La ola xen¨®foba obliga a cientos de extranjeros a huir de Sud¨¢frica
Los saqueos y actos vand¨¢licos tienen como objetivo los negocios de inmigrantes
Los saqueos de comercios regentados por extranjeros y actos vand¨¢licos de tintes xen¨®fobos contin¨²an este viernes por tercer d¨ªa consecutivo en las calles de varias ciudades sudafricanas, mientras el malestar con el Gobierno se dispara en los pa¨ªses de origen de los inmigrantes afectados. El centro de Johanesburgo amaneci¨® con varios veh¨ªculos calcinados y negocios incendiados, y la ciudad suroriental de Port Elizabeth vivi¨® los primeros actos de pillaje desde que la ola xen¨®foba se desatara hace unas semanas en Durban, en la costa ¨ªndica del pa¨ªs.
Las primeras represalias se produjeron en pa¨ªses vecinos como Mozambique, donde varios camiones y otros veh¨ªculos de matr¨ªcula sudafricana fueron apedreados por unos 200 mozambique?os que cortaron el tr¨¢fico en algunos momentos, informan medios locales. El Gobierno de Maputo ha cerrado parte de su frontera con Sud¨¢frica para evitar m¨¢s incidentes. Seg¨²n radios del pa¨ªs austral, la compa?¨ªa energ¨¦tica sudafricana Sasol ha repatriado a m¨¢s de 300 nacionales que trabajaban en sus proyectos en la antigua colonia portuguesa, debido a la tensi¨®n creada por las agresiones a ciudadanos mozambique?os en Sud¨¢frica.
En Zimbabue, la Uni¨®n Nacional de Estudiantes ha pedido a los j¨®venes que ataquen negocios sudafricanos en el pa¨ªs, que como toda la regi¨®n tiene a Sud¨¢frica como uno de sus primeros inversores. Despu¨¦s de que Malaui anunciara que enviar¨ªa seis autobuses para evacuar a los cerca de 500 ciudadanos afectados por el estallido xen¨®fobo, Zimbabue tiene previsto repatriar este domingo de Sud¨¢frica a un millar de inmigrantes.
Entre tanto, decenas de j¨®venes zul¨²es residentes en un hostal de trabajadores de Jeppestown (Johanesburgo) volvieron a concentrarse en la calle para exigir la salida de los inmigrantes que viven en la zona. Armados con palos, hierros y escudos tradicionales, los alborotadores amenazaban entre c¨¢nticos en su idioma con ir a un poblado chabolista cercano para atacar y expulsar a los extranjeros, a quienes acusan de quitarles el trabajo.
"No creo que este lugar vuelva a ser seguro. Quiz¨¢ decida regresar a mi pa¨ªs"
La Polic¨ªa dispar¨® pelotas de goma en varias ocasiones contra el edificio en el que se escond¨ªa la turba despu¨¦s de perseguir a los veh¨ªculos que pasaban. A una calle de distancia, un grupo de nigerianos evaluaba los da?os causados a su taller, que fue incendiado con coches dentro la pasada noche y del que robaron un autom¨®vil.
"Estoy asustado. No creo que este lugar vuelva a ser seguro. Quiz¨¢ decida regresar a mi pa¨ªs", dijo Prince Okhe, uno de los due?os del taller. "El Gobierno (sudafricano) ni siquiera se plantea ofrecernos compensaciones por los da?os sufridos. Ahora tenemos que empezar de cero, nos han dejado sin nada", a?adi¨® su compatriota Moses Okoje. "Hemos tenido que cerrar la tienda para que no lo robaran todo y para salvar nuestras vidas", declar¨® una mujer de Zimbabue que lleva un negocio de piezas de autom¨®vil en las inmediaciones del hostal de trabajadores.
Algunos inmigrantes aseguraron que van a dejar el pa¨ªs en cuanto puedan recoger sus pertenencias. Tambi¨¦n hoy, el rey del pueblo zul¨², Goodwill Zwelithini, anunci¨® que se reunir¨¢ con los l¨ªderes tradicionales para pedir a la gente que ponga fin a los actos xen¨®fobos. Zwelithini es visto por muchos como el responsable de esta oleada de violencia, que se intensific¨® a finales de marzo tras pedir el monarca en un acto p¨²blico que los inmigrantes de otros pa¨ªses africanos se fueran del pa¨ªs austral.
El rey zul¨² asegur¨® que los inmigrantes restan a los locales oportunidades de prosperar, y les acus¨® de degradar las comunidades en las que viven. Desde sus palabras, al menos cinco personas han muerto y miles han tenido que abandonar sus casas debido de la violencia en la regi¨®n de KwaZulu-Natal, donde se encuentra Durban. Los disturbios se extendieron esta semana a varios sectores de mayor¨ªa negra de Johanesburgo y sus alrededores, particularmente en zonas con fuerte presencia zul¨².
Seg¨²n datos de la ONU, la crisis ha motivado el desplazamiento de m¨¢s de 5.000 personas, que han sido alojadas en tiendas de campa?a habilitadas por las autoridades o en edificios gubernamentales. El Gobierno sudafricano ha sido duramente criticado por su tard¨ªa y d¨¦bil respuesta al brote de violencia xen¨®foba, un fen¨®meno recurrente en el pa¨ªs que en 2008 acab¨® con la vida de m¨¢s de 60 personas.
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