el principal obst¨¢culo de Rand Paul hacia la Casa Blanca.
?Qui¨¦n se identifica como libertario?
Esta pregunta es casi tan dif¨ªcil de contestar como si Rand Paul encaja en la definici¨®n. Hay dos maneras de averiguarlo. Preguntados si se identifican con las ideas libertarias, apenas entre el 2 y el 4% de los votantes estadounidenses dec¨ªan que s¨ª en 2010. Ahora el Centro Pew Research eleva esa cifra hasta el 11%. Pero cuando se les ofrecen esas posturas sin asociarlas con el libertarismo, el porcentaje asciende a casi el 20% de los votantes, entre 30 y 40 millones, seg¨²n datos de Cato.
El doble de hombres que de mujeres se identifica como libertario (un 15% frente a un 7%), y tambi¨¦n m¨¢s licenciados universitarios (15%) que quienes solo han obtenido el graduado de secundaria (7%). Tambi¨¦n son m¨¢s los que se identifican con ideas republicanas -un 12%- que dem¨®cratas -un 6%.
El verdadero reto de Paul para llegar hasta Washington pasa por convencer a dos sectores del electorado aparentemente irreconciliables: los j¨®venes y los conservadores. Si intenta acercarse a unos m¨¢s que a otros, arriesgar¨¢ no s¨®lo su candidatura, sino tambi¨¦n las posibilidades del Partido Republicano y su candidato final.
?Qu¨¦ defienden los libertarios?
Los libertarios est¨¢n en contra de la guerra, del gasto p¨²blico sin l¨ªmites y, como argument¨® el padre de Paul, Ron, hasta eliminar¨ªan la Reserva Federal. Seg¨²n datos de Pew, los libertarios tambi¨¦n son m¨¢s favorables a legalizar el consumo de marihuana con un 65% frente al 54% de apoyo entre la poblaci¨®n general.
Un 82% de los libertarios afirma que ¡°los americanos no deber¨ªan ceder su libertad y su privacidad para ser protegidos de ataques terroristas¡±
La ¨²ltima ¡°guerra cultural¡± que ha enfrentado a los conservadores republicanos con la comunidad homosexual y gran parte de la poblaci¨®n, debido a una ley de Indiana en nombre de la libertad religiosa, es un buen ejemplo de las dificultades que tendr¨¢ Paul para convencer a nuevos votantes. El senador se ha mantenido en un sorprendente silencio en las ¨²ltimas dos semanas. Pertenece al Partido Republicano y ha rechazado la legalizaci¨®n del matrimonio igualitario, pero un 67% de los libertarios asegura que se debe aceptar la homosexualidad.
Paul ha desafiado todas las clasificaciones al votar, por ejemplo, con un senador dem¨®crata a favor de reducir las condenas con pena m¨¢xima para evitar la saturaci¨®n en las c¨¢rceles y con otro miembro de la oposici¨®n para que las compa?¨ªas que operan en el extranjero inviertan sus beneficios en EE UU. En una de sus ¨²ltimas campa?as contra la intervenci¨®n del Gobierno en la vida de los ciudadanos, el candidato ha puesto en duda las leyes que obligan a los padres a vacunar a sus hijos.
Los libertarios tambi¨¦n desaf¨ªan su clasificaci¨®n con posturas sobre pol¨ªtica exterior. A pesar de que suelen abogar por una menor implicaci¨®n de EE UU en conflictos, un 43% -por encima del 35% de la poblaci¨®n general- defiende que ¡°es mejor estar involucrados en la esfera internacional¡±. Paul tambi¨¦n se ha pronunciado en contra de la guerra, pero firm¨® la carta de los republicanos advirtiendo a Ir¨¢n de que cualquier acuerdo no se mantendr¨ªa m¨¢s all¨¢ de 2016 si gana su candidato.
El movimiento defiende con especial fidelidad el derecho a la privacidad de los ciudadanos, de ah¨ª que rodearan a Paul en su campa?a contra la Agencia de Seguridad Nacional tras darse a conocer sus programas de espionaje masivo. Un 82% de los libertarios -frente a un 74% de los estadounidenses- afirma que ¡°los americanos no deber¨ªan ceder su libertad y su privacidad para ser protegidos de ataques terroristas¡±, seg¨²n una encuesta de Pew. Paul apela a estos votantes con frases como ¡°lo que hagas en tu tel¨¦fono m¨®vil no es asunto del gobierno¡±.
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