En la cola mundial, Brasil estudia ahora c¨®mo atraer inmigrantes
Una nueva ley pretende acabar con una norma obsoleta y restrictiva con los extranjeros
Hay una paradoja que no discute el Gobierno, ni los extranjeros que trabajan en el pa¨ªs, ni los consultores especializados: a pesar de necesitarlos, Brasil es un pa¨ªs extremamente cerrado para los inmigrantes. Con cerca de 200 millones de habitantes, los extranjeros representan solo el 0,3% de la poblaci¨®n, un n¨²mero hist¨®ricamente insignificante. La media mundial est¨¢ en el 3%.
Hace a?os que Brasil pretende invertir su situaci¨®n y atraer mano de obra cualificada, pero avanza mucho m¨¢s lentamente que las necesidades de un mercado que necesitar¨ªa seis millones de profesionales extranjeros, seg¨²n dijo el exministro de la Secretaria de Asuntos Estrat¨¦gicos, Marcelo Neri, en 2013. No lo tiene f¨¢cil. Brasil no es atractivo para los inmigrantes y, seg¨²n la consultora canadiense Brookfield Global Relocation Services, es el segundo pa¨ªs que m¨¢s dificultades presenta a los expatriados, solo despu¨¦s de China. El gigante de Latinoam¨¦rica, construido por extranjeros y que en 1900 contaba con un 7% de inmigrantes, ocupa la 49 posici¨®n de 60 en el ranking del IMD World Competitiveness Yearbook sobre legislaci¨®n favorable a la inmigraci¨®n.
El paso m¨¢s importante de los ¨²ltimos a?os se ha aprobado en el Senado en forma de proyecto de ley y pretende sustituir la norma actual, redactada con la pluma de la dictadura militar, en 1980. El texto, que a¨²n tiene que ser aprobado ¨Calg¨²n d¨ªa¨C en el Congreso, supone, seg¨²n los especialistas consultados por este peri¨®dico, un avance que, aunque con pocas novedades, pone orden en una pol¨ªtica extremamente burocr¨¢tica y obsoleta. La ley actual pasa por los despachos de nada menos que cinco instituciones: la Polic¨ªa Federal, el Ministerio de Justicia, el de Trabajo, el Ministerio de Exteriores y el Consejo Nacional de Inmigraci¨®n.
Los relatos de los inmigrantes desde hace a?os incluyen esperas de cuatro semanas solo para pedir cita para comenzar los tr¨¢mites para obtener el documento que te permite trabajar; traductores voluntarios y caos en la Polic¨ªa Federal que no tiene medios suficientes para atender el boom de pedidos de asilo y peregrinaciones de sede en sede en busca de informaci¨®n fiable.
"Nuestro problema era que mi novia no pod¨ªa trabajar. Aunque nos cas¨¢semos, con mi visado temporal ella no pod¨ªa conseguir un empleo", relata el franc¨¦s David P. que lleg¨® a Brasil en 2011. "Tuvimos que esperar dos a?os y la conversi¨®n de mi visado temporal a permanente para que ella tuviese autorizaci¨®n para trabajar, pero no fue f¨¢cil. Tuvo que ir a la Polic¨ªa Federal y al Ministerio de Trabajo muchas veces porque las informaciones que le daban eran contradictorias. Al final, haci¨¦ndose amiga de un funcionario del ministerio, consigui¨® el documento. Despu¨¦s de eso, en octubre de 2014, me fui de la empresa que me contrat¨® y, desde entonces, no s¨¦ si mi visado permanente es v¨¢lido o no. Me dieron informaciones, otra vez, contradictorias. A¨²n no he salido del pa¨ªs desde entonces, as¨ª que ni s¨¦ si tendr¨¦ problemas...", cuenta David.
El proyecto de ley contempla cambios importantes para el extranjero como la posibilidad de cambiar el estatus de sus visados sin salir del pa¨ªs, facilita el trabajo de los estudiantes durante sus vacaciones, protege m¨¢s a los refugiados, establece normas m¨¢s claras para la reagrupaci¨®n familiar y la concesi¨®n de permisos de residencia permanente, pero deja lagunas importantes. ¡°La ley no resuelve la validaci¨®n de diplomas de profesionales extranjeros que esperan demasiado tiempo [pueden ser a?os] para homologar sus t¨ªtulos para trabajar aqu¨ª¡±, lamenta el presidente del Consejo nacional de Inmigraci¨®n (CNIg), Paulo S¨¦rgio de Almeida, firme defensor de la importancia de la aprobaci¨®n de este texto.
¡°La ley es importante pero tiene que complementarse con m¨¢s medidas para atraer mano de obra cualificada que nos interesa y que no tenemos¡±, lamenta el director de An¨¢lisis de Pol¨ªticas P¨²blicas de la Fundaci¨®n Get¨²lio Vargas, Marco Aur¨¦lio Ruediger. La ley da un peso importante a las cuestiones humanitarias, pero evita directrices m¨¢s espec¨ªficas para los profesionales. "?Por qu¨¦ todos los a?os se habla de nuevos proyectos para mejorar nuestra infraestructura? Porque no tenemos, a¨²n teniendo dinero est¨¢ mal empleado por m¨¦todos de ejecuci¨®n super atrasados y eso evoluciona con la inmigraci¨®n¡±, completa Jo?o Marques, director y presidente de EMDOC, una de las principales consultoras de movilidad global del pa¨ªs.
