Mexico: filtros al rev¨¦s
La democracia necesita partidos pol¨ªticos que abran la puerta a los mejores ciudadanos, a los m¨¢s capaces y comprometidos
M¨¦xico est¨¢ en pausa. Todo gira en torno al proceso electoral que concluir¨¢ el 7 de junio, d¨ªa en que los mexicanos elegiremos a 9 gobernadores (Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Michoac¨¢n, Nuevo Le¨®n, Quer¨¦taro, San Luis Potos¨ª y Sonora), 500 diputados federales (300 de mayor¨ªa relativa y 200 de representaci¨®n proporcional), 1,009 alcaldes y 641 diputados locales; en total 2,159 representantes populares.
El funcionamiento del nuevo ¨®rgano electoral (Instituto Nacional Electoral ¨C INE que sustituy¨® al Instituto Federal Electoral ¨C IFE) y sus reglas est¨¢n a prueba. La democracia mexicana es una de las m¨¢s costosas del mundo, lo cual, no necesariamente refleja los mejores resultados. De acuerdo a cifras del INE, para las elecciones de 2015, los 10 partidos pol¨ªticos se han repartido 5,365 millones de pesos: PRI: 1,376, PAN: 1,158, PRD: 886,1, Verde: 444,7, PT: 389,7, Nueva Alianza: 371,2, Movimiento Ciudadano: 368,4, Morena, Partido Humanista y Encuentro Social: 120,9 cada uno (montos en millones de pesos).
Resulta inexplicable c¨®mo un pa¨ªs con tanta riqueza no crece ni se desarrolla al ritmo de su enorme potencial mientras gasta tantos recursos en una democracia que, lejos de resolver problemas estructurales, se dedica a repartir el presupuesto para mantener la estabilidad de un sistema que no tiene incentivos para cambiar. El ego¨ªsmo y la falta de voluntad para sacrificar bienes inmediatos por bienes mayores en el futuro ponen en peligro a cualquier sistema democr¨¢tico, pues siempre est¨¢ latente el riesgo del populismo sin importar la ideolog¨ªa.
Los partidos pol¨ªticos son fundamentales en la vida democr¨¢tica de un pa¨ªs, M¨¦xico no es la excepci¨®n. El problema es que funcionan como filtros al rev¨¦s. Por definici¨®n un filtro detiene lo que no sirve y deja pasar lo que sirve. Los partidos pol¨ªticos suelen hacer lo contrario, privilegian las lealtades y facilitan la carrera s¨®lo de aquellos que aceptan sus reglas del juego con las pr¨¢cticas y vicios que conlleva. No necesariamente dan prioridad a la integridad, la capacidad o la trayectoria. Incluso, en muchos casos, estas cualidades se convierten en obst¨¢culos para quienes desean hacer una carrera en el servicio p¨²blico.
Los partidos pol¨ªticos suelen hacer lo contrario, privilegian las lealtades y facilitan la carrera s¨®lo de aquellos que aceptan sus reglas del juego
Bajo el paraguas del Pacto por M¨¦xico, los partidos pol¨ªticos tienen detenida la agenda nacional e impiden cualquier avance que no vaya en la direcci¨®n de sus intereses; todo aquello que no les remunere de forma directa ya sea econ¨®micamente o en t¨¦rminos de control/poder, queda fuera de la jugada. Con las actuales reglas del juego, los ciudadanos quedamos al margen de las decisiones m¨¢s trascendentes y nuestro voto s¨®lo sirve para llevar a los pol¨ªticos al poder. Una vez electos, la gran mayor¨ªa se niega a escuchar y busca proteger sus intereses y los de su partido con tal de mantenerse dentro del sistema. La esfera de la pol¨ªtica ha crecido al grado de ocupar el espacio que corresponde al servicio p¨²blico: hoy, la grilla es m¨¢s importante que el servicio. Estamos pagando las consecuencias de tolerar tantos abusos y no demandar una actitud distinta, reconociendo o castigando de manera contundente.
Salvo algunas excepciones, la oferta pol¨ªtica en estas elecciones deja mucho que desear. Candidatos cuya trayectoria y enriquecimiento son cuestionables, algunos que van de un partido a otro sin ning¨²n tipo de ideario ni principios, en busca de m¨¢s recursos y privilegios para seguir viviendo del presupuesto. Muy pocos han sido los debates de ideas; prevalecen los ataques personales, los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, las promesas de dar y dar a manos llenas ignorando que el dinero p¨²blico no existe, es dinero de los contribuyentes.
No podemos resignarnos a vivir as¨ª de manera indefinida, tampoco podemos caer en un pesimismo que nos sumerja en mayor confusi¨®n y des¨¢nimo. Resulta prioritario retomar y defender una agenda de libertad y corresponsabilidad, en donde abramos un debate para redefinir el rol del gobierno, sus alcances y l¨ªmites. Hay que exigir que quienes sean electos cumplan su responsabilidad, vigilar para que lo hagan y en caso contrario, existan consecuencias. A la par de todo esto es indispensable asumir la parte que a cada ciudadano nos toca desde la propia trinchera.
Candidatos cuya trayectoria y enriquecimiento son cuestionables, que van de un partido a otro sin ning¨²n tipo de ideario ni principios
Mario Vargas Llosa propone que, para perfeccionar las instituciones democr¨¢ticas, es fundamental promover el m¨¦rito y sustituir la tradici¨®n del dedazo, de manera que, quienes est¨¢n abajo puedan subir y quienes est¨¢n arriba, si no act¨²an con ¨¦tica, responsabilidad y eficiencia, puedan caer. M¨¦xico necesita partidos pol¨ªticos que sean filtros funcionales, que abran la puerta a los mejores ciudadanos, a los m¨¢s capaces y comprometidos cuya trayectoria los avale y acredite. Si queremos salvar nuestra democracia de extremos peligrosos como el autoritarismo o el populismo, tenemos que movernos del dedazo al m¨¦rito, de la resignaci¨®n a la exigencia y el compromiso.
Concluido el proceso electoral habr¨¢ que definir prioridades y exigir a quienes resulten ganadores. El mayor riesgo es continuar en un estado perpetuo de simulaci¨®n y dejar que el pa¨ªs siga flotando pues el silencio de muchos resulta en la victoria de pocos. El precio de permanecer callados, de hacer poco o nada es muy alto. No asumir responsabilidad esperando que alguien m¨¢s lo haga es el camino seguro para perder las libertades. Los mexicanos enfrentamos un dilema: ?Ser o no ser libres? ?Asumir nuestra responsabilidad? o ?Dejar todo en manos del gobierno? De la respuesta que demos depender¨¢n nuestro presente y futuro.
Armando Regil Velasco es presidente fundador del Instituto de Pensamiento Estrat¨¦gico ?gora A.C. (IPEA). Twitter: @armando_regil
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