Rohani amplia a millones de iran¨ªes la cobertura sanitaria

Ehsan Gholami sale exultante del hospital Taleghani en Velenjak, al norte de Teher¨¢n. Acaba de ser padre, pero adem¨¢s no ha tenido que pagar por el parto de su esposa. A pesar de que este conductor de carretillas elevadoras lleva dos a?os en paro, se ha beneficiado de Salamat (Salud), el seguro m¨¦dico gratuito que constituye uno de los pilares de la reforma sanitaria emprendida por Hasan Rohani desde su llegada a la presidencia de Ir¨¢n hace dos a?os. Se trata del mayor proyecto social de su Gobierno y ha convertido al ministro de Sanidad en el m¨¢s popular del Gabinete.

El Plan de Reforma del Sistema Sanitario se puso en marcha en la primavera del a?o pasado con la inclusi¨®n de 570 hospitales p¨²blicos en la red asistencial. Su eje ha sido la reducci¨®n del copago en los gastos m¨¦dicos a un 10% en las zonas urbanas y a un 5% en las rurales. Tambi¨¦n ha incorporado a 8,5 millones de iran¨ªes que como Gholami y su familia carec¨ªan de seguro m¨¦dico por estar en paro o no ganar lo suficiente para pagar la prima. Adem¨¢s, por primera vez, se ha establecido un departamento en el Ministerio de Sanidad donde poder denunciar a los m¨¦dicos que pidan honorarios extra, un fen¨®meno que se hab¨ªa generalizado en las intervenciones quir¨²rgicas.

Otra medida destacada ha sido la dotaci¨®n de 2,8 billones de riales (77 millones de euros) a las compa?¨ªas de seguros para que incluyan en su cobertura 3.000 medicamentos y numerosos an¨¢lisis y servicios paracl¨ªnicos. Debido a la dr¨¢stica bajada del precio del crudo y a las sanciones internacionales por el programa nuclear, el Gobierno ha tenido que hacer un enorme esfuerzo para financiar esta reforma. Los 48 billones de riales iniciales han salido de la reducci¨®n de los subsidios energ¨¦ticos y la retirada de las ayudas directas a los m¨¢s adinerados.

Con el fin de garantizarse el apoyo de los sectores m¨¢s conservadores del r¨¦gimen, una de las estrategias del Ministerio de Sanidad consiste en promover la natalidad, de acuerdo con los deseos expresados por el l¨ªder supremo. La asistencia cubre ahora los gastos del parto y muchas revisiones posteriores, tanto de las madres como de los reci¨¦n nacidos. En la misma l¨ªnea, se han excluido las intervenciones de esterilizaci¨®n, algo que resulta m¨¢s controvertido.

Como resultado de las medidas ha aumentado significativamente el n¨²mero de pacientes en los hospitales p¨²blicos. Eso dificulta a menudo atenci¨®n de calidad y exige redistribuir los ingresos entre centros pr¨®ximos.

¡°Todos los hospitales en Karaj est¨¢n llenos y los responsables me recomendaron que viniera a aqu¨ª¡±, cuenta Gholami, que vive en esa ciudad dormitorio a 40 kil¨®metros al oeste de la capital iran¨ª. No parece haberle importado la incomodidad.

La reforma constituye un ¨¦xito de pol¨ªtica interna equivalente a la negociaci¨®n nuclear en las relaciones exteriores. Aun as¨ª, no todo el mundo est¨¢ satisfecho. Los enfermeros han organizado varias manifestaciones de protesta ante el Parlamento y la sede de la Presidencia para quejarse de la carga de trabajo y los bajos sueldos. Shima Amiri, enfermera del sector p¨²blico, tacha de discriminatorias sus condiciones laborales en comparaci¨®n con los m¨¦dicos.

¡°La mayor¨ªa de los fondos se destinan a los especialistas para mantenerlos en hospitales p¨²blicos¡±, apunta Amiri. En su opini¨®n, ¡°la reforma tambi¨¦n beneficia a aseguradoras y proveedores de equipos m¨¦dicos¡±. El Parlamento aprob¨® hace tres a?os una subida del salario de los enfermeros, pero todav¨ªa no se ha ejecutado.

La reforma sanitaria tiene objetivos a¨²n m¨¢s ambiciosos como asegurar a los inmigrantes afganos, estimados en dos millones, pero el 3 por ciento de aumento en el presupuesto del Ministerio de Sanidad para el nuevo a?o fiscal resulta insuficiente.