El feminicidio en Ciudad Ju¨¢rez, la historia sin final
Un libro re¨²ne los casos de los familiares de las v¨ªctimas que contin¨²a dejando la violencia
Las cruces de color rosa ubicadas en algunos sectores de Ciudad Ju¨¢rez, en Chihuahua, M¨¦xico, parecen haber perdido el sentido que tuvieron en su momento como s¨ªmbolo para pedir justicia por la desaparici¨®n y muerte de cientos de mujeres. Han pasado m¨¢s de 20 a?os desde que se registr¨® el primer caso y las historias de c¨®mo se esfuma el rastro de algunas j¨®venes, como si se las hubiera tragado la tierra, contin¨²an. Sigue siendo com¨²n encontrarse con una madre que intenta dar la descripci¨®n m¨¢s precisa de c¨®mo iba vestida su hija la ¨²ltima vez que la vio, pero el final de las historias no siempre es el que esperan.
Mar¨ªa Luisa Garc¨ªa Andrade da cuenta de eso. En el 2001 su hermana Alejandra, de 17 a?os, desapareci¨®. Fue encontrada violada y asesinada tras haber permanecido una semana secuestrada. Hoy Mar¨ªa Luisa o Mal¨², como la llaman las familias de otras mujeres que tuvieron la desdicha de ser parte de las tr¨¢gicas cifras del feminicidio en Ciudad Ju¨¢rez, recuerda la historia. La suya y la de otros cientos de personas que, a trav¨¦s de la asociaci¨®n Nuestras hijas de regreso a casa, han llegado a ella para sentir que no est¨¢n solas en la lucha contra la impunidad.
¡°Parece que nos hubi¨¦ramos acostumbrado a perder a nuestras ni?as y que eso fuera lo normal... En M¨¦xico, el d¨ªa a d¨ªa nos demuestra que la corrupci¨®n en las autoridades es la principal arma de los violentos... El caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa nos recuerda nuevamente el paradigma de los desaparecidos en M¨¦xico¡±, las frases se atropellan sin necesidad de preguntas, mientras cuenta por qu¨¦ decidi¨® ser la protagonista del libro De regreso a casa (Ediciones Pen¨ªnsula).
Mal¨² dice que repetir lo que sigue ocurriendo en Ciudad Ju¨¢rez, recordar a las j¨®venes, exigir justicia y reprochar la impunidad ¡°debe servir para presionar a las autoridades y que se esclarezcan los hechos¡±. Aunque eso pueda significar poner en riesgo su propia seguridad, que ya se ha visto amenazada, por lo que tuvo que abandonar Ciudad Ju¨¢rezy por lo que la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos decidi¨® en 2008 decretar medidas cautelares para protegerla a ella y a su madre.
El baile de cifras
Seg¨²n las cifras oficiales, desde que se destaparon los primeros casos de mujeres asesinadas en Ciudad Ju¨¢rez, en 1993, han sido cerca de 100 los casos registrados. Seg¨²n las historias y los archivos, algunos ya olvidados, la cifra supera los 500. Por eso, ¡°existe la necesidad de alzar la voz, una vez m¨¢s¡±, dice Mal¨², que debido a su inter¨¦s en el tema logr¨® una beca de la Fundaci¨®n Ford para estudiar Derecho. Ahora es abogada y tiene un diplomado en derechos humanos.
¡°Encontrarse con funcionarios que nos hablan en un lenguaje que no entendemos y que es la excusa para negarnos nuestros derechos, me motiv¨® a aprender de leyes¡±, dice. Y es justamente ah¨ª donde se encuentra una de las mayores dificultades para clasificar las cifras de mujeres asesinadas en Ciudad Ju¨¢rez. All¨ª no est¨¢ tipificado el feminicidio como delito en el C¨®digo Penal.
¡°A veces ni la prensa local habla del tema. Es un caso m¨¢s¡±
La periodista Elena Ortega (Madrid, 1982) decidi¨® contar la historia de violencia hacia las mujeres en Ciudad Ju¨¢rez, tras un viaje que realiz¨® a ese lugar. A ella, le sorprendi¨® la normalidad con que se asumen las nuevas desapariciones. ¡°A veces ni los medios de comunicaci¨®n locales hablan del tema. Una mujer muerta o desaparecida, parece un simple caso m¨¢s¡±, afirma.
El a?o pasado, la Comisi¨®n de Igualdad de G¨¦nero del Senado de la Rep¨²blica de M¨¦xico aprob¨® un acuerdo para pedir al Congreso de Chihuahua tipificar ese tipo de cr¨ªmenes. La comisi¨®n se?alaba que solo as¨ª ¡°se garantizar¨ªa el derecho al acceso a la justicia, la vida y la dignidad a las mujeres¡±.
Mal¨² lo sabe. Y aunque en el caso de su hermana no hubo responsables, no duda que el esfuerzo de varias ONG tendr¨¢ alg¨²n d¨ªa un resultado.
¡°Las voces que se han unido para pedir justicia en el caso de los normalistas de Ayotzinapa ha permitido que desde fuera de M¨¦xico se haga presi¨®n y que las autoridades act¨²en y ya haya detenidos¡±, dice Mal¨², que asegura que si tuviera que ponerle un t¨ªtulo a su historia personal ser¨ªa De regreso a casa. ¡°Aunque mi hermana no regresar¨¢ jam¨¢s, sue?o con volver a mi ciudad, la que tuve que dejar por la violencia¡±.
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