Nisman, de h¨¦roe a apestado

Unas 400.000 personas marcharon en Buenos Aires hace menos de dos meses, el 18 de febrero, con el lema "todos somos Nisman", para honrar al fiscal argentino que apareci¨® muerto con un tiro en la cabeza un d¨ªa antes de comparecer en el Congreso para explicar su denuncia contra la presidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Sin embargo, Nisman ha pasado de h¨¦roe a apestado mientras su exmujer, Sandra Arroyo Salgado, y la fiscal del caso, Viviana Fein, luchan cuerpo a cuerpo en los tribunales para tratar de impulsar ante la juez sus teor¨ªas: Arroyo est¨¢ convencida de que fue un asesinato y Fein no descarta el suicidio. La exmujer reclama apartar a la fiscal, muy criticada, por "falta de objetividad y neutralidad" y la juez tiene que decidir c¨®mo desbloquear un caso que no avanza.

Este careo entre Arroyo y Fein ante la juez del caso llega en medio de una fort¨ªsima campa?a del propio Gobierno y de su entorno contra Nisman. La imagen del fiscal se ha hundido despu¨¦s de que aparecieran fotos suyas con mujeres m¨¢s j¨®venes. Las fotos estaban en su m¨®vil y la juez investiga a la polic¨ªa por filtrarlas. Pero sobre todo lo que le hundi¨® es que se supiera que ten¨ªa una cuenta oculta en Nueva York que compart¨ªa con el inform¨¢tico que le dio el arma, Diego Lagomarsino. Este dice que le daba la mitad de su sueldo ¡ªp¨²blico¡ª a Nisman.

La imagen del fiscal se ha hundido despu¨¦s de que aparecieran fotos suyas con mujeres m¨¢s j¨®venes

El giro es completo, tanto que un fiscal trata ahora de imputar a la madre de Nisman, su hermana y Lagomarsino por evasi¨®n y lavado de dinero a trav¨¦s de esa cuenta. De denunciante pasar¨ªa as¨ª a denunciado. El fiscal no puede acusar a Nisman porque falleci¨®, pero s¨ª a su madre y hermana. En Buenos Aires hay incluso carteles con la foto del fiscal con mujeres en una fiesta y la pregunta: "?Todos somos Nisman?". Por si hubiera dudas de la posici¨®n del Gobierno, el jefe de Gabinete de Kirchner, An¨ªbal Fern¨¢ndez, fue muy claro: "Nisman dedicaba los fondos p¨²blicos a salir con minas (mujeres) y pagar ?oquis (funcionarios que cobran y no hacen nada, por Lagomarsino). Un sinverg¨¹enza como pocos se han visto en este pa¨ªs". A la vez en algunos barrios de Buenos Aires tambi¨¦n se ven carteles a favor de Nisman y de su denuncia contra la presidenta.

Las fuentes judiciales argentinas consultadas creen que el caso se va a complicar porque se cometieron muchos errores en las primeras horas tras el asesinato, cuando llegaron los investigadores, y eso va a dificultar mucho saber la verdad. Cualquier investigaci¨®n est¨¢ viciada por las decisiones de la fiscal y los movimientos de los polic¨ªas en esas primeras horas, se?alan.

La ofensiva del Gobierno no es solo contra Nisman, sino sobre todo contra Antonio Stiusso, que hasta diciembre fue el esp¨ªa m¨¢s poderoso de Argentina y conexi¨®n directa con Nisman, que intent¨® hablar con ¨¦l poco antes de morir. Kirchner cree que ¨¦l fue el cerebro de la denuncia del fiscal contra ella. Stiusso se enfrenta a denuncias por lavado de dinero y ha huido de Argentina para evitar que lo encarcelen. El lunes lo citaron en la Casa Rosada (sede del Gobierno) para hacerle una especie de juicio pol¨ªtico. No compareci¨®, y ahora se enfrentar¨¢ no solo al Gobierno sino a la maquinaria judicial por sus negocios oscuros. Stiusso fue muy cercano a los Kirchner y ahora es el enemigo p¨²blico n¨²mero uno, como dej¨® claro la semana pasada ?scar Parrilli, actual jefe de los servicios secretos: "Lamentablemente durante 30 a?os la democracia convivi¨® con este se?or. Desde 1983 nada se hizo, y este hombre fue adquiriendo cada vez m¨¢s poder, y nadie fue capaz de ponerle el cascabel al gato".

La ofensiva del Gobierno contra Stiusso y Nisman ha tenido su ¨²ltimo episodio el martes a ¨²ltima hora de la tarde, hora argentina. Parrilli, jefe del espionaje argentino, ha comparecido en rueda de prensa en la Casa Rosada para anunciar que el Gobierno ha denunciado penalmente a Stiusso por violaci¨®n de deberes como funcionario p¨²blico y por ocultar a su agencia de espionaje las actividades que manten¨ªa, en conexi¨®n con Nisman, en el caso del atentado de la AMIA (una asociaci¨®n jud¨ªa argentina) en 1994, el que origin¨® la denuncia. Parrilli acus¨® a Stiusso y al propio Nisman de no haber hecho bien su trabajo. "En 20 a?os de investigaci¨®n no se encontraron culpables. Desde las tareas de Nisman y Stiusso no se produjo ning¨²n resultado", les reproch¨®