La consultora de Marques, basada en el IMD World Competitiveness Yearbook, sit¨²a Brasil en la 57 posici¨®n, de 60 pa¨ªses, en disponibilidad de mano de obra cualificada. ¡°Las leyes migratorias se van equiparando a las de otros pa¨ªses desarrollados, pero ellos tienen necesidades diferentes a las nuestras. Nosotros necesitamos abrirnos m¨¢s¡±, afirma Antonio C?ndido, CEO de la consultora especializada Overseas. ¡°Esta ley no tiene ninguna caracter¨ªstica para situarnos como pa¨ªs abierto, contin¨²a siendo r¨ªgida¡±, dice C?ndido.
El nuevo texto tampoco establece qu¨¦ ¨®rgano cuidar¨¢ de qu¨¦, una cr¨ªtica com¨²n de todos los entrevistados, porque no pone orden en la operacionalidad de la ley, descentralizada en manos de cinco autoridades diferentes.
La ley, ¡°urgent¨ªsima¡± seg¨²n de Almeida, deber¨ªa llegar a la C?mara a finales de junio, pero los especialistas no conf¨ªan en que, con el clima pol¨ªtico y econ¨®mico del pa¨ªs, vaya a entrar en la agenda del Congreso tan r¨¢pido como deber¨ªa. ¡°Veo a mucha gente diciendo que la ley es innovadora y que va a cambiar todo, pero no creo que sea una prioridad para los congresistas, yo no soy optimista. Y es un asunto importante porque Brasil est¨¢ completamente fuera del contexto mundial en cuestiones de inmigraci¨®n. Brasil es un pa¨ªs donde se regulariza al haitiano en un d¨ªa, pero se tarda meses para el empresario¡±, mantiene Marques.
Si se le pregunta, el brasile?o lo tiene claro: el 73,7% est¨¢ a favor de la llegada de extranjeros com alta cualificaci¨®n profesional, mientras el 74,3% no quiere que lleguen imigrantes sin documentaci¨®n, seg¨²n una encuesta de la Secretaria de Asuntos Estrat¨¦gicos. Algunos extranjeros que, en teor¨ªa son bienvendidos, lo ven diferente. ¡°Cuando te hacen esa pregunta la respuesta para el brasile?o es f¨¢cil, pero cuando les toca a ellos directamente o a su entorno no se sienten tan c¨®modos con extranjeros. La realidad es que la ¨¦lite brasileira no quiere ver amenazada su situaci¨®n privilegiada, aunque eso suponga un menoscabo para el desarrollo del pa¨ªs¡±, afirma el espa?ol Javier Garc¨ªa-Ramos. ¡° Eso se ve m¨¢s claramente entre los m¨¦dicos, abogados o ingenieros¡±.
Dos a?os como inmigrante clandestino
El espa?ol Antonio [nombre fit¨ªcio] est¨¢ hace dos a?os trabajando en Brasil pero no tiene visado. Sin ¨¦l tampoco tiene cuenta en el banco, ni contrato de alquiler a su nombre, ni contrato de trabajo ni derecho a la asistencia m¨¦dica. Lleva una vida normal y paga sus cuentas gracias a los amigos, pero de cada cierto tiempo se siente un inmigrante clandestino, con todas las letras.
Hoy, seg¨²n su pasaporte, Antonio est¨¢ en tierra de nadie. Para poder salir de Brasil y que no le impidan volver por haber estado en el pa¨ªs ilegalmente, ha aprendido a deslizarse como una anguila entre fronteras. Viaja 24 horas en autob¨²s, de Rio de Janeiro hasta Foz de Igua?¨², en la frontera con Paraguay. All¨ª, cruza la frontera a pie, sella su salida del pa¨ªs, pero aprovechando la enorme movimentac¨®n tur¨ªstica y comercial del lugar, consigue volver a entrar sin registrar su entrada. Para las autoridades sali¨® y no volvi¨®, y su estancia ilegal no queda registrada en los registros migratorios. En dos a?os, Antonio ha hecho este viaje-puente cuatro veces.
"Es complicado porque todos mis trabajos son freelance, necesito pedir favores a todo el mundo para pagar mis cuentas, pero aqu¨ª estoy viviendo una experiencia que en Espa?a no tendr¨ªa. Trabajo y estoy enriqueci¨¦ndome mucho personal y culturalmente, estoy aprendiendo un nuevo idioma y no estoy parado como habr¨ªa sucedido si me hubiera quedado en mi pa¨ªs", explica Antonio, productor audiovisual de 30 a?os.
Antonio ya se ha renunciado a conseguir su visado. "Las veces que he preguntado me han dicho que es tan complicado que ya ni lo intento. Conozco gente que que invirti¨® tiempo, dinero, le enga?aron para conseguir los documentos... Mi empresa est¨¢ subcontratada por una mayor por periodos cortos y ellos no quieren invertir en contratarme y hacer todo el papeleo, y yo lo entiendo, aunque no pierdo la esperanza", cuenta. Antonio, especialmente optimista, s¨ª lamenta lo que llama de "doble moral" cuando se trata de acoger extranjeros en el mercado de trabajo brasile?o.
"Siempre se dice que venimos a robar el trabajo de los brasile?os, que lo que yo hago cualquier otro brasile?o podr¨ªa hacerlo, pero si lleg¨¦ a Brasil y encontr¨¦ empleo es porque tengo algo que ofrecer y soy ¨²til para las empresas. Creo que cabemos todos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.