Grecia vincula el acuerdo a la reestructuraci¨®n de la deuda

Mientras la izquierda alternativa espa?ola se hac¨ªa este s¨¢bado con los grandes Ayuntamientos, la izquierda alternativa griega braceaba para evitar que las conversaciones con Bruselas descarrilen y acaben en un impago de consecuencias imprevisibles. Atenas volvi¨® a negociar. El primer ministro, Alexis Tsipras, envi¨® a un equipo de primer nivel a Bruselas para tratar de acercar posturas, con la intenci¨®n de presentar una nueva oferta en materia de ajustes y reformas. Pero mantuvo el tono marcadamente desafiante de los ¨²ltimos d¨ªas: ¡°Si lo que quiere Europa es que se mantenga la sumisi¨®n, tomaremos la decisi¨®n de decir no y lucharemos por la dignidad de nuestro pueblo¡±, afirm¨® Tsipras en un comunicado.

La negociaci¨®n se acerca al final y de ah¨ª ese toque teatral, tanto en Atenas como en el otro lado de la mesa: el Fondo Monetario Internacional (FMI) abandon¨® el pasado jueves las negociaciones y tanto Bruselas como Berl¨ªn han lanzado duros mensajes esta semana. Con los n¨²meros en la mano, sin embargo, las diferencias son abordables tanto en las metas fiscales como en las reformas laborales y de pensiones. Tsipras reclam¨® este s¨¢bado, eso s¨ª, un ¡°acuerdo sostenible¡±: pretende incluir la promesa m¨¢s o menos expl¨ªcita de que m¨¢s adelante habr¨¢ reestructuraci¨®n de deuda. A cambio, asegura que est¨¢ dispuesto a tomar decisiones duras y apunta que no ser¨¢ necesario convocar elecciones, aunque en ese y otros asuntos los griegos han ido dando bandazos desde hace semanas.

En el lado griego no solo Tsipras se muestra duro hasta el final. El ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, mantuvo ayer en una emisora de la BBC que la postura de la antigua troika es ¡°est¨²pida¡± por defender m¨¢s medidas de austeridad. La ¨²ltima oferta de los acreedores se basa en un super¨¢vit fiscal primario del 1% del PIB para este a?o; la ¨²ltima propuesta griega est¨¢ muy cerca de esa cifra, en el 0,75% del PIB. Los socios europeos quieren, adem¨¢s, una subida del IVA, una reforma de las pensiones para endurecer las prejubilaciones y la seguridad de que Atenas no revocar¨¢ las reformas laborales aprobadas durante el ¨²ltimo lustro. Pese a que la oferta de Grecia se acerca ¡ªcon matices¡ª en todos esos ¨¢mbitos, Varoufakis explic¨® que las exigencias europeas ¡°son esa clase de plan que presentas cuando no quieres llegar a un acuerdo¡±.

Bruselas ha dejado claro que Grecia debe convencer a la Comisi¨®n Europea, al Banco Central Europeo y al FMI. Y despu¨¦s obtener la luz verde del Eurogrupo y, si es necesario, de varios Parlamentos nacionales. Eso deja poco tiempo: los europeos subrayan que el acuerdo debe estar cocinado para la reuni¨®n de ministros de Econom¨ªa del euro convocada para el jueves en Luxemburgo.

Tsipras, elegido en enero con promesas de acabar con la austeridad, debe dar un giro considerable si quiere el pacto. Europa no parece en disposici¨®n de moverse m¨¢s, aunque los efectos secundarios de un impago son impredecibles, concede el Bundesbank. Van casi seis meses con esa versi¨®n del juego de la gallina con ecos de Rebelde sin causa, pero sin asomo de James Dean por ning¨²n lado.