M¨¦xico a la hora de votar

Este domingo 7 de junio 83,5 millones de mexicanos est¨¢n llamados a votar. Se elegir¨¢n los 500 diputados que integran la C¨¢mara de Diputados, en 16 entidades federativas se definir¨¢n los congresos locales y los ayuntamientos, y en 9 estados de la Rep¨²blica tambi¨¦n se elegir¨¢ la gubernatura. En total, hay 2.179 cargos de elecci¨®n popular en disputa.

Estas elecciones ocurren en un momento hist¨®rico complicado. A los ancestrales problemas de pobreza y desigualdad ¡ªel 51% de la poblaci¨®n vive por debajo de la l¨ªnea de bienestar b¨¢sico y el 20% padece inseguridad alimentaria, aun cuando el pa¨ªs es considerado de ingreso alto por el Banco Mundial¡ª se agrega que la econom¨ªa que durante tres d¨¦cadas ha crecido por debajo del promedio global durante tres d¨¦cadas.

Adem¨¢s, en los ¨²ltimos a?os ha habido un dr¨¢stico incremento de la violencia y la criminalidad, as¨ª como una espiral de esc¨¢ndalos de corrupci¨®n e impunidad. No sorprende que el desencanto hacia las instituciones, el mal humor y el hartazgo colmen el ambiente mexicano.

No sorprende que el desencanto hacia las instituciones, el mal humor y el hartazgo colmen el ambiente?

Las elecciones competidas que en M¨¦xico, al igual que en buena parte de Am¨¦rica Latina, fueron vistas hacia fines del siglo XX como la ruta hacia un nuevo estadio de libertades y derechos, hoy son despreciadas o cuestionadas desde diversos sectores de no escasa influencia. Se llama al voto nulo, pasando por la invitaci¨®n a la abstenci¨®n y, en el extremo, se plantea el boicot a las elecciones impidiendo la instalaci¨®n de casillas.

La campa?a para anular el sufragio tiene su origen en sectores cr¨ªticos ubicados en la clase media y alta, con acceso a los medios de comunicaci¨®n y fuerte presencia en las redes sociales. La invitaci¨®n a no votar asume que todos los partidos son iguales en lo esencial y que no hay alternativas reales entre las cuales optar.

Si bien en t¨¦rminos legales tendr¨¢ poco efecto el voto anulado ¡ªlos cargos los decidir¨¢n los votos v¨¢lidos¡ª, no deja de ser llamativo que esta campa?a surja en elecciones intermedias, es decir, cuando se elige el Congreso y no cuando se define la presidencia. Los promotores del voto nulo no escapan de una cultura pol¨ªtica presidencialista y de minusvaloraci¨®n del parlamento como el espacio privilegiado para la expresi¨®n de la pluralidad pol¨ªtica de la sociedad.

La campa?a para anular el sufragio tiene su origen en sectores de la clase media y alta, con acceso a los medios de comunicaci¨®n y presencia en las redes sociales

El polo de quienes llaman al boicot electoral est¨¢ constituido por actores de muy diversos reclamos y manifestaciones ¡ªen especial por la disidencia del sindicato magisterial, pero tambi¨¦n por n¨²cleos autodenominados anarquistas¡ª cuya apuesta m¨¢s inquietante es extender la noci¨®n de que es leg¨ªtimo, en la defensa de causas o intereses propios, conculcar el derecho al sufragio de los dem¨¢s ciudadanos.

En M¨¦xico, la larga historia de desconfianza en las elecciones organizadas por los gobiernos dio lugar a la creaci¨®n de una autoridad electoral aut¨®noma y a un complejo proceso de organizaci¨®n comicial que implica convocar a los electores a hacerse cargo de las mesas de votaci¨®n.

Para el domingo 7 de junio, se tiene previsto instalar casi 150 mil casillas electorales, que ser¨¢n operadas por un mill¨®n 200 mil ciudadanos seleccionados al azar y capacitados por el Instituto Nacional Electoral. As¨ª que, pese a las dificultades, M¨¦xico est¨¢ en condiciones de que sean los ciudadanos, votando, quienes definan quien los gobierna y los representa.

Ninguno de los desaf¨ªos del pa¨ªs ¡ªpobreza, desigualdad, violencia y corrupci¨®n¡ª tendr¨¢ una salida sencilla, pero no ser¨¢ renunciando al ejercicio del sufragio, ¨²nica v¨ªa para la renovaci¨®n pac¨ªfica del poder, como M¨¦xico navegar¨¢ hacia un mejor destino.

Ciro Murayama es economista y consejero electoral en el Instituto Nacional Electoral de M¨¦xico. @CiroMurayamaINE