Los due?os de la llave de Downing Street
La escocesa Sturgeon y el liberal-dem¨®crata Clegg pueden tener los votos clave
En las que ya se consideran las elecciones m¨¢s re?idas desde hace d¨¦cadas, a las que los principales partidos llegan ma?ana jueves en empate t¨¦cnico, dos personas pueden tener la llave de un futuro Gobierno brit¨¢nico de coalici¨®n. Son Nicola Sturgeon, ministra principal de Escocia y l¨ªder del partido de los nacionalistas escoceses (SNP) y Nick Clegg, actual viceprimer ministro y cabeza de los Liberales-Dem¨®cratas. Si ni conservadores ni laboristas logran mayor¨ªa, los 55 esca?os que los sondeos dan a la formaci¨®n de Sturgeon o los 28 que pronostican para el partido de Clegg pueden convertirles a ellos en el pasaporte al 10 de Downing Street.
Pocos habr¨ªan dicho hace un a?o que Sturgeon, de 44 a?os, tendr¨ªa un papel tan determinante en Westminster, donde ni siquiera tiene un esca?o. La abogada, l¨ªder del SNP desde noviembre, era pr¨¢cticamente una desconocida al sur de la frontera escocesa. Hoy, tras sus apariciones combativas y su lenguaje cercano en la campa?a, es la pol¨ªtica a la que los ciudadanos otorgan un ¨ªndice de aprobaci¨®n m¨¢s alto: 33 puntos frente a los nueve de David Cameron o los ocho tantos negativos de Ed Miliband.
Sturgeon, hija de un electricista y un ama de casa, activista antinuclear desde la adolescencia y con un f¨¦rreo discurso antiausteridad y en defensa de la sanidad p¨²blica y universal, ha ofrecido a Miliband su apoyo. Su objetivo est¨¢ claro: expulsar a los conservadores del poder. La escocesa ha insistido este mi¨¦rcoles, como ha hecho durante meses, en que su partido se emplear¨¢ a fondo para que los tories sean reemplazados ¡°por algo mejor, m¨¢s valiente y m¨¢s progresista¡±. Sin embargo, aunque los pron¨®sticos apuntan que los esca?os del SNP permitir¨ªan a Miliband formar Gobierno, este ha asegurado que descarta una coalici¨®n ¡°formal¡± con el partido ¡°que quiere romper¡± el pa¨ªs. Sturgeon, afanada por desterrar a Cameron, insiste en que su apoyo ir¨¢ para el laborismo.
La escocesa, a la que los conservadores han bautizado como ¡°la mujer m¨¢s peligrosa de Reino Unido¡±, ha irrumpido con fuerza en una escena pol¨ªtica tradicionalmente acaparada por hombres ¡ªel old boys club, con Cameron, Miliband y Clegg a la cabeza¡ª. Su cultivada imagen aguda, activa y su lenguaje directo han sabido ganarse a un electorado al que le gusta la novedad. Sus m¨ªtines, ha descrito la revista ¡®The Economist¡¯, se asemejan m¨¢s a conciertos de rock que a las previsibles conferencias pol¨ªticas de sus rivales.
De su mano, el SNP va en ascenso. Aunque perdieron el refer¨¦ndum por la independencia de Escocia en septiembre, ha salido reforzado. El partido ¨Cirrelevante en la d¨¦cada de los sesenta¡ª ha multiplicado su n¨²mero de afiliados y puede convertirse hoy en la tercera fuerza pol¨ªtica en Reino Unido.
No obstante, es el liberaldem¨®crata Clegg, de 48 a?os, quien se perfila como la opci¨®n m¨¢s probable para una coalici¨®n. De hecho, el actual viceprimer ministro se ha afanado hasta el ¨²ltimo momento en defender su papel como socio minoritario en un Ejecutivo conjunto; tanto al lado de David Cameron, como hasta ahora, como junto al laborista Miliband. El liberaldem¨®crata ha tratado de jugar la baza de la estabilidad y ha asegurado que su partido encarna el freno a ¡°los bandazos hacia los extremismos¡±. ¡°Aportaremos coraz¨®n a un Gobierno tory o cerebro a un Gobierno laborista¡±, ha dicho.
Pero si Sturgeon es una estrella en expansi¨®n, la de Clegg se est¨¢ apagando. Muy lejos qued¨® ya la ¡®Cleggman¨ªa¡¯ que en 2010 fue capaz de llevar al poder a los Liberales-Dem¨®cratas por primera vez desde 1922. En las elecciones de hace cinco a?os, el carism¨¢tico, europe¨ªsta, pol¨ªglota, hijo de buena cuna y ateo declarado logr¨® el 23% de los votos. Los sondeos le otorgan hoy el 9%. Un derrumbe en toda regla. Clegg ha salido muy perjudicado de la coalici¨®n Conservadora-Liberaldem¨®crata. De hecho, ni siquiera tiene su esca?o ¨Cpor Sheffield-- asegurado. Los sondeos apuntan que ma?ana podr¨ªa perderlo frente a un joven candidato laborista.
Casado con una abogada espa?ola, licenciado Arqueolog¨ªa y Antropolog¨ªa, y padre de tres hijos, Clegg supo en 2010 canalizar el voto protesta, el de los j¨®venes y el de las mujeres. Sin embargo, el incumplimiento de promesas como la de frenar las elevad¨ªsimas tasas universitarias pronostican que ese voto sea, ma?ana jueves, de castigo a una formaci¨®n que pese a todo sigue defini¨¦ndose como el ¡°partido de la educaci¨®n¡± y ha puesto sobre la mesa de nuevo la propuesta de elevar el presupuesto educativo, ampliar el permiso por paternidad o aumentar el l¨ªmite de aquellos que est¨¢n exentos del impuesto sobre la renta de las 10.000 libras al a?o actuales hasta las 12.500 (alrededor de 17.400 euros).
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