Atenas rechaza ultim¨¢tums y presiones de los socios
El Gobierno griego considera que la pelota est¨¢ ahora en el tejado de Europa
Tras presentar a los acreedores la en¨¦sima lista de reformas, ¡°incluidas algunas concesiones¡±, seg¨²n fuentes oficiales, el Gobierno de Atenas considera que la pelota est¨¢ en el tejado de Europa, de la que, aseguran esas fuentes, este martes no se ha recibido ni acuse de recibo ni comunicaci¨®n de ninguno de los participantes en la minicumbre de Berl¨ªn del lunes. Miembros del Gobierno que preside Alexis Tsipras llevan d¨ªas dando a entender que hay dinero para pagar este viernes el primer tramo de junio al Fondo Monetario Internacional (unos 300 millones de un total de 1.600); pero ello dar¨ªa m¨¢s plazo para las deliberaciones, y agravar¨ªa la incertidumbre en que vive instalada Grecia desde hace meses. La pr¨®rroga del segundo rescate, del cual queda pendiente un desembolso de 7.200 millones, expira el 30 de junio.
La insistencia en ¡°no aceptar ultim¨¢tums¡± ni ¡°ceder al chantaje¡± de los socios, formulada este martes por el habitualmente moderado vicepresidente, Yanis Dragasakis, hace pensar que el acuerdo no est¨¢ necesariamente cerca y que incluso podr¨ªa llegar a ser rechazado por el Gobierno ¡°si contraviene el mandato popular antiausteridad salido de las urnas¡±, como subray¨® el portavoz parlamentario de Syriza, el tercer alto cargo que se pronuncia en estos t¨¦rminos en pocos d¨ªas. ¡°No vamos a ceder al chantaje¡± de las instituciones, ha dicho este martes Dragasakis; ¡°no tiene ning¨²n sentido enredarnos en un cruce de mensajes sin fin [con los acreedores]; en lugar de esto, debemos centrarnos en conseguir un acuerdo justo¡±, a?adi¨® el n¨²mero dos del Gobierno ¡ªy director junto con Tsipras de las negociaciones¡ª, en un inequ¨ªvoco mensaje para consumo interno, destinado a aplacar la rebeli¨®n en el seno de Syriza por el incumplimiento del programa electoral. Para Dragasakis, el posible pacto con los socios debe contemplar un super¨¢vit primario para 2015 no superior al 1%; y en torno al 1,5% para 2016, ha anunciado este martes en su cuenta de Twitter.
De todos es sabido que las conversaciones no llegar¨¢n a puerto sin considerables cesiones por parte de Atenas; de hecho, el ministro del Interior ¡ªque no participa en las mismas¡ª apunt¨® este fin de semana que algunas promesas electorales ¡°deber¨¢n aparcarse durante seis meses, o incluso un a?o¡±; entre ellas, la eliminaci¨®n de un pol¨¦mico impuesto inmobiliario o el aumento del salario m¨ªnimo, que te¨®ricamente iba a ser inmediato. Mientras, un grupo de diputados rebeldes de Syriza ¡ª41 de 149 esca?os del grupo¡ª ya se ha cobrado su primera victoria: la renuncia de Elena Panaritis, parlamentaria del Pasok cuando se aprobaron los dos rescates, como representante de Grecia ante el FMI. Hab¨ªa sido designada por el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, extra?amente desaparecido del panorama medi¨¢tico estos ¨²ltimos d¨ªas y del que Panaritis ha sido asesora.
M¨¢s all¨¢ de las diferencias pol¨ªticas, la incertidumbre se siente especialmente en el d¨ªa a d¨ªa, con el sistema p¨²blico de salud a punto de la quiebra por falta de los fondos necesarios para pagar suministros y proveedores, seg¨²n informaba este domingo el diario conservador Kathimerini. Pero no s¨®lo la Administraci¨®n vive inmersa en la zozobra. En medio de la peor crisis migratoria habida en el pa¨ªs, con un incremento respecto a 2014 de m¨¢s del 300% de las llegadas de irregulares a algunas islas del Egeo ¡ªcomo Kos¡ª hasta abril, es la sensaci¨®n de inseguridad econ¨®mica la que m¨¢s se hace notar en sectores vitales como el turismo. ¡°Ha arrancado la temporada, pero casi no hay gente en comparaci¨®n con otros a?os. Y no es la llegada de refugiados o inmigrantes la que los disuade de venir, son las grandes agencias de viaje las que han reajustado sus ofertas y sus planes con respecto a Grecia porque no lo ven nada claro¡±, se queja Petros Kunduris, due?o de un par de hoteles en Kos. ¡°Los touroperadores quieren garant¨ªas, y nadie hoy en Grecia puede d¨¢rselas, empezando por el propio Gobierno¡±.
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