Caracas recorta la disponibilidad de divisa extranjera

Mientras los venezolanos esperaban ansiosos que comenzase el esperado debate de la Cumbre de las Am¨¦ricas, que ha comenzado este viernes, el Ministerio de Econom¨ªa y Finanzas y el Cencoex, la autoridad nacional que regula la venta de divisas, ha publicado en la Gaceta Oficial una resoluci¨®n conjunta que disminuye el cupo de divisas que se puede gastar en el exterior. La medida ha sentado muy mal a la clase media, los m¨¢s afectados con la medida, y en general a todos los opositores de a pie. Tanto fue as¨ª que ha desviado moment¨¢neamente la atenci¨®n de lo que suced¨ªa en Panam¨¢ durante esta ma?ana. Con las nuevas disposiciones ¡ªun proceso mucho m¨¢s kafkiano que el que ya estaba establecido¡ª, se liquida pr¨¢cticamente toda posibilidad de utilizar las tarjetas de cr¨¦dito en el exterior.

A partir de ahora, el Estado no subsidiar¨¢ m¨¢s de 2.000 d¨®lares anuales a los venezolanos que deseen viajar al exterior. A comienzos del control cambiario, en 2003, se pod¨ªan gastar hasta 5.000, y otros 3.000 en compras a trav¨¦s de los portales de Internet, sin las restricciones geogr¨¢ficas que ha impuesto el Gobierno. Esos 2.000 d¨®lares solo se podr¨¢n disfrutar en Asia, Ocean¨ªa, Europa y ?frica. El recorte m¨¢s dr¨¢stico lo han sufrido las personas que vayan a Estados Unidos: 700 d¨®lares al a?o. De la disposici¨®n tambi¨¦n han quedado fuera quienes no poseen tarjeta de cr¨¦dito. No se entregar¨¢n m¨¢s d¨®lares en efectivo a los mayores de edad, tan solo a los menores de edad siempre que sus padres tramiten el dinero ante la banca p¨²blica. La banca privada ya no est¨¢ autorizada para vender d¨®lares.

El Ejecutivo venezolano ha decidido mantener el cupo de divisas para consumos a trav¨¦s de Internet en 300 d¨®lares, pero con una salvedad: a partir de ahora, habr¨¢ un tope cuatrimestral de 100 d¨®lares para evitar que el monto se utilice en una sola compra.

El chavismo, siempre necesitado de buscar a alguien a quien culpar, asegura que ¡°los raspacupos¡± ¡ªpersonas que viajan al exterior solo para obtener el dinero del Estado en el extranjero y obtener un beneficio al venderlo a su vuelta en Venezuela¡ª tienen buena parte de la responsabilidad de la fuga de divisas que mantiene las finanzas de este pa¨ªs, que lo importa todo, en un estado cr¨ªtico.

El verdadero problema, seg¨²n los analistas, son las importaciones ficticias o la sobrefacturaci¨®n de bienes que se adquieren con los d¨®lares subsidiados por el Estado. Un estudio del economista venezolano Miguel ?ngel Santos, profesor de la Universidad de Harvard, demuestra que la sobrefacturaci¨®n de importaciones alcanz¨® los 15.500 millones de d¨®lares y 11.900 millones de d¨®lares en 2007 y 2011, respectivamente. En enero de 2014, al justificar las restricciones que en ese momento se establecieron para el uso de las tarjetas de cr¨¦dito en el exterior, el entonces vicepresidente del ¨¢rea econ¨®mica Rafael Ram¨ªrez revel¨® que los viajeros hab¨ªan gastado 5.175 millones de d¨®lares en el exterior en 2013.

La decisi¨®n del Gobierno representa el menor costo pol¨ªtico posible para el chavismo, que enfrenta este a?o las cruciales elecciones para renovarse en el poder legislativo, pero tampoco entra?a un ahorro significativo. Desde 2013, Venezuela mantiene una deuda de unos 4.000 millones de d¨®lares con las aerol¨ªneas de bandera extranjera, que han reducido a la mitad el n¨²mero de asientos disponibles. Desde hace varios meses, es casi imposible conseguir un billete a¨¦reo y quien lo consigue debe pagarlo en moneda extranjera.