El ¡®ej¨¦rcito popular¡¯ de UKIP acude en auxilio de un l¨ªder que se tambalea
El declive del partido brit¨¢nico antieuropeo hace peligrar el esca?o de Nigel Farage
Armado con tacos de pasquines morados, un escuadr¨®n compuesto por una decena de seguidores del UKIP abandona, a la caza de votantes, el improvisado cuartel general que el partido antieurope¨ªsta ha montado en el pueblo de Ramsgate. Se abren paso, con caras de pocos amigos, entre abucheos y gritos de ¡°verg¨¹enza¡± proferidos por medio centenar de miembros del colectivo Stand Up To UKIP (lev¨¢ntese contra el UKIP) que han convocado un desayuno popular en la acera.
El ¡°ej¨¦rcito del pueblo¡±, como llaman en el UKIP a sus eficaces campa?istas, ha acudido a la llamada de socorro del gran l¨ªder. ?Por qu¨¦ aqu¨ª? Aunque Nigel Farage ten¨ªa poca o ninguna conexi¨®n con esta deprimida comarca costera del sureste de Inglaterra, los estrategas del partido decidieron hace unos meses que este era el lugar adecuado para obtener el esca?o de su abanderado en el Parlamento. La popular diputada conservadora local que representaba en Westminster a esta circunscripci¨®n de South Thanet hab¨ªa decidido no presentarse ¡°por motivos personales¡±. La demograf¨ªa encajaba. Parec¨ªa pan comido. Lanzaron al paracaidista. Pero algo se torci¨®.
La semana pasada, una encuesta interna que el propio partido quiso ocultar pero que acab¨® filtr¨¢ndose a la prensa, daba la victoria por un punto al nuevo candidato conservador y situaba a Farage solo otro punto por encima del candidato laborista. El escaso margen otorgado al ganador entraba dentro del margen de error de la encuesta, pero fue suficiente para hacer saltar las alarmas: reflejaba la tendencia a la baja que experimenta, a medida que se aproximan las elecciones, el apoyo a UKIP a nivel nacional.
La victoria del partido en South Thanet se complicaba. Una derrota significar¨ªa que Nigel Farage, la cara p¨²blica del descontento con la pol¨ªtica brit¨¢nica tradicional, no se sentar¨ªa en el Parlamento y, por tanto, habr¨ªa de dejar el liderazgo de UKIP.
Farage toc¨® a rebato. A trav¨¦s de las redes sociales pidi¨® a seguidores de UKIP de todo el pa¨ªs que vinieran a ayudarle en su ¡°d¨ªa de acci¨®n¡± en South Thanet. El movimiento opositor al partido, cada vez m¨¢s organizado a medida que la amenaza se va haciendo m¨¢s real, convoc¨® sus actos de protesta. Y as¨ª es como esta esquina de Kent se convirti¨® ayer, a menos de un mes de las elecciones, en la met¨¢fora del destino, incierto como todo en estas generales, del partido que ha sacudido la pol¨ªtica brit¨¢nica en los ¨²ltimos a?os.
¡°La burbuja de UKIP se est¨¢ desinflando¡±, asegura Craig Mackinlay, de 48 a?os, el candidato del Partido Conservador que puede arrebatar el esca?o a Farage. Mackinlay reparte pasquines entre los viandantes. Presume de haber visitado 20.000 hogares, de hacer campa?a cada d¨ªa, frente a las ¡°apenas 14 visitas que ha hecho Farage¡±. Es un candidato local y conoce, asegura, las preocupaciones de sus votantes. Le favorece tambi¨¦n una serie de inversiones en la regi¨®n comprometidas por el Gobierno en esta recta final de la campa?a.
Para acabar de enredar la trama, resulta que Mackinlay perteneci¨® a UKIP ¡ªfue vicepresidente y tesorero del partido¡ª antes de unirse a los tories en 2005. ¡°Dej¨¦ el partido cuando me di cuenta de que, si estaba en UKIP, favorec¨ªa a los laboristas¡±, explica. ¡°No he cambiado mis ideas pero en 2005 los conservadores volvieron a ser lo que eran. Solo un partido puede proporcionar un refer¨¦ndum sobre Europa y es el Partido Conservador. Solo puede haber dos primeros ministros: David Cameron o Ed Miliband. En estas elecciones se trata de elegir entre conservadores y laboristas¡±.
Aqu¨ª, sin embargo, la dial¨¦ctica parece otra. UKIP o no UKIP. Tambi¨¦n est¨¢ el candidato laborista, Will Scobie, un joven de 24 a?os que cuenta con poco apoyo del partido al no tratarse de una circunscripci¨®n prioritaria para su formaci¨®n.
La gama de opciones para los votantes de South Thanet la completa un elenco, cuando menos, ex¨®tico: a) Nigel Askew, propietario de un pub que concurre por el partido fundado por Bez, el bailar¨ªn de los Happy Mondays, famoso por animar los conciertos del grupo en los ochenta colocado de ¨¦xtasis y reconvertido en estrella de realities; b) El actor Al Murray, otro propietario de un pub, esta vez en la ficci¨®n de su alter ego c¨®mico The Pub Landlord, que present¨® su campa?a montado en un cami¨®n de bomberos dispuesto a ¡°apagar el fuego¡±; c) Ian Driver, el candidato de los Verdes, que ha centrado su campa?a en la conveniencia de abrir un caf¨¦ de cannabis; y d) El ¡°profeta Zebadiah¡±, que viste t¨²nicas africanas, dice representar a algo llamado ¡°la Naci¨®n de Ooog Al-Zebadista¡± y propone la ilegalizaci¨®n del matrimonio heterosexual y la legalizaci¨®n de la hero¨ªna.
Estelle Rosenfeld, artista de 37 a?os que hace campa?a contra UKIP a las puertas del cuartel general del partido eur¨®fobo, conecta el auge de propuestas pol¨ªticas marginales en South Thanet con ¡°un sentimiento de abandono por parte de la clase pol¨ªtica tradicional¡±. ¡°Este era un destino costero muy popular en los a?os cincuenta y sesenta, antes de que todos los ingleses se fueran a buscar el sol a Espa?a¡±, explica. ¡°La poca industria que hab¨ªa desapareci¨®. Es f¨¢cil que aqu¨ª calen alternativas de protesta¡±.
South Thanet cuenta con una de las tasas de desempleo m¨¢s altas de la regi¨®n (m¨¢s de un 10% entre los j¨®venes) y con un porcentaje de inmigraci¨®n ligeramente menor que la media nacional. Sheila McDonald, profesora universitaria de 61 a?os, se?ala que la econom¨ªa de la zona ¡°es muy dependiente del turismo y de los cursos de ingl¨¦s para extranjeros¡±. ¡°Esa econom¨ªa sufrir¨¢ si el UKIP est¨¢ en el poder¡±, advierte. Lo peor de la irrupci¨®n del partido en el panorama pol¨ªtico, opina, es que ¡°la gente siente que tiene permiso para expresar sus ideas racistas¡±.
Entretanto, el ¡°ej¨¦rcito del pueblo¡± sigue de campa?a por Ramsgate. Un acto de Farage ser¨¢ el colof¨®n del ¡°d¨ªa de acci¨®n¡± del UKIP. La prensa extranjera no est¨¢ invitada. ¡°Hablar¨¢ de asuntos brit¨¢nicos¡±, explica un portavoz.
El populismo menguante
Las encuestas confirman un descenso en el apoyo a UKIP a medida que se aproximan las elecciones del 7 de mayo. El partido cuenta con una estimaci¨®n de voto cercana al 10%, seg¨²n un sondeo del 31 de marzo, cinco puntos menos que la misma encuesta realizada 15 d¨ªas antes. Se trata del resultado m¨¢s bajo en un a?o, y casi una tercera parte del que obtuvieron cuando se convirtieron en la formaci¨®n m¨¢s votada en las elecciones al Parlamento Europeo de 2014.
El partido cuenta con dos diputados en Westminster, despu¨¦s de ganar las elecciones parciales el a?o pasado celebradas despu¨¦s de que dos tr¨¢nsfugas conservadores se pasaran a las filas de UKIP. Desde entonces, hasta la ca¨ªda de este ¨²ltimo mes, el apoyo al partido ha rondado el 15%, una estimaci¨®n que quintuplica el resultado que obtuvieron en 2010. Pero esos cinco millones de votos, debido a un sistema electoral que penaliza a los partidos con un apoyo geogr¨¢ficamente disperso, apenas se traducir¨ªan en un m¨ªnimo de dos y un m¨¢ximo de siete esca?os. La verdadera influencia del partido estar¨¢ en los votos que ara?e a los conservadores en circunscripciones muy ajustadas, entregando el esca?o a laboristas o liberales-dem¨®cratas.
Uno de esos esca?os es el que disputa el l¨ªder del partido, Nigel Farage, en la circunscripci¨®n electoral de South Thanet, en Kent, que ganaron los tories en 2010. Una encuesta de la semana pasada, encargada por el propio partido, vaticina un ajustad¨ªsimo desenlace: el candidato conservador tendr¨ªa un 30%, Nigel Farage un 29% y el laborista un 28%. Farage ha anunciado que, si no gana su esca?o, abandonar¨¢ el liderazgo el partido.
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