Ir¨¢n se ofrece como socio fiable
La intervenci¨®n saud¨ª en Yemen da un nuevo argumento a Teher¨¢n para mostrarse en la regi¨®n como el pa¨ªs m¨¢s estable
¡°Mire a su alrededor, somos el pa¨ªs m¨¢s estable de la regi¨®n¡±, repiten como un mantra todos los interlocutores iran¨ªes, sean pol¨ªticos o empresarios, del Gobierno o de la oposici¨®n. El mensaje es claro: Ir¨¢n es un socio en el que se puede confiar en un Oriente Pr¨®ximo sumido en guerras sectarias y tribales que atribuyen a la injerencia de Arabia Saud¨ª. Su intervenci¨®n militar en Yemen les ha reafirmado en esa postura.
¡°Yemen es una piel de pl¨¢tano que Arabia Saud¨ª nos han lanzado como reacci¨®n a las conversaciones nucleares, teme por su papel en la regi¨®n cuando se levanten las sanciones¡±, asegura un embajador jubilado que simpatiza con el Gobierno de Hasan Rohani. La idea de que su rival ¨¢rabe por la hegemon¨ªa regional haya reaccionado al percibido expansionismo iran¨ª resulta prep¨®stera incluso para los conservadores que fustigan al Ejecutivo en el Parlamento.
Los zayd¨ªes en la Constituci¨®n iran¨ª
El art¨ªculo 12 de la Constituci¨®n iran¨ª reconoce la escuela zayd¨ª del islam y garantiza el derecho de sus seguidores a que se les aplique esa jurisprudencia. Sin embargo, no hay musulmanes zayd¨ªes en la Rep¨²blica Isl¨¢mica. Algunos yemen¨ªes ven en esa menci¨®n una prueba de la mano iran¨ª tras el ascenso del movimiento Huthi (que surge en defensa de la minor¨ªa zayd¨ª de Yemen).
¡°Tampoco hay iran¨ªes que sigan la escuela shafi¨ª [una de las cuatro del islam sun¨ª] y tambi¨¦n est¨¢ mencionada en el mismo art¨ªculo¡±, desestima un jurista. ¡°La Constituci¨®n quiere proteger as¨ª a las minor¨ªas¡±, justifica.
Adem¨¢s, aunque se asocia a los zayd¨ªes con el chi¨ªsmo, doctrinalmente son los chi¨ªes m¨¢s pr¨®ximos al islam sun¨ª, hasta el punto de que algunos estudiosos les consideran la quinta escuela del sunismo. Fuera de Yemen s¨®lo hay peque?as comunidades zayd¨ªes en el suroeste de Arabia Saud¨ª (en las regiones que fueron yemen¨ªes hasta la fundaci¨®n del reino) y en el subcontinente indio.
¡°Ir¨¢n nunca ha sido una amenaza para la regi¨®n. La estrategia de defensa iran¨ª no incluye el arma nuclear¡±, defiende Alaeddin Boroujerdi, el veterano presidente de la comisi¨®n de Seguridad Nacional y Asuntos Exteriores del Parlamento. ¡°Seg¨²n Estados Unidos, despu¨¦s del posible acuerdo nuclear, Ir¨¢n no tendr¨¢ capacidad para fabricar armas at¨®micas, ser¨¢ menos peligroso ?por qu¨¦ tenerle miedo?¡±, se pregunta bajo los mapas de la zona y del mundo que presiden la sala de la comisi¨®n.
Yemen es la ¨²ltima muestra del enconado duelo entre ambas potencias regionales que en las ¨²ltimas d¨¦cadas han apoyado a socios enfrentados en Palestina, L¨ªbano, Afganist¨¢n, Irak, Siria y Bahr¨¦in. El deterioro de la relaci¨®n con Arabia Saud¨ª es para algunos observadores el mayor fracaso de pol¨ªtica exterior de Rohani. En su investidura, pronto har¨¢ dos a?os, prometi¨® ¡°fomentar la confianza entre Ir¨¢n y el resto de los pa¨ªses del mundo¡±, con especial menci¨®n a sus vecinos.
¡°Quisieron acercase a los ¨¢rabes antes del acuerdo [nuclear] para evitar el boicoteo, pero al no lograrlo han optado por la estrategia de presentar el pa¨ªs como el m¨¢s estable de la zona¡±, interpreta un embajador occidental.
Nada m¨¢s anunciarse en noviembre de 2013 el preacuerdo que relanzaba las conversaciones nucleares, su ministro de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, inici¨® una ronda de visitas a las monarqu¨ªas ¨¢rabes del Golfo, pero Arabia Saud¨ª se le resisti¨®, a pesar de que logr¨® reunirse con su hom¨®logo Saud al Faisal en Nueva York. En cualquier caso, existe unanimidad entre todas las tendencias pol¨ªticas iran¨ªes en atribuir el desencuentro al Reino del Desierto.
¡°Sigue apoyando al terrorismo en Siria y en Irak, y ha iniciado la guerra en Yemen; eso es un obst¨¢culo para las relaciones. La pol¨ªtica abierta de Ir¨¢n sigue existiendo, pero requiere condiciones favorables¡±, explica Hosain Royvaran, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Teher¨¢n y analista pol¨ªtico.
Todas las fuentes consultadas subrayan el car¨¢cter aut¨®ctono del movimiento Huthi de Yemen; admiten la proximidad ideol¨®gica con la Rep¨²blica Isl¨¢mica, e incluso el apoyo moral de ¨¦sta al grupo. ¡°Desde la revoluci¨®n, Ir¨¢n siempre ha defendido a los oprimidos, de ah¨ª las duras declaraciones de las m¨¢s altas autoridades iran¨ªes¡±, asegura Borujerdi. Sin embargo, niegan las acusaciones saud¨ªes de que est¨¦n entrenando y armando a esos rebeldes.
¡°No lo necesitan porque buena parte del Ej¨¦rcito les apoya, as¨ª que cuentan con los arsenales del Ej¨¦rcito regular¡±, se?ala Ruyvaran que no rechaza la posibilidad del env¨ªo de armas ¡°si lo piden¡±. Recuerda sin embargo que, como en el caso de Ham¨¢s o Hezbol¨¢ frente a Israel, la diferencia son los misiles iran¨ªes. ¡°No hemos visto algo as¨ª por parte de los Huthi, lo que interpreto como que a¨²n no se les han facilitado¡±, concluye.
Es un an¨¢lisis que secundan numerosos observadores. ¡°[Los iran¨ªes] no tienen tanta influencia [en Yemen] como se les atribuye¡±, admite un embajador occidental. El propio Zarif ha reconocido en privado que no controlan a los Huthi, que les dijeron que no avanzaran sobre Ad¨¦n y que no les hicieron caso.
